Usted está aquí: viernes 10 de marzo de 2006 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Pasman a Ortiz grupos dominantes que él ayudó a organizar

La economía mexicana como negocio privado con el sostén financiero del erario

CON SANGRE EN LAS comisuras de los labios, Guillermo Ortiz quejóse amargamente de que "grupos e industrias dominantes" de la economía mexicana "ejercen presión para frenar cambios que aumenten la capacidad de competencia del país".

EL GOBERNADOR DEL Banco de México mordióse la lengua al exteriorizar su pesar ante los integrantes de una comisión legislativa, porque de una u otra suerte, desde los tiempos de Miguel de la Madrid ha estado involucrado en el Frankestein oligopólico -armado y operado por y desde el gobierno federal- que hoy lo pasma.

GUILLERMO ORTIZ FUE uno de los principales organizadores y operadores -como subsecretario de Hacienda- del festín privatizador de Carlos Salinas de Gortari y sus amigos, banquete que continuó -ya como secretario de Estado- con Ernesto Zedillo -con sus propios invitados-, y que sigue con Vicente Fox, ahora desde el gobierno del Banco de México.

JUNTO CON CARLOS Salinas de Gortari, Pedro Aspe y Jacques Rogozinsky, Guillermo Ortiz fue uno de los que más elogió lo que dieron en llamar la "democratización del capital'' de las otrora empresas del Estado, obvio desenlace -decía- de la política privatizadora, que no fue otra cosa que concentrar lo de por sí concentrado entre amigos, parientes y "grupos afines" a la "modernidad" y, desde luego, al señor Presidente.

DESDE LUEGO QUE no miente al referir que entre los "grupos e industrias dominantes" se encuentra Teléfonos de México, pero parece olvidar que un decreto presidencial de 1990 -el de la privatización de Telmex- garantizó a Carlos Slim y socios la condición de monopolio (antes estatal, y privado a partir de ese momento).

SIN EMBARGO, SE quedó corto, porque "empresas dominantes" que "ejercen presión para frenar cambios que aumenten la capacidad de competencia del país" están en todos los sectores económicos donde la mano privatizadora estuvo, está presente, o la regulación gubernamental ha sido lo suficientemente laxa como para no romper el oligopolio: banca, líneas aéreas, refrescos, cerveza y en general bebidas embotelladas, ingenios azucareros, televisión, mineras, acereras, distribución de medicamentos, cemento, panadería industrial, tortillas, satélites, y otras más.

NO SON OTROS MAS que los "grupos e industrias dominantes" de siempre, más la nueva nomenklatura especuladora que ha sido amamantada, impulsada y protegida desde el sexenio de Miguel de la Madrid, cuyos integrantes se quedaron con las instituciones bancarias, que poco tardaron en saquear para ser "rescatadas" por el erario e inmediatamente después extranjerizadas, libres de impuestos.

SORPRENDE, PUES, LA sorpresa de Guillermo Ortiz, porque es la historia de siempre, sólo que corregida y aumentada desde los tiempos de la "renovación moral": la economía mexicana como negocio privado, con el aval y el sostén financiero del erario.

EN EL MISMO foro se coló otra queja, la del presidente consejero de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Motta, quien dijo que sí, que las tarifas telefónicas en México son las más "caras entre las caras", pero es el mismo ente gubernamental el que recurrentemente asegura que no hay monopolio en telefonía, como tampoco en panadería, o cemento, o etcétera, etcétera. El problema es que no sólo son las tarifas telefónicas, sino las eléctricas, las comisiones bancarias, los peajes, el agua embotellada y lo que se le ocurra.

CINCO LUSTROS DESPUÉS, el doctor Frankestein y sus operadores quedan pasmados por los resultados de esa maravillosa "democratización del capital" en el país, mientras la economía se concentra día tras día, aunque a estas alturas parezca algo imposible.

Y MIENTRAS GUILLERMO Ortiz se queja amargamente -así sea ante una comisión legislativa- de los "grupos e industrias dominantes" en el país, uno de sus pupilos puede presumir que el modelo económico que no funciona, como él reiteradamente señala, que no sirve, que no más no da una y que por eso es necesario el Acuerdo de Chapultepec (el cual, dicho sea de paso, nunca habla de competencia), le ha brindado el privilegio de concentrar algo así como el 5 por ciento del producto interno bruto en su bolsillo.

CABEZA MAYOR DE uno de los "grupos dominantes" de la economía mexicana, en un solo año Carlos Slim Helú engordó su alcancía con 6 mil 200 millones de dólares, para redondear 30 mil millones de billetes verdes, de acuerdo con el reporte 2006 de los multimillonarios Forbes, lo que lo convierte en la tercera fortuna a nivel internacional.

NADA MAL LO HA tratado el modelo económico que no le cuadra. En los últimos dos sexenios, Slim Helú incrementó sus haberes en casi 800 por ciento, siempre de acuerdo con los reportes de Forbes: de 3 mil 700 millones de dólares en 1994, a 30 mil millones en 2006, que presenta el balance de un año atrás.

LOS 500 MULTIMILLONARIOS del mundo enlistados concentran fortunas por alrededor de 2 billones 600 mil millones de dólares (casi cuatro veces el PIB mexicano), 18 por ciento más que el año pasado. De ese total, 50 mil 800 millones corresponden a los diez mexicanos que aparecen relacionados por Forbes en su reporte 2006. Más de la mitad de ese monto corresponde a Carlos Slim.

DESPUÉS DE LA cabeza visible del Grupo Carso se registran a empresarios sotaneros, si se comparan sus fortunas con la de Carlos Slim. El segundo lugar entre los mexicanos (134 a nivel internacional) lo ocupa el español avencindado en México, Jerónimo Arango, ex accionista mayoritario del Grupo Aurrerá, con 4 mil 600 millones. La tercera posición (221 en el ranking mundial) correspondió a Ricardo Salinas Pliego ("and family"), con 3 mil 100 millones, un personaje que 13 años atrás sólo vendía licuadoras y otros enseres domésticos.

DESPUÉS VIENE ALBERTO Bailleres (que combina la minería con la ropa de marca en El Palacio de Hierro) con 2 mil 800 millones; le sigue la embajadora María Asunción Aramburuzabala ("and family''), 2 mil millones, una cantidad igual a la de Roberto Hernández Ramírez (mister free tax); Lorenzo Zambrano ("and family") con su monopolio cementero, con mil 800 millones; Emilio Azcárraga Jean, mil 700 millones; el neo filántropo Alfredo Harp Helú, con mil 400 millones, e Isaac Saba Raffoul ("and family"), con igual cantidad.

Las rebanadas del pastel:

¿COINCIDENCIAS?: TODOS LOS citados pertenecen a los "grupos dominantes" que aquejan a Guillermo Ortiz, y desde los 90 aparecen en Forbes.

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