Usted está aquí: viernes 17 de marzo de 2006 Estados Generan migrantes riesgo social en Cancún y Playa del Carmen

Aproximadamente 40 mil trabajadores se instalan cada año en esos balnearios

Generan migrantes riesgo social en Cancún y Playa del Carmen

El gobierno de Quintana Roo se declara imposibilitado de dotarlos con servicios básicos

HUGO MARTOCCIA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Miles de mexicanos llegan cada año a Quintana Roo a buscar mejores oportunidades de vida Foto: Luis López Soto

Ampliar la imagen Hacinamiento y falta de servicios, problemas que afrontan los mexicanos que llegan a Cancún a buscar mejor empleo Foto: Luis López Soto

Cancún, QR, 16 de marzo. Mientras algunas entidades expulsan mano de obra hacia Estados Unidos, Quintana Roo vive una realidad opuesta: miles de mexicanos llegan cada año a buscar una oportunidad de vida en los centros turísticos y han creado una situación de alerta en Cancún y de riesgo en Playa del Carmen, ante la imposibilidad del gobierno de dotar con servicios básicos a esos nuevos pobladores.

De 2000 a 2004, las tasas de inmigración en Playa del Carmen oscilaron entre 18 y 30 por ciento, mientras que Cancún se movió entre 7 y 11 por ciento, lo que ha provocado que la cuarta parte de los recién llegados vivan hacinados y sufran el rezago en servicios de salud, seguridad, drenaje, educación y empleo bien remunerado, según un estudio del Instituto de Investigaciones Turísticas de la Universidad La Salle.

Es como si cada día llegaran dos autobuses repletos de gente a instalarse en Playa del Carmen. "Son 750 camiones llenos en un año, periodo en el que hemos contado hasta 40 mil personas instalándose en esa ciudad", dice Ariadna Rabelo, directora del Proyecto sobre Flujos Migratorios y Evaluación del Impacto Económico y Social de la Migración en la Zona Norte del estado, de dicha universidad.

El conteo de población y vivienda del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, realizado a finales de 2005, ratifica algunos números.

Quintana Roo tiene las tasas más altas del país en crecimiento, de 4.7 por ciento, y de migración, de 3.7, cuatro veces más que el promedio nacional. En el conteo estatal los números del norte y el sur del estado se equilibran y por eso las cifras bajan.

Mientras en el norte el éxito de la industria turística genera riesgo social por la constante llegada de migrantes, en el sur y centro la realidad es opuesta: los jóvenes se van de sus pueblos hacia la zona turística o a Estados Unidos, vaciando poblaciones enteras.

Francisco Rosado May, ex rector de la Universidad de Quintana Roo, comenta que la gente del sur de la entidad ya no emigra hacia los centros turísticos del norte, sino que busca también el sueño americano.

"En el norte de la entidad existe una altísima inmigración de varios estados, especialmente de Yucatán, Chiapas, Tabasco y Veracruz; relativamente hay poca gente del centro y sur de la entidad que emigra a Cancún o la Riviera Maya. Un fenómeno ya en niveles alarmantes en el sur es la emigración hacia Estados Unidos. Hay ejidos que se están quedando solos, como el caso de Luis Echeverría".

Las estadísticas muestran que hace seis años, 55 por ciento de la población de Quintana Roo era de otra entidad. Se trataba de 485 mil personas llegadas fundamentalmente de Yucatán (208 mil), Veracruz (59 mil), Distrito Federal (46 mil), Tabasco (45 mil) y Chiapas (28 mil), entre otros.

Sesenta por ciento de esa gente llega con la intención de encontrar un mejor trabajo, excepto algunos provenientes de la capital del país, quienes buscan seguridad y mejor calidad de vida.

Pobreza rural o miseria urbana

El estudio de flujos migratorios muestra que 42 por ciento de la gente que llega a Playa del Carmen o a la Riviera Maya, y 29 por ciento de los que van a Cancún, consigue trabajo en días. Eso genera que el nivel de satisfacción con ese cambio de vida llegue a 85 por ciento de los nuevos migrantes. Pero la realidad comienza a cambiar: 59 por ciento de estas personas gana menos de 6 mil 500 pesos mensuales en una zona donde el costo de vida es muy alto.

"La gente llega y se encuentra con sueldos que no ganaba en sus lugares de origen, pero en realidad se trata de salarios mínimos con costos de vida muy amplios", explica Ariadna Rabelo. "En los estados de donde vienen estos migrantes las tasas de crecimiento son menores a las de Quintana Roo, y muchos salen de espacios rurales con escasas posibilidades de mejoras. Pero al final la pobreza rural en la que viven se vuelve miseria urbana."

Un indicador de alerta indica que si el índice migratorio es menor al crecimiento natural de la población, la situación está controlada dentro del crecimiento planeado de servicios.

Cuando el índice migratorio se equipara al crecimiento natural se cae en una situación de alerta en cuanto a dotación de servicios. Y se pone mucho peor cuando el índice migratorio supera al crecimiento natural: en ese momento se pasa a la etapa de riesgo social.

El resultado es que el indicador de alerta en Playa del Carmen habla de riesgo social, porque el gobierno está imposibilitado de otorgar servicios a la gente que año con año se instala en la ciudad, y esa imposibilidad genera un rezago difícil de superar.

Según un informe de la Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional de la entidad, en 2000 había en Cancún y Playa del Carmen 5 mil 200 viviendas con pisos de tierra y 13 mil con asfaltado. Rabelo dice que la educación es uno de los sectores en que se notan más los rezagos.

 
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