Usted está aquí: lunes 3 de abril de 2006 Espectáculos Mientras más estridencia, habrá mayor necesidad de romanticismo: Manzanero

El cantautor, que viajará a Japón, tiene un nuevo disco, un álbum doble con 12 temas

Mientras más estridencia, habrá mayor necesidad de romanticismo: Manzanero

JUAN JOSE OLIVARES

Ampliar la imagen Hay que enseñar a escuchar todo tipo de música, afirma Manzanero Foto: Roberto García Ortiz

Las formas cambian, pero la esencia no, argumenta el cantautor yucateco Armando Manzanero, quien, en entrevista con La Jornada, afirma que nunca dejará de escribir romántico: "El romanticismo de la pareja es algo que siempre existirá. En la actualidad la estridencia es lo que se impone, pero si el lobo no existiera, Caperucita no hubiera sido tan famosa, o sea que mientras más exista la estridencia, más necesidad habrá de romanticismo. Los chavos podrán entrar a esa locura y a todo lo de este tiempo, pero cuando llega la verdad tarde o temprano tienen que caer".

El maestro Manzanero tiene un nuevo disco producto de esa veta inagotable de inspiración: Master class, álbum doble de 12 canciones producido por él mismo y Warner Music. La primera parte es la conclusión del trabajo, y la contraparte, en el disco class, va creando sobre la marcha, la producción y ejecución de cada tema a viva voz del maestro.

"Master class es un disco original porque todas las indicaciones que grabé y mandé a Costa Rica, o sea los demos mal cantados y tarareados, están en un disco especial, que viene a ser la clase y el master es la parte terminada del álbum."

En el trabajo lo acompañan el grupo tico Hermandad Editus y tiene dos duetos, uno con Jannette Chao y otro con David Cavazos.

"Son temas actuales. Antes decía: hagamos el amor a la distancia aunque nunca nos volvamos a encontrar, pero ahora un tipo toma su computadora y empieza a enamorarse de alguien que ni siquiera conoce. Ahora también manejo esa agresividad que muchas veces tienen los señores para obligar a una mujer a tener relaciones sexuales y, peor aún, cuando las violan. El hombre cree que si no penetra, no hizo el amor, y eso no es cierto, porque (canta el entrevistado) "... por supuesto que hicimos el amor y más que nunca, y más que siempre y más que jamás/ el sorbo de café que nos tomamos aquel rato que platicamos sin parar de conversar/ la rosa que compré y el beso tan discreto que en la boca yo te di/ no sé si te llore o de algo me acordé/ el caso es que hicimos el amor (...)"

Otro ritmo pero la misma esencia

-¿Hay gente que siga los pasos de los actuales bohemios?

-Hay muchos que lo hacen con otro ritmo, pero tienen la misma esencia.

Sin embargo, reconoce que en la actualidad menos gente escucha la música romántica.

Dice: "Nosotros repetimos lo que nos enseñan. Si los medios de comunicación presentaran música con más contenido, la gente lo aprendería. Cuando se va a grabar algo bueno, algunos recurren a temas de hace 40 o 50 años. Se subestima al público. Los medios taladran hasta que las canciones las meten y nunca se ponen a pensar que lo mismo da introducir una canción de medio pelo que una de gran cabellera. Hay que enseñar a escuchar varios tipos de música".

Reitera que amor no sólo es sexo. "Por qué pensamos que si no hay una acostada, no hay amor, y no es cierto, el amor es a veces compartir un rato con una taza de café y no lo primero, que se bañan y se van... y no quedó nada. De esa forma se piensan los temas de las canciones."

Manzanero se nutre de muchas cosas. Lee mucho, observa. Son experiencias personales, pero no de una vida tórrida. "Disfruto de la luna, las estrellas... o simplemente de una imagen enorme como unos pies femeninos vistos por debajo de la mesa. Heredé de mi madre, una indígena maya, esa forma positiva de ver las cosas negativas. Son tantos los momentos buenos de mi vida que las amarguras no logran superarlos."

El disco contiene piezas como De un bolero a un danzón, porque "soy un tipo que comenzó en el danzón y se fue al bolero".

Yucatán es cuna de trovadores, pero "los papás no dejan a sus hijos seguir ese camino, porque ahora es más difícil serlo. Mi padre no quería que fuera músico porque creía que me iba a ir mal, que padecería, además de que lo relacionan con ser borracho, pero conozco a gente que no toca la guitarra, pero le encanta el trago. En Mérida es impresionante la cantidad de chavos que tocan su guitarra, cantan, componen".

Manzanero emprenderá una gira en Japón el 9 de abril.

 
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