Usted está aquí: sábado 11 de marzo de 2006 Mundo Recordarán a víctimas del 11-M sin actos públicos de envergadura

Hoy hace dos años 10 mochilas cambiaron España

Recordarán a víctimas del 11-M sin actos públicos de envergadura

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Familiares de víctimas de los atentados en Madrid observan un minuto de silencio durante un concierto en la capital de España Foto: Reuters

Madrid, 10 de marzo. El vocablo "11-M" se ha fijado indeleblemente en la memoria de los españoles como una fecha maldita, que recuerda la peor matanza terrorista en la historia de esta nación.

El jueves 11 de marzo de 2004, alrededor de las 8:30 horas de la mañana, 10 mochilas-bomba, colocadas estratégicamente en cuatro vagones de trenes de pasajeros, cambiaron para siempre la vida de varios miles de personas y -de paso- conmocionaron al mundo.

Aquel jueves, un comando supuestamente vinculado con la red Al Qaeda, del líder fundamentalista saudiárabe Osama Bin Laden, se mimetizó entre los miles de pasajeros que a diario utilizan la red ferroviaria interurbana de Madrid. Un total de 15 personas se dispersó en cuatro vagones, donde colocaron las bombas antes de salir furtivamente de la estación.

Minutos después, la masacre estaba consumada: 191 muertos y más de 2 mil personas heridas de distinta consideración, de las cuales más de 300 continúan recibiendo asistencia sicológica y médica, y una de ellas permanece en estado de coma.

Este año no habrá ni ceremonias solemnes ni actos públicos de envergadura ni conciertos en memoria de los muertos, como sucedió el año anterior, en atención a la petición de los familiares de las víctimas de guardar la máxima discreción para recordar una fecha tan dolorosa.

En Madrid, a diferencia de lo ocurrido en Nueva York, los lugares donde sucedió la tragedia recuperaron la normalidad meses después. Algo parecido ocurre en la estación de El Pozo del Tío Raimundo, donde los vecinos de esa comunidad incorporaron a su vida diaria el discreto monumento que recuerda la matanza.

Lavapiés, el barrio de donde procedía la mayoría de los autores materiales de la matanza colectiva, mantiene su habitual mestizaje cultural, sin que hasta la fecha se haya registrado algún acto de desagravio contra la comunidad musulmana. Lo mismo sucede en la localidad de Alcalá de Henares y en Navata de Tajuña.

En las próximas semanas se espera que se ordene la apertura del juicio oral en relación con las investigaciones judiciales sobre los atentados, que se convertirá con toda seguridad en el proceso que más expectación generará en la historia reciente de este país.

El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo se dedicó durante los últimos meses a reconstruir paso por paso todo lo ocurrido aquel día, así como las actividades previas y posteriores del grupo de supuestos autores materiales.

Se prevé que al macrojuicio acudirán los familiares de las víctimas de ese día aciago, los imputados y los responsables policiales que recabaron las pruebas.

La investigación de estos años señala que los presuntos responsables de la matanza pertenecían al llamado Grupo Islámico Combatiente Marroquí, una célula independiente con fuertes vínculos con la red fundamentalista Al Qaeda.

Según las pruebas, en la preparación y ejecución de los atentados participaron -directa o indirectamente- hasta 116 personas, de las cuales 25 se encuentran en la cárcel, 42 en régimen de libertad -con obligación de comparecer ante la Audiencia Nacional- y 12 están muertos.

La investigación demostró además que la célula terrorista se activó desde el momento en que el entonces presidente español, José María Aznar, decidió apoyar la guerra de ocupación de Irak.

En virtud de que el gobierno de Aznar responsabilizó a ETA de la matanza, sin pruebas y con la intención de utilizar electoralmente el atentado, dos años después tanto el Partido Popular como determinados medios de comunicación afines mantienen que todavía no se ha esclarecido el caso y existen indicios que demuestran la conexión con ETA.

Según la versión de Aznar, el Partido Popular y el periódico El Mundo los atentados del 11-M fueron diseñados con el único "objetivo" de "desalojar del poder" a la derecha, por lo que manejan una extravagante versión de los hechos, en los que participaron supuestos miembros de Al Qaeda, ETA, los servicios de inteligencia marroquíes en coordinación con algunos miembros de las fuerzas de seguridad del Estado y del Partido Socialista Obrero Español, ahora en el gobierno.

 
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