Usted está aquí: sábado 1 de abril de 2006 Política Promueven protestas en EU mediante la tecnología de la información

Vía Internet, jóvenes dejan atrás el chat y discuten sobre los primeros paros

Promueven protestas en EU mediante la tecnología de la información

Temen que la legislación afecte a mucha gente que merece un trato igualitario

ELIZABETH COLL ESPECIAL PARA LA JORNADA

Ampliar la imagen Intento de la policía por dispersar la marcha de protesta efectuada ayer por estudiantes en Woodland, California Foto: Ap

Nueva York, 31 de marzo. El viernes de la semana pasada los estudiantes de las preparatorias de Los Angeles empezaron una jornada de protestas contra las medidas antimigrantes que se han multiplicado durante los días siguientes por California y varios estados, con la participación de decenas de miles de jóvenes.

Sólo el lunes, unos 40 mil estudiantes de preparatorias y secundarias de la región de Los Angeles salieron de sus aulas para tomar las calles.

Organizándose vía teléfono, mensajes de texto e Internet, los estudiantes fueron sumando grupos de distintas escuelas a sus marchas, caminando horas; algunos dirigiéndose hacía el ayuntamiento, otros cerrando las autopistas y parando tráfico. El lunes también hubo paros en los estados de Washington, Utah y Virginia, y el martes protestaron estudiantes en Texas, Utah, y Arizona, mientras seguían los paros en Los Angeles. El miércoles, hubo órdenes para cerrar las salidas de las escuelas de Los Angeles y se amplió la presencia de la policía afuera de las preparatorias y secundarias. Sin embargo, hubo reportes de pequeños paros y manifestaciones estudiantiles en varias partes de Los Angeles.

Evelyn, organizadora en su prepa de Montebello, en Los Angeles, cuenta a La Jornada, vía telefónica, que el lunes todos habían acordado abandonar sus aulas a las 10 de la mañana, pero la ruta de la marcha fue casi espontánea. "Fuimos a las otras escuelas para decirles 'Somos tu gente, esto es lo que estamos haciendo, vengan con nosotros'. No sabíamos que íbamos a caminar tanto, pero no pensamos en el cansancio."

Carlos Canizales, de 17 años, pudo salir de South Gate High School el lunes, aunque las puertas tenían candado y muchos manifestantes tuvieron que brincarse las bardas. "Nos dijeron que nos podrían suspender de la escuela o multarnos por salir, pero vale la pena, porque de eso depende nuestro futuro. Es un placer, porque estamos sirviendo a nuestro pueblo, yo a mi pueblo de Guasave, Sinaloa, por si ellos quieren venir aquí un día, para agarrar un estudio o salir adelante."

Valeria, chicana con raíces en Jalisco, supo del paro cuando otros estudiantes vinieron a tocar las puertas de su aula. Confiesa que se preocupó un poco cuando las policías escolares cerraron las puertas, pero luego vio que venía corriendo una muchedumbre. "Cuando las policías vieron cuántos éramos, tuvieron que abrir las puertas."

Aunque el martes al menos 11 mil estudiantes seguían en paro en Los Angeles, dice Evelyn, "nosotros decidimos asistir a la escuela, para que no dijeran que estábamos aprovechando eso para faltar a las clases". Hicieron una asamblea en la que acordaron pedir una clase de historia mexicana. "En mi escuela hay gente de muchos países, muchas razas" continúa, "y hablamos de las discriminaciones que vivimos todos, por ejemplo lo que viven los estudiantes iraquíes. Hubo personas que se ofendieron porque los chicanos siempre referimos a la raza, pero explicamos que la raza somos todos, no sólo los de México, sino toda la gente que viene a esta tierra a ganarse la vida. No todos los países tienen la misma estabilidad económica que éste, muchos tienen pobreza, y a nadie le debe negar esta oportunidad".

Ola de desafío

Para intentar rastrear el crecimiento de esta gran ola de desafío, hay que entrar a myspace.com, sitio de los organizadores. Myspace.com funciona como punto de reunión virtual para más de 50 millones de usuarios, de los cuales 25 por ciento tiene menos de 18 años. En la semana reciente, el sitio que hasta ahora ha sido celebrado por su agilidad en la promoción de bandas de música, mostró otro gran potencial: la coordinación de mucha gente en muy poco tiempo. Su papel clave en la organización de las protestas es irónico, considerando que recientemente fue adquirido por Rupert Murdoch, el ultraconservador dueño de un imperio de medios, incluyendo Fox News.

Las ciberpáginas personales de los jóvenes que detonaron este nuevo movimiento muestran las habitaciones de cualquier adolescente, con carteles, música a volumen alto, fotos de la banda y algunos desechos tóxicos. Abajo del desmadre hay poesía, esperanza y amor. Al final de la semana pasada, los jóvenes de Los Angeles interrumpieron el chat cotidiano de 'qué onda, qué hay, qué chula, qué guapo' con discusiones de planes para hacer los primeros walkouts (paros).

El fin de semana empezaron a circular ampliamente anuncios como este que apareció en español: "Muestra tu rechazo contra esta ley racista, inhumana, que es un directo atropello a los derechos humanos de nuestra comunidad... Nosotros los latinos hacemos los trabajos de esclavos que ofrecen un sueldo de excremento que nadie más haría ni obligado... Háganle saber a sus compañeros y amigos que no vayan a la escuela el lunes". Se refiere al proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes, HR 4437, que criminalizaría a los inmigrantes indocumentados.

El domingo en la noche las páginas brincaban no sólo con pláticas de las fiestas semanales, sino con fotos de la megamarchas del sábado y diálogos como este en la distintiva sintaxis de Myspace:

"Pues según va a haber otra walk out... esa pinche ley más vale k (que) no pase porque si no sí va a haber desmadre; o tú k dices; k vas a hacer".

"I can't read spanish" (no leo español).

"U fools walking out?" (¿Van a hacer paros locos?)

Hoy se pueden encontrar mensajes de felicitación y celebración por el éxito de los paros, además de preocupaciones de represalia por parte de las autoridades y más planes para protestar en el futuro, incluyendo propuestas para otro paro este viernes.

Los jóvenes entrevistados repiten una y otra vez que lo importante no es si la ley migratoria los va a afectar directamente a ellos y sus familias, sino su impacto sobre mucha gente que merece un trato igualitario. John García, estudiante que se describe mexicano-japonés-americano, expresa: "Creo que si George Bush viviera en un país donde su familia estaría a punto de morir de hambre por el horrible estado de la economía del país, estoy seguro que él, o cualquier otro hombre, haría lo que sea para darle de comer a su familia, incluyendo venir ilegalmente a Estados Unidos. Lo básico es que la gente abra los ojos y se dé cuenta de que los migrantes son personas, no problemas".

 
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