Usted está aquí: lunes 10 de abril de 2006 Mundo Desclasifican en Argentina hábeas corpus tramitados en la dictadura

Aportará valiosa información sobre desaparecidos

Desclasifican en Argentina hábeas corpus tramitados en la dictadura

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 9 de abril. La Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires desclasificó archivos donde figuran más de cuatro mil hábeas corpus tramitados durante la pasada dictadura militar (1976-1983), lo que aportará valiosas informaciones sobre víctimas y desaparecidos. También en las provincias de Córdoba y Formosa se han encontrado archivos en los últimos tiempos.

En 1984 la comisión nacional que investigó la desaparición de personas (Conadep) durante la dictadura, por pedido del ex presidente Raúl Alfonsín solicitó todos aquellos expedientes que se habían tramitado en la provincia, pero en este caso se recibieron listas de las causas y fotocopias de los originales, las que continuaron archivadas durante años.

La recuperación de esos documentos y las instrucciones de la Corte, para buscar todo lo que no fue denunciado en su momento permitirá la reconstrucción de las denuncias que se hicieron en los tiempos de la dictadura y un rencuentro de las familias con sus desesperados e ignorados pedidos cuando buscaban a sus familiares secuestrados y desaparecidos.

Esa documentación fue clave para el trabajo de los juicios por la verdad que se desarrollaron y continúan abiertos en La Plata capital de la provincia de Buenos Aires y mostraron la complicidad de la justicia con los dictadores.

Entre los archivos encontrados figuran cartas desesperadas de las madres y abuelas buscando a sus familiares y la perversa indiferencia de la justicia, que desestimaba los pedidos de hábeas corpus, dejando en total indefensión a las víctimas.

A partir de 1977 -a nivel nacional- se acordó que los jueces y tribunales regionales podían abstenerse de solicitar informes a las fuerzas armadas en casos de hábeas corpus solicitados para detenidos o desaparecidos. Esta medida ordenaba no solicitar informes "al Estado Mayor conjunto relacionados con las víctimas" y alcanzó a todos los juzgados y cámaras.

Hay documentos que muestran los pedidos de hábeas corpus por familias enteras desaparecidas, sin respuesta alguna para el familiar que desesperado golpeaba las puertas de una justicia ausente.

Las denuncias se archivaban, pero vistas en su conjunto ahora, son documentos básicos para la reconstrucción de la verdad. Conmovedoras cartas de abuelas que llegaban a la justicia después de recorrer cuarteles, cárceles, hospitales, están allí, cuando ellas -como lo dicen ahora- todavía creían "que había algún resquicio judicial para recuperar a los niños".

Se cita una de esas cartas firmadas por 13 mujeres, con la denuncia de los primeros niños buscados, porque sus madres estaban embarazadas cuando se las llevaron, entre ellas figura la ya fallecida María Eugenia Cassinelli de García Irureta Goyena, madre de María Claudia, secuestrada junto a su esposo Marcelo Gelman y luego llevada a Uruguay.

Marcelo, hijo del poeta Juan Gelman fue asesinado aquí y María Claudia vivió el infierno de ser llevada a otro país, mantenida secuestrada allí, donde nació su hija Macarena, encontrada en 2000 después de una larga búsqueda. María Claudia fue asesinada y desaparecida como otras 500 madres a quienes les robaron a sus hijos, nacidos en cautiverio.

En aquella conmovedora carta estas mujeres escribían que estaban buscando a "los bebés de nuestros hijos desaparecidos o muertos en estos últimos dos años. Algunas de estas criaturas han nacido de sus madres en cautiverio. Otra fue sacada de su hogar, que fue destruido. Hasta ahora todos nuestros esfuerzos han sido vanos. Las criaturas no han sido reintegradas a sus hogares, a sus familias. No sabemos ya qué hacer".

En esta carta que cita hoy el periódico Página 12 se lee también que las madres mencionaban que "algunos abuelos han podido localizar a sus nietos en Tribunales de menores o por su intermedio. Por eso nos permitimos rogarle quiera tener a bien interesarse en la lista de bebés desaparecidos que adjuntamos, por si ustedes tuvieran noticias de alguno de ellos".

Nunca les respondieron y la búsqueda sigue hasta estos días.

Esta semana una de las Abuelas de Plaza de Mayo, Alba Lanzillotto, recibió la noticia de que un cuerpo de una persona desaparecida durante al dictadura era el de su hermana María Cristina Lanzillotto , identificada por Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

María Cristina y su hermana melliza Ana María, desaparecieron durante la dictadura, la primera en la ciudad de Pergamino junto a su esposo y sus hijos pequeños -que fueron dejados en la calle por policías y luego recogidos por una familia que les avisó a los abuelos. Ana María fue secuestrada en julio de 1976, embarazada de ocho meses, y era esposa del dirigente Domingo Menna del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), asesinado por la dictadura. El hijo mayor de Ana fue recuperado gracias a una carta anónima que les permitió llegar a la sede policial donde estaba el niño. Pero hasta ahora se busca al que nació en cautiverio.

Los restos de Cristina serán inhumados en la Iglesia de Santa Cruz, casi 30 años después.

 
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