Usted está aquí: viernes 14 de abril de 2006 Espectáculos Ambienta Manu Chao reclamo de derechos civiles en barrio de Barcelona

El acto, por la presentación del libro del defensa azulgrana Oleguer Presas

Ambienta Manu Chao reclamo de derechos civiles en barrio de Barcelona

DE LA REDACCION

El barrio chino de Barcelona -ahora conocido como el Raval- se congregó alrededor de la música de Manu Chao y en torno a las palabras de Oleguer Presas, aclamado futbolista del club Barcelona que presentó su libro Viaje a Itaca, escrito junto con Roc Casagran. En el acto, el jugador del equipo azulgrana estuvo flanqueado por dos trabajadoras sexuales que luchan por sus derechos, una inmigrante del Espacio de desobediencia a las fronteras, el cantante catalán Lluís Llach y Anna Sallés, viuda del escritor Manuel Vázquez Montalbán.

En las amplias instalaciones del centro de bachillerato público de este barrio céntrico de la ciudad, donde estudian jóvenes de 27 nacionalidades, 300 personas gozaron del encuentro con el futbolista, ahora en su faceta de escritor comprometido, y la música de Manu Chao que, guitarra en mano, deleitó a los asistentes improvisando rumbas de Barcelona.

En la velada cultural se hicieron referencias a la lucha de los migrantes en el mundo, en particular se habló de las manifestaciones masivas en Estados Unidos. También hubo alusiones a las luchas urbanas y sociales en la capital catalana. Ahí, una prostituta entregó a Manu Chao el premio Goya a la mejor canción que ganó por Calle, que acompaña la película Princesas, de Fernando León de Aranoa.

En el Raval conviven inmigrantes de todos los continentes y es símbolo de la resistencia contra la especulación inmobiliaria. Hace unos meses se aprobó una nueva ley de civismo que penaliza desde la prostitución y el ambulantaje hasta los jóvenes que practican el skate en patineta. En el acto se cuestionó la criminalización de quienes trabajan y conviven en las calles, incluidos los vecinos, sujetos a infracciones municipales por usar la calle.

Mención especial tuvo el zapatismo chiapaneco, que sirvió como referente para juntar a quienes resisten y luchan en uno de los barrios populares más emblemáticos y degradados de la ciudad, acosado desde hace más de una década por un proyecto de restructuración y especulación urbanística que ha buscado desalojar a los pobres del mapa. "Este acto ha servido para recordar que queremos un mundo donde quepan muchos mundos", señaló Iñaqui García, del Colectivo de Solidaridad con la Rebelión Zapatista, que organizó la presentación del libro del afamado defensa del Barcelona.

 
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