Usted está aquí: lunes 20 de marzo de 2006 Mundo Tras 12 años en el poder, gana la relección el presidente de Bielorrusia

Obiene Lukashenko 82% de votos en conteo preliminar; la oposición denuncia fraude

Tras 12 años en el poder, gana la relección el presidente de Bielorrusia

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Simpatizantes de Aleksandr Milinkevich, líder de la oposición en Bielorrusia y aspirante a la presidencia, se manifestaron ayer en la plaza central de Minsk, para expresar su repudio a lo que calificaron de "farsa electoral" en la que fue declarado ganador Aleksandr Lukashenko Foto: Ap

Moscú, 19 de marzo. Aleksandr Lukashenko, quien desde hace 12 años gobierna con mano dura la pequeña república eslava de Bielorrusia, se proclamó vencedor en los comicios presidenciales de este domingo, mientras la oposición se niega a reconocer los resultados preliminares y denuncia que hubo fraude.

Hecho el recuento de 72 por ciento de las boletas, en torno de las tres de la mañana de este lunes, la Comisión Electoral Central (CCE) de Bielorrusia anunció que Lukashenko obtuvo 82.3 por ciento de los votos, seguido del líder de la oposición, Aleksandr Milinkevich, con apenas 5.8 por ciento.

De este modo, Lukashenko considera tener la legitimidad para gobernar un nuevo periodo hasta 2011, aunque todo indica que su intención es convertirse en una suerte de presidente vitalicio.

El primer paso en ese sentido lo dio al suprimir en 2004, mediante un referéndum ilegal por no estar permitido en Bielorrusia someter a consulta popular las reformas a la Constitución, el impedimento a relegirse después de dos mandatos seguidos.

Lukashenko, tildado por Estados Unidos de "el último dictador de Europa", puede presentarse a la relección cuantas veces quiera, apoyándose en dos realidades indisputables: una es que goza del apoyo de un sector importante de la población, satisfecho con el mínimo de subsistencia que le brinda el régimen, y la otra es que por ahora nadie puede disputarle el liderazgo, diezmada la oposición por años de represión y censura.

También es cierto que hay un creciente malestar entre los jóvenes y que 700 mil bielorrusos, poco menos de la décima parte de la población, han tenido que emigrar en busca de mejores condiciones de trabajo, y eso que la economía de Bielorrusia, bajo control del Estado en tres cuartas partes, depende en alto grado de los subsidios de Rusia, como son los precios sumamente ventajosos en el área de los energéticos, muy por debajo de los fijados a otras repúblicas de la antigua Unión Soviética.

En ese contexto, es poco creíble que Lukashenko haya podido sacar más de 80 por ciento de respaldo en las urnas, lo que le permite superar con creces el mínimo requerido de 50 por ciento para ser proclamado ganador.

Alrededor de 20 mil opositores, en abierto desafío a la prohibición de Lukashenko y su amenaza de dispersar con unidades especiales de la policía y el ejército cualquier manifestación en la vía pública, se congregaron en céntrica plaza de Minsk, la capital bielorrusa, para protestar contra lo que califican de "farsa electoral" y exigir que se anulen los resultados de la votación.

Con una rechifla ensordecedora y gritos de gañbá (vergüenza), la multitud de inconformes recibió la noticia del abrumador triunfo de Lukashenko, que contrasta con los resultados de una encuesta a pie de urna, realizada por el prestigiado centro ruso Levada, que otorga a Lukashenko no más de 47 por ciento de los votos y a Milinkevich, 25 por ciento, lo cual haría necesaria una segunda vuelta.

El candidato opositor pidió a sus seguidores realizar una "acción pacífica" y evitar las provocaciones para "no dar pretextos (a las autoridades) de usar la fuerza y derramar sangre".

El presidente bielorruso, que en la víspera respondió a las descalificaciones formuladas por su colega estadunidense, llamando a George W. Bush "el terrorista número uno en el planeta", prometió "torcer el pescuezo" a quien, en el previsible conflicto post-electoral, "intente desestabilizar el país con una revolución violenta, financiada desde el exterior".

En esta primera jornada de impugnación de resultados, no se registraron enfrentamientos en Minsk y los opositores se volverán a reunir este lunes en la misma plaza, no obstante que el régimen de Lukashenko estipula penas de hasta cinco años de cárcel para todo aquel que, a su particular entender, "desprestigie" a Bielorrusia o injurie a su presidente.

Hecho el recuento de la totalidad de las boletas, en torno de las cuatro de la mañana ya de este lunes, la Comisión Electoral Central de Bielorrusia anunció que la participación alcanzó 92.6 por ciento del padrón y que Lukashenko obtuvo 82.6 por ciento de los votos, seguido del líder de la oposición, Aleksandr Milinkevich, con apenas 6 por ciento.

 
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