Usted está aquí: viernes 24 de marzo de 2006 Opinión La desesperación

Luis Javier Garrido

La desesperación

El escenario actual de América Latina no puede comprenderse si no se le sitúa en el marco de la guerra que Washington y las empresas trasnacionales libran contra el mundo para apoderarse de los recursos estratégicos del planeta, y eso se está viendo en el caso del proceso electoral de México

1. El gobierno de George W. Bush, aprobando un documento del Consejo Nacional de Seguridad, lanzó el jueves 16 una nueva fase de su Estrategia de Seguridad Nacional, luego de la iniciada en 2003, que comprende, como la anterior, dos ejes fundamentales: a) la prerrogativa que se arroga Washington de lanzar una "guerra preventiva" contra cualquier Estado o grupo social del exterior que a su juicio pudiera amenazar sus intereses hegemónicos y al que se consideraría "terrorista", y b) el derecho que se otorga de imponer, por cualquier vía, gobiernos y formas de organización política en cualquier país, y en particular en los de América Latina, en el marco de la estrategia que llama de "la democracia de transformación", destinada a apoyar a "los movimientos e instituciones democráticos", que a su juicio son los que defienden a ultranza el modelo neoliberal y se oponen a quienes no lo respaldan, calificados de "populistas" y "demagogos".

2. Esta "nueva" estrategia de los halcones republicanos de Washington no constituye más que una reformulación, aún más agresiva, de la ya enunciada desde 2003, que les permitió masacrar sin límite a los pueblos de Afganistán e Irak, y ahora busca enfrentar a los regímenes independientes de su férula, a los que con lenguaje de vituperación llama "despóticos", entre los que señala con avidez a Irán y a Cuba, por lo que es muy significativo que se haya anunciado un día después de que el presidente uruguayo Tabaré Vázquez acordó en Caracas con Hugo Chávez impulsar una unión de Sudamérica y se opuso a un TLC con Estados Unidos (14 de marzo). La decisión de la Casa Blanca plantea, por lo mismo, la urgencia de que las naciones del continente concierten políticas para enfrentar la escalada de la violencia genocida de Washington e impongan la razón frente a la barbarie, haciendo una defensa a ultranza de los intereses fundamentales de Latinoamérica frente a la avidez militarista del capital trasnacional.

3. El relanzamiento brutal que hizo Bush ese mismo día de la ofensiva militar en Irak, considerada el mayor ataque aéreo desde la invasión de 2003, dio así una señal al mundo de que mantendría su impunidad, y generó una doble reacción: por un lado, las protestas cada vez más indignadas del pueblo estadunidense y de diversas personalidades en el mundo que exigen la retirada de las tropas estadunidenses de esos dos países, pero también el beneplácito de los grupos de la extrema derecha latinoamericana, entre los cuales se encuentran El Yunque, el PAN y los beneficiarios del gobierno foxista, que ahora buscan sacar provecho a la coyuntura a fin de involucrar abiertamente a Washington en la campaña mexicana.

4. No es una coincidencia, por lo mismo, que luego de Fox, de Salinas y de los capos panistas, también Zedillo se sume ahora al ridículo de buscar el apoyo de los republicanos estadunidenses (15 de marzo) con el objetivo de que la tecnocracia priísta y panista no pierda el poder, y que también él insista en descalificar a López Obrador. Y tampoco lo es que todo esto se haga a través de una campaña mediática sin precedente.

5. La decisión del PAN de apoyar la aprobación de la nueva Ley Federal de Radio y Televisión, llamada ley Televisa (22 de marzo) -que constituye un verdadero asalto al pueblo mexicano, pues le otorga graciosamente concesiones sin límite al consorcio, en la expectativa de que éste pueda hacer triunfar a Calderón, o de que, en el peor de los casos, contribuya a tratar de controlar al nuevo gobierno- representa un acto de corrupción sin precedente, por lo que es desde ahora una amenaza latente para los mexicanos.

6. El presidente venezolano Hugo Chávez, jefe de Estado de un país con el que tenemos relaciones diplomáticas, fue ofendido por un comercial soez de Calderón, que utilizó ilegalmente su imagen y lo denostó en los mismos términos de la administración Bush y, luego de que manifestó su justa protesta el miércoles 22, las dirigencias del PAN y del PRI, junto con Televisa y otras cadenas, se dieron a la tarea de difamarlo aún más, acusándolo de "intervenir" en la campaña electoral (cuando fue el PAN quien lo hizo aparecer en ésta), y calificándolo a él y a López Obrador de "populistas" y "demagogos", todo ello utilizando el mismo lenguaje del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. E incluso el presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, quien no ha sido en el pasado más que un empleadito de Elba Esther Gordillo y ahora actúa como incondicional de Calderón, se sumó a esta campaña el jueves 16, ensuciando aún más el proceso electoral.

7. Las consecuencias de estas acciones de Fox y de Calderón, y de Madrazo como su comparsa, ante la desesperación por saber que van a perder las elecciones, son múltiples. No es nada más el ridículo que están haciendo al fabricarle imputaciones al gobierno venezolano, o la tontería de evidenciarse como hampones al regalarle concesiones a Televisa. Felipe Calderón se exhibe una vez más como un individuo sin estatura moral ni política para ocupar cargo alguno, pues en su nerviosismo al saberse derrotado no dudó en ofender y calumniar a un jefe de Estado extranjero, en pedir la ayuda de Washington y en evidenciarse como un corrupto traficante de influencias.

8. El principal problema que afecta el proceso electoral es la injerencia ilegal de Vicente Fox, que no sólo está utilizando los recursos del Estado para imponer a su candidato, igual que hicieron los presidentes priístas en el pasado, sino que cotidianamente, en discursos y declaraciones, hace campaña por él, ya que el IFE ha sido incapaz de callarlo y someterlo a la ley. Un gobernante tiene la obligación de guardar silencio ante un proceso electoral, y cuando no lo hace es el derecho de todos callarlo. La frase de López Obrador "¡Cállate, chachalaca!", que tan formidable impacto mediático tuvo, fue por consiguiente muy justa y es muy poca cosa para un verdadero delincuente electoral como Vicente Fox, que durante cinco años ha faltado el respeto a los mexicanos: mintiendo todos los días, aprovechando el cargo para saquear el país en beneficio suyo, de su familia y de sus amigos, y entregando nuestros recursos básicos a Washington.

9. Nadie se preguntó por qué Fox, tan ansioso de lucirse, no felicitó el 16 de marzo al equipo mexicano de beisbol que derrotó y eliminó en Anaheim a la novena de Estados Unidos durante el primer Campeonato Mundial, en una de las mayores hazañas en la historia del deporte nacional. ¿No es porque él se ha hallado siempre del lado de Washington y de las trasnacionales?

10. El 21 de marzo, durante la ceremonia por el bicentenario del nacimiento de Juárez, el hombre que salvó a la nación y dio dignidad a los mexicanos, Fox, el gobernante que ha entregado la nación y actuado con la mayor indignidad, pretendió rendirle homenaje, y un humilde maestro rural le gritó "mentiroso", pero él y sus amigos no lo entendieron. No quieren reconocer que a los mexicanos ya no pueden engañarlos más.

 
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