Usted está aquí: sábado 25 de marzo de 2006 Opinión LOS DE ABAJO

LOS DE ABAJO

Gloria Muñoz Ramírez

EL SOLAR EN una comunidad zapatista es el espacio donde se siembra lo que se quiere tener cerca. En el solar están la casita de madera, la cocina con su fogón y el terreno de alrededor, donde crecen el mango, el chile, el limón, la naranja y, a veces, una pequeña milpa, un platanar o una hortaliza. En el solar siempre hay una hamaca para el reposo después de una ardua jornada de trabajo. Ahí se recibe a las visitas, los niños trepan a los árboles, se amontona la leña y, cuando baja el sol, las mujeres extienden una manta sobre el pasto para bordar sueños y esperanzas colectivas.

A MILES DE kilómetros de distancia, en Grecia, nació un solar en el que también se reposa y sueña, se trabaja y tejen rebeldías. Alana, se dice en griego, es un espacio de resistencias y voluntades envueltas en una revista que recién recorre las atropelladas calles de una Atenas envuelta en la depresión post olímpica y en el fragor de próximos encuentros altermundistas dentro y fuera del Foro Social Europeo.

CON DECLARADA INSPIRACION zapatista, el colectivo que la hace posible se plantea como deseo escuchar y encontrarse con personas y colectivos, intercambiar conocimientos, experiencias e información sobre las luchas que van encontrando en el camino. El recorrido es con el otro o no lo es. Escuchar, compartir y construir en común. Nada más y nada fácil.

UN ANIMO FESTIVO acompaña el nacimiento de esta nueva aventura trazada por un colectivo de luchadores de todas las generaciones y procedencias políticas de izquierda. En Alana confluyen las miradas jóvenes y frescas y la experiencia de quienes ya han vivido mil batallas. No hay periodistas ni autodenominados intelectuales. Es gente que lucha y, sobre todo, que siente y se conmueve sin disimulos, hombres y mujeres que revaloran palabras como solidaridad, dignidad y resistencia.

ALANA SERA UN eco de la rebeldía latinoamericana en este país mediterráneo, vilipendiado por la Europa de los poderosos. Sus contenidos y propio idioma dejan claro que no se trata de una revista de América para América, ni de Europa para América. Es una ventana a Latinoamérica, alimentada por diversas miradas, a la que podrán asomarse hombres y mujeres interesados no en la lectura de un artículo sobre la pobreza, sino en conocerse, encontrarse y hermanarse con sus espejos de un continente herido que levanta una y otra vez su rebeldía.

EL TAPIZ MULTICOLOR disfrazado de índice incluye para este número el nuevo panorama político boliviano, las elecciones y los escándalos por corrupción en Brasil, la experiencia de la otra campaña en México (de la que se ocuparán de manera especial en el próximo número), la historia de ocupación y resistencia en Haití, el sistema de salud en Estados Unidos y un especial sobre los barrios pobres de América Latina. Se trata de pensar en movimiento, acompañar y tejer. La revista es pretexto y herramienta. Un recurso y una apuesta contra la inmovilidad y el escepticismo.

ENHORABUENA ALANA, QUE el camino no carezca de tropiezos y que en el solar siempre se siembre lo que se quiere tener cerca, a la mano.

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