Usted está aquí: lunes 3 de abril de 2006 Política Acusa Rivera a legisladores de pensar sólo en cuestiones comerciales y sus ganancias

La fuerza del dinero no se puede imponer sobre las ideas, considera Arizmendi

Acusa Rivera a legisladores de pensar sólo en cuestiones comerciales y sus ganancias

El cardenal condena que no se haya tomado en cuenta a las iglesias en materia de medios

ALMA MUÑOZ Y ELIO HENRIQUEZ REPORTERA Y CORRESPONSAL

El arzobispo primado de la ciudad de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, acusó a los legisladores que impulsaron las reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión de interesarse únicamente en cuestiones comerciales y ''en las ganancias que se han de tener'', sin considerar temas fundamentales para la comunicación en el país.

Inclusive condenó que no se tomara en cuenta la opinión de las iglesias para determinar el papel que juegan dentro de los medios masivos. Más aún, el editorial del periódico de la Arquidiócesis de México cuestionó que las reformas aprobadas cerraran el paso a las instancias religiosas para acceder a concesiones.

Hubo una negativa legal, subrayó el semanario Desde la Fe. ''Ni siquiera se plantean estos asuntos para transitar hacia una sociedad más congruente y madura. Es más rentable explotar los temas esotéricos, las supersticiones y charlatanerías seudorreligiosas. Pero ocuparse de todo esto es demasiado pedir a nuestros diputados y senadores que, a decir de algunos, ni siquiera se dieron cuenta de lo que estaban aprobando''.

Por su parte, el obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Felipe Arizmenzdi, dijo ''todo lo que sea, huela o aparezca como monopolio nunca lo veremos bien, porque la fuerza del dinero no se puede imponer sobre la fuerza de las ideas. Aquí se ve que lo que manda es el poder del dinero, no el poder de la verdad ni, sobre todo, el poder de escuchar voces pequeñas que también tienen derecho a ser escuchadas, a que presenten sus puntos de vista'', dijo al ser entrevistado en San Cristóbal.

Recordó que el presidente Vicente Fox, desde su campaña política, se comprometió con las denominaciones religiosas a luchar por un cambio constitucional y en las leyes secundarias para que las iglesias pudieran tener acceso a los medios electrónicos, e inclusive a las concesiones de estos espacios, promesa que se ve más lejos de cumplir con la legislación aprobada por el Senado.

Arizmendi alertó también sobre la posibilidad de que, con la aprobación de las reformas, ''haya muchas radios y televisoras piratas, fuera de la ley. Si realmente el marco legal no da para que las personas, grupos y empresarios pequeños puedan dar un servicio y trabajar honestamente en éstos, cada día la sociedad se va a sentir con menos posibilidades de ser escuchada''.

El cardenal Rivera, entrevistado al término de su homilía en la Catedral Metropolitana, lamentó que ''muchas voces'', incluidas las de las iglesias, no fueran tomadas en cuenta para definir los criterios que deberían regir a los medios de comunicación. ''Los contenidos deben ser culturales, de desarrollo de nuestra patria, de centrar los valores propios de México'', pero ''no quisieron o no pudieron'', en el lapso que duró la discusión, llenar esos vacíos.

Muchas voces, reiteró, ''no se escucharon; muchos criterios fueron desechados o no se tomaron en cuenta, y sabemos que son temas fundamentales sobre la comunicación, no incluidos'', especialmente lo referente a los contenidos. ''Parece que muy poco les interesó, más bien se fijaron en las cuestiones comerciales'', insistió.

Sin embargo, el prelado se cuidó de pedir al presidente Vicente Fox que vete la norma aprobada. ''Yo no sé lo que debería hacer'', se disculpó.

El editorial de Desde la Fe impugnó que en la controversia al respecto las posturas antagónicas se centraran en aspectos técnicos y económicos y no en lo sustancial de los medios de comunicación. ''Nadie ha desarrollado temas de mayor altura y profundidad al plantear una reforma de ley para propiciar una mejor industria; parece que lo único que les interesa a todos es el negocio que de ello deriva.''

Por su parte, Felipe Arizmendi dijo que toda esta situación le preocupa a la Iglesia católica, porque ''a veces tienen libertad los que tienen más dinero y no tiene libertad el Evangelio, no hay oportunidad para predicar la palabra de Dios que, estamos convencidos, es un bien seguro, claro y profundo para las personas, la sociedad y las familias''. Expresó su deseo de que el hecho de que ''haya tanta concentración de poder en pocos grupos, personas o empresas'' no propicie ''una manipulación de conciencias y de personas'' por parte de las dos principales televisoras.

Manifestó su esperanza de que la ley Televisa ''no traiga mayor concentración del poder de las comunicaciones, sino que se busquen otras alternativas''.

 
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