Usted está aquí: lunes 3 de abril de 2006 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

General Motors va a SLP a recuperarse con fondos estatales

Exenciones fiscales, terreno gratis, servicios y dinero público para ''complementar'' gastos

Ampliar la imagen Obreros de General Motors trabajan en la línea de ensamblado en la planta de Doraville, en Estados Unidos, donde sus trabajadores ganan varias veces más que los que contrata en México FOTOAp

PRODUCTO DE SUS excesos, aderezados por una pésima administración, la trasnacional General Motors -la mayor productora de automóviles del mundo- registra graves problemas financieros, que se reflejan en sus casi 11 mil millones de dólares en pérdidas durante 2005 y en la aplicación del consabido "plan de ajuste" -anunciado en noviembre pasado-, que no es otro que el despido de 30 mil trabajadores entre 2006 y 2008, y el aumento de su inversión en países donde la mano de obra, las exenciones fiscales y los favores gubernamentales, juegan un papel determinante en lo que empresas como la citada llaman "la recuperación de la competitividad".

A PRINCIPIOS DEL presente año, Ford Motor Company anunció un "plan de ajuste" similar: entre 25 y 30 mil trabajadores serán pasados a cuchillo, a la par que el corporativo fortalecerá sus inversiones extraterritoriales. Algunos años atrás Chrysler hizo lo propio.

EN LA INDUSTRIA automotriz trasnacional lo anterior es recurrente, tanto como la "fórmula mexicana" para sacar sus finanzas del hoyo. Desde tiempos de Miguel de la Madrid (en 1984 la planta Ford en Hermosillo inauguró la nueva ley de inversiones extranjeras y la propiedad 100 por ciento foránea) los caritativos gobiernos mexicanos (estatales o federal) de inmediato levantan la mano para ser los primeras en auxiliar a las siempre socialmente comprometidas trasnacionales y garantizarles, con generosidad envidiable, una pronta recuperación financiera, aunque el costo lo asuman los mexicanos.

LA CEPAL HA estudiado a fondo el modus operandi de las automotrices foráneas en esta heroica nación, y entre sus conclusiones destaca: "es evidente que países como México son usados por las trasnacionales para aumentar su margen de ganancias a través de mano de obra barata y aprovechar los incentivos que las autoridades otorgan a este tipo de inversiones. El establecimiento de plantas maquiladoras -como las de General Motors- volvió evidente el hecho de que la estrategia trasnacional es contar con mano de obra barata... Las trasnacionales automotrices descubrieron que en México se podía producir motores de calidad mundial para exportación", con un costo significativamente reducido en comparación con el de sus matrices.

EN LO QUE VA del "cambio" la inversión extranjera directa en el sector automotriz acumula 8 mil millones de dólares, más promesas por cerca de 3 mil millones para 2006. En la administración Fox, las trasnacionales que operan en el país habrán vendido alrededor de 8.5 millones de vehículos automotores, aunque la plantilla laboral se ha reducido.

EN FIN. GENERAL Motors, de nuevo en crisis. "No es el fin del mundo", dicen sus directivos, pero por si las moscas el consorcio estadunidense dirigió su humilde mirada hacia los compasivos ojos de Marcelo de los Santos Fraga, el altruista gobernador panista de San Luis Potosí, mejor conocido como el góber Pinocho, quien al grito de "a sus órdenes señores", le abrió de par en par las puertas y las arcas estatales, para que la trasnacional instale una nueva planta, a inaugurarse en 2008, con una inversión modesta (650 millones de dólares) para que así fortalezca sus finanzas, en conjunto con sus tres instalaciones existentes (Toluca, Ramos Arizpe y Silao).

PARA GENERAL MOTORS el negocio es redondo, no así para los potosinos. Como bien ha documentado La Jornada San Luis, el caritativo apoyo gubernamental va de la exención fiscal a las "ayudas" en la adquisición de los terrenos donde se instalará la nueva planta productiva, sin olvidar al recinto fiscalizador Logistik Free Trade Zone, negocio en el que, de acuerdo con las investigaciones oficiales de la Cámara de Diputados, participarían los cachorros Sahagún, y otra trasnacional, la suiza Societé General de Surveillance, un consorcio que en México es representado por Juan Carlos López Rodríguez, "ex funcionario aduanal inhabilitado, pero amigo de José Guzmán Montalvo, titular de la Administración General de Aduanas (AGA), quien le otorgó la concesión del recinto fiscal que se encuentra en territorio potosino".

TODO INDICA QUE los dineros públicos han actuado a favor de General Motors, un consorcio que se establecerá en San Luis Potosí con el gancho de que las autoridades le otorgarán exenciones fiscales, "cierta infraestructura", el "complemento" de operación con recursos estatales y federales y los terrenos en los que se instalará la planta.

SI LA TRASNACIONAL no pagará impuestos, el gobierno estatal financiará "cierta infraestructura", habrá dinero público para "complementar" la instalación de planta productiva, la ganancia se remitirá a la matriz estadunidense y el costo de los terrenos será cubierto por el erario estatal. Entonces ¿qué beneficios obtendrán los potosinos? En el despacho del gober Pinocho aseguran que "empleo, mucho empleo", tanto como 2 mil 300 plazas directas "y muchas indirectas", con salarios varias veces inferiores a los que la trasnacional tiene que pagar en su propia casa.

NO TENGO EL DATO a la mano, pero es público que muchos potosinos carecen de vivienda o la que poseen se encuentra en condiciones deplorables. Para eso el gobierno estatal no tiene recursos, pero si de trasnacionales se trata, Marcelo de los Santos Fraga se pinta solo: "vamos a comprarlo (el predio) y también estamos comprometidos (con General Motors) a dotarlo de algunos otros servicios como la subestación, y cuando tengamos todo definido les daré a conocer la cantidad con mucho gusto" (La Jornada San Luis) Qué bien: se paga con dineros públicos, para después "donarlo" a GM.

COMO DICEN LOS clásicos, con ese tipo de amigos, ¿para qué quieres gobernador?

Las rebanadas del pastel:

PARA EL REGISTRO de los atentados en contra de la libertad de expresión: María Luisa Paulín, la autoritaria coordinadora de comunicación social del gobierno panista de SLP, "pidió" a La Jornada San Luis "no publicar nota alguna" sobre la llegada de General Motors a la entidad. "Tenemos un convenio de confidencialidad y si se difunde por canales extraoficiales la empresa tiene la alternativa de cancelar la planta en el estado". La respuesta del diario fue rotundamente negativa; por el contrario, fue el único medio local que informó sobre el asunto, y lo sigue haciendo, con la consabida represalia del góber Pinocho.

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