Usted está aquí: viernes 14 de abril de 2006 Capital Los Judas de Santa Rosa Xochiac, real muestra de trabajo artesanal

En la comunidad de ese pueblo de Alvaro Obregón se les conoce como shimos

Los Judas de Santa Rosa Xochiac, real muestra de trabajo artesanal

El próximo año celebrará el resurgimiento de esta tradición en el Zócalo capitalino

ROCIO GONZALEZ ALVARADO

Ampliar la imagen Integrantes de la asociación Los de Siempre, de Santa Rosa Xochiac, durante la creación de un Judas de casi 10 metros de altura Foto: Carlos Cisneros

Gigantes y diabólicas figuras de hasta 10 metros de altura, con estructuras de carrizo forradas de cartón y pintadas con vistosos colores, que encarnan a los tradicionales Judas de Semana Santa, saldrán a desfilar este viernes por las calles del pueblo de Santa Rosa Xochiac, en la delegación Alvaro Obregón, en un añeja costumbre, que niños, jóvenes y adultos se empeñan en conservar.

Más que un ceremonial religioso, se trata de la exhibición de un trabajo artesanal colectivo que reúne desde hace más de dos décadas a los habitantes de la comunidad, que sin mayores recursos que los propios, hacen uso de su creatividad para presentar al traidor de Jesucristo, que será tronado el Sábado de Gloria por su mal actuar.

De hecho, don Miguel Angel Morelos platica que cuando el desfile y la quema de los shimos, como también se les conoce a los Judas en Santa Rosa Xochiac, se habían olvidado por los jerarcas de las Iglesia, fue un grupo jóvenes que decidió a principios de la década de los 80 tomar la estafeta y continuar con este ritual, que empieza el Viernes Santo y concluye el Sábado de Gloria.

Son los hijos y los nietos de aquella generación, quienes con la asesoría de los mayores se encuentran al frente de la organización. Divididos en grupos, según la zona en la que vivan, desde hace cuatro semanas pusieron en juego sus habilidades para armar las monumentales figuras.

De ellos, tres son los que sobresalen: Los de Siempre, Los Soñadores y Tepeco, que compiten entre sí, sin concurso de por medio, por crear el mejor chamuco. "La satisfacción para nosotros es que al final la gente nos dé el reconocimiento, y que el trabajo salga como lo planeamos", cuenta José Rosalío Pérez, integrante del primer grupo.

De oficio carpintero, confiesa que los primeros Judas salían tan feos y flacos que el día de la procesión nadie se quería adjudicar la paternidad, pero con el tiempo fueron afinando las técnicas y mejorando los materiales. De hecho, dice orgulloso, que los shimos de Santa Rosa Xochiac se distinguen por su tamaño y los mecanismos que integran para que tenga movilidad y giren antes y durante la quema.

En el número 69 de la calle La Escondida y en Tepeco el trajín no para. Con el tiempo encima, entre bromas y juegos, unos atizan la lumbre para tener en punto el engrudo, los niños empapelan y los jóvenes pintan.

Los de Siempre este año presentarán al más gigantesco. Una monumental escultura con rodillas flexionadas. Ocupó un total de 500 carrizos de tres metros, 300 bolsas de papel, 70 kilos de harina para el engrudo, dos galones de cuatro litros de pintura vinílica, así como 600 cohetes de luz y 60 cohetes bomba. Con 300 kilos de peso tiene que ser sostenida por más de 15 jóvenes.

En el Cerrito, calles arriba, los olores de los tamales han comenzado a invidir la zona. Y en el suelo yace el cuerpo de un cerdo, listo para las carnitas. En este último sitio, Los Soñadores han concluido su labor y se preparan ya para la fiesta.

Se esperan en total cerca de 10 figuras que, a diferencia de otros sitios donde se ridiculiza a los políticos de moda, aquí se realizan con los clásicos chamucos, y que cada quien le dé la interpretación que quiera.

Los grupos se encontrarán este día con sus Judas en el centro del poblado, después recorrerán sus principales calles. ¡Ya llegó el shimo por su tamal!, es el verso tradicional que pregonan en su caminata, con paradas en cada casa, aunque ha diferencia de antaño en lugar del tradicional alimento, recibirán dulces, refresco, frutas y hasta dinero. La quema se inicia el sábado, después de la misa de Gloria, y la fiesta puede durar hasta la madrugada.

Para el próximo año, cuando se celebrará el 25 aniversario del resurgimiento de esta tradición, se prevé festejarlo en el Zócalo capitalino, adelanta Salvador Zamora, quien refiere que para esta ocasión pretenden edificar un judas de 25 metros, y en una carpa hacer una exposición con fotografías y documentales sobre esta comunidad.

 
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