Usted está aquí: viernes 17 de marzo de 2006 Ciencias La ciencia en México, en estado de subdesarrollo lamentable: Ruy Pérez

El investigador documenta en un libro los avances del país en el tema durante el siglo XX

La ciencia en México, en estado de subdesarrollo lamentable: Ruy Pérez

El objetivo del volumen es crear conciencia sobre la situación científica actual y sus alcances, afirma

Relegar la educación al último renglón del interés gubernamental es suicida, sentencia el autor

JORGE CABALLERO

Ampliar la imagen Ruy Pérez Tamayo asegura que el desarrollo que ha logrado la ciencia en México se debe, sobre todo, a la conciencia civil Foto: Carlos Ramos Mamahua

Hace unos días, el Fondo de Cultura Económica (FCE) editó el libro Historia general de la ciencia en México en el siglo XX, del investigador Ruy Pérez Tamayo, en el cual describe y documenta hechos sobresalientes de este tema en nuestro país a partir de 1912.

En entrevista con La Jornada, el autor menciona: "El objetivo de este libro es crear conciencia. Vernos en un espejo con claridad para ver qué somos, hasta dónde hemos caminado, cuáles son los obstáculos que hemos enfrentado y cuáles los que hemos superado. Mientras no aprendamos a mirarnos a nosotros mismos, a analizar nuestros problemas y a ver con qué fuerzas contamos, no vamos a avanzar como sociedad. Por eso realicé este trabajo, que es una especie de ofrenda a la comunidad científica para que vea de dónde venimos y a dónde podemos llegar".

El académico precisa que las autoridades encargadas de apoyar y difundir el conocimiento científico en México tienen que tomar "conciencia del valor que tiene para la sociedad el apoyo a la ciencia y la tecnología, porque la sociedad tiene que sustentarse en estas dos ramas para actualizarse y poder vivir en el siglo XXI. La sociedad contemporánea depende del conocimiento, de saber hacer cosas para ser capaces de desarrollarse. Si mantenemos una sociedad ignorante, basada en supersticiones y creencias medievales, no vamos a progresar, nos vamos a quedar en este nivel. La prioridad número uno en el país debe ser la educación. Lo que gana un profesor de primaria es una tragedia nacional; a los maestros se les ha transformado en unos parias que viven una vida miserable, que no tienen para cubrir sus necesidades básicas. La educación en México ha sido confinada a uno de los últimos renglones del interés gubernamental, lo cual es suicida".

El también jefe del Departamento de Medicina Experimental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informa que Historia general de la ciencia en México en el siglo XX "nace a partir del libro Historia de la ciencia en México, de Elías Trabulse, quien documenta el tema a partir del siglo XVI y lo lleva hasta principios del XX, exactamente hasta 1912, cuando se realiza el primer Congreso Científico Mexicano; un libro espléndido que no sólo es descriptivo sino también sirve como una antología, porque reproduce trabajos científicos a lo largo de esos cuatro siglos.

"Pensé que podría completarlo con la historia de la ciencia en el siglo XX porque he vivido una buena parte de ese periodo y porque me dedico a la investigación científica; escribirlo siendo juez y parte del proceso. Lo primero que hice fue documentarme para escribir la primera mitad del siglo XX, y la segunda parte es un relato de mi experiencia personal. La investigación concluye en 2000, pero en estos seis años que llevamos del presente siglo la situación no es muy diferente, así que podría considerarse que es una historia de 1900 a nuestra época."

Estado actual de la ciencia

Pérez Tamayo comparte lo que descubrió al realizar esta investigación: "Que el estado y desarrollo de la ciencia en México de 1900 a 1952, cuando se funda Ciudad Universitaria, fue muy pobre, tuvimos poca paz civil durante 30 años, y cuando concluyó estábamos en un estado primitivo de subdesarrollo; lo que ocurre a partir del inicio de la segunda mitad del siglo XX: empiezan a consolidarse grupos de investigación gracias a la creación de Ciudad Universitaria; a partir de entonces el crecimiento de la ciencia en el país ha sido progresivo y extraordinariamente saludable. Cuando uno compara cómo estábamos en 1950 (no había nombramiento de investigadores, institutos ni proyectos de investigación) a como estamos en la actualidad, podemos ver que el crecimiento ha sido muy grande".

El optimismo de la anterior percepción de Pérez Tamayo mengua cuando se le pregunta sobre el papel de la ciencia mexicana en el mundo: "El desarrollo de la ciencia en México respecto de otras naciones de primer mundo -las cuales comenzaron hace siglos a trabajar, promover y apoyar la ciencia- está en un estado de subdesarrollo lamentable. En México tenemos muy poco tiempo de haber empezado este trabajo, aunque no lo hemos hecho tan mal: tenemos nombramientos de investigadores, institutos de investigación y un organismo oficial que apoya y fomenta la ciencia en México como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología".

El investigador precisa que el problema de la ciencia en nuestro país "no es de calidad; tenemos investigadores de máximo nivel en muchas disciplinas, el problema es de cantidad, somos muy pocos. Tenemos una masa crítica de científicos mínima, hay menos de un científico por cada 10 mil habitantes, mientras en Alemania hay 42 y en Japón 38 por la misma cantidad de gente. Si lo medimos de esta manera nuestra capacidad de desarrollo científico es muy pequeña... bueno, aunque no es lo único que está subdesarrollado en México", añade.

El científico extiende su anterior respuesta y agrega: "Todo el país está así porque la ciencia está subdesarrollada y no al contrario. La razón por la que está en subdesarrollo es multifactorial. Lo que ha ayudado a su desarrollo, que sí existe, es decir, la razón más importante, es la conciencia civil, la sociedad mexicana; porque a las autoridades no les interesa, aún no tienen el nivel de conciencia sobre la importancia que tiene el desarrollo de la sociedad al apoyar la ciencia y la tecnología".

Escenarios futuros

En el epílogo de Historia general de la ciencia en México en el siglo XX, Pérez Tamayo da tres posibles escenarios futuros, explica: "Uno pesimista, otro optimista y el tercero realista. El primero es que vamos a seguir como hasta ahora con el discurso de que la ciencia y la tecnología son importantes, pero reduciendo el apoyo que reciben; somos el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos que gasta menos en ciencia y tecnología, y el que menos doctores graduados tiene por año; estas cifras se traducen en indiferencia de las autoridades, las cuales deben promover el desarrollo de la ciencia, porque la iniciativa privada en nuestro medio nunca ha tenido el menor interés. Además, cuando algún científico termina su doctorado no tiene dónde trabajar, no hay nuevas plazas; la única que las ha aumentado es la UNAM, todas las demás no han creado nuevas plazas ni instituciones.

"El escenario optimista es que las autoridades acepten que la ciencia y la tecnología son importantes para el desarrollo de la sociedad, para que le den más apoyo, no sólo económico, sino de interés. El último escenario, el realista, es que como ocurrió en los pasados 50 años del siglo anterior vamos a seguir siendo comunidad científica a pesar de la indiferencia de las autoridades, así hemos vivido y no hay nada que se oponga a ello."

 
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