Usted está aquí: viernes 31 de marzo de 2006 Política Jalonean e insultan a Diego Fernández

Estudiantes y trabajadores reclaman al senador panista su apoyo a la reforma

Jalonean e insultan a Diego Fernández

ALMA E. MUÑOZ Y ANDREA BECERRIL

Ampliar la imagen El coordinador de los senadores del PAN, Diego Fernández de Cevallos, una vez que había sido rescatado de la multitud. Estudiantes y trabajadores de medios de comunicación públicos reclamaban al panista su apoyo a la ley Televisa Foto: José Antonio López

A jalones, Diego Fernández de Cevallos fue rescatado por agentes de seguridad del Senado de la República y dos de sus colaboradores de las manos de estudiantes de comunicación y trabajadores de medios de comunicación públicos, quienes le exigían que respondiera por qué algunos legisladores se vendieron a Televisa para aprobar la reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión, que beneficia a esa empresa.

El senador panista no dijo nada mientras recibía insultos de jóvenes, quienes lo llamaban "imbécil", "cabrón", "corrupto" y "vendido". "¿Cuánto te pagaron para que les dieras tu voto?", le reclamaban, pero Fernández de Cevallos no respondía y ocultaba su enojo mordiendo su puro.

En cambio, Javier Corral Jurado, su compañero de bancada, cuando llegó al recinto de Xicoténcatl fue recibido entre vítores y gritos de aliento por su oposición a los cambios impuestos.

Cerca de las 11:30 horas de ayer, cuando decenas de personas comenzaban a congregarse en las afueras del Senado para expresar su rechazo hacia la llamada ley Televisa, Fernández de Cevallos apareció en la calle de Donceles.

Un joven gritó: "¡Ahí viene Diego"! Varios compañeros suyos corrieron al encuentro del legislador, seguidos de trabajadores de medios públicos, hoy en riesgo de desaparecer por la reforma. Pronto unas 30 personas, entre manifestantes y reporteros, lo cercaron.

Los primeros comenzaron a gritar "¡no a la ley Televisa!", "¡vendido!, ¡vendido!, ¡vendido!" El panista pidió varias veces que le franquearan el paso, pero sólo recibía más ofensas: "¡corrupto!", "¡imbécil!", "¡sirvienta de Televisa!", "¡puto Cevallos!", y más.

Entonces le arrojaron agua. En ese momento dos de sus colaboradores comenzaron a abrirle paso a empellones. El legislador trastabilló, lo que permitió a personal de seguridad del Senado jalarlo para impedir que continuaran las agresiones. El tironeo por Fernández de Cevallos provocó que alguien le rompiera el saco al traspasar el cerco metálico que lo protegería de los manifestantes, donde se encontraba una fila de granaderos.

Una vez dentro del recinto se le unió su correligionario Fauzi Handam, con quien el senador Fernández de Cevallos intercambió algunas expresiones mientras miraba retadoramente a los inconformes, que continuaban insultándolo.

En sus primeras impresiones sobre lo sucedido, expresó: "Están mal informados, los han soliviantado mucho, pero no veo un problema mayor". Descartó sentirse en riesgo cuando fue rodeado por la multitud: "Ustedes saben que no soy un hombre de miedos. Cualquier cosa puede pasar, pero hay que asumirla", sobre todo, afirmó, "cuando hay una turbamulta violenta, provocadora, (que) no tiene límite en su comportamiento, se corre el riesgo de agresiones como ésta".

Advirtió que en el Senado iba a procurar que "todo se manejara de manera correcta" y manifestó que lo ocurrido también responde a que "nunca traigo ni acepto protección".

 
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