Usted está aquí: sábado 15 de abril de 2006 Sociedad y Justicia Autoridades del AICM renegocian convenio con la Unión de Maleteros

Con base en el acuerdo habrá mejoras administrativas

Autoridades del AICM renegocian convenio con la Unión de Maleteros

TRIUNFO ELIZALDE

Luego de mantenerse sin cambios durante los últimos 25 años, el convenio de concesión que las autoridades del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) sostenían con la Unión de Maleteros de Equipajes Exprés y Carga finalmente fue renovado, con lo que se puso punto final a una situación "que resultaba leonina para el aeropuerto", según un funcionario de la terminal aérea.

Aunque no reveló los términos del nuevo contrato, el servidor público (del área comercial) consultado por La Jornada comentó que tanto para la dirección general adjunta comercial y de servicios como para la jurídica no fueron fáciles las pláticas de renegociación del convenio, "pues los líderes de los maleteros, como viejos zorros en este negocio, estaban acostumbrados a imponer sus condiciones, incluso con veladas amenazas de suspensión del servicio a la gente que utiliza el aeropuerto".

Uno de los principales logros del área de administración del AICM, que encabeza Héctor Velázquez Corona, fue establecer que durante los próximos seis años los 150 maleteros que dentro del área operacional atienden el movimiento de equipajes de varias líneas aéreas europeas acrediten a las finanzas del aeropuerto 10 por ciento del valor de los contratos que tiene con esas empresas. "Antes no lo hacían, porque consideraban que era una extensión de sus servicios externos al interior del aeropuerto".

Obviamente, lo anterior contrarió a los representantes de la unión, en especial al líder Rubén Gómez, y a su representante en el aeropuerto capitalino, Fleuri Peto Alvarez, quien en todo momento se negó a dar mayores detalles de las condiciones en que se negoció el nuevo convenio, y simplemente comentó: "Con este director -Velázquez Corona- no se puede. No hay manera de negociar. Se olvida que llevamos aquí 25 años y tenemos ganados derechos que no quiere reconocer".

Al preguntarle a Fleuri Peto Alvarez, al término de una conferencia celebrada en el salón de usos múltiples del AICM, dónde es posible entrevistar a Rubén Gómez, reclamó a La Jornada por qué lo cuestionaba si él "entregaba 5 mil pesos mensuales a un reportero representante de la fuente del aeropuerto", y respondió: "¡Búsquelo en alguna (sic) de las juntas de Conciliación y Arbitraje! Por ahí anda todos los días, no tengo su teléfono y de momento la unión no tiene oficinas. Yo no puedo revelar nada sobre el nuevo contrato". Al pedírsele que explicara por qué algunos maleteros se quejan de estar siendo explotados, con sequedad respondió: "Dígame quiénes son, y frente a ellos aclaro la situación".

Con base en comentarios hechos a este diario por algunos maleteros, que por obvias razones pidieron el anonimato, pudimos enterarnos que la Unión de Maleteros de Equipajes Exprés y Carga (organización perteneciente a la CTM) cuenta con 600 miembros, a los cuales se les exigió, para pertenecer a la organización, "colaboraciones voluntarias de 5 mil y 10 mil pesos, sin recibo de por medio".

Una vez dentro de la unión, y de acuerdo con el aérea de atención a pasajeros en que se les permite trabajar (internacional, nacional, intermedia o externa, donde arriban los vehículos que dejan a las personas que van a viajar), es el monto de la cuota diaria que deben entregar a los coordinadores, y éstos a sus líderes. "Si nos comisionan fuera, o en las zonas de llegadas del interior o del extranjero, la cuota es de 80 y 100 pesos, pero si nos ponen ante la puerta de salida de la Banda G8, entonces son entre 50 y 60 pesos, porque ahí el movimiento de personas es menor".

Los quejosos dicen no saber qué se hace en la agrupación con el monto de las cuotas, porque los uniformes que portan (pantalón negro con camisa blanca) se les venden; y los diablitos en que transportan los equipajes de los pasajeros, se los alquilan. Por otra parte, reconocen que "hay favoritismo entre los maleteros, ya que no todos pueden estar en las salidas y llegadas de vuelos nacionales o extranjeros, sólo aquellos que están bien con los mandones".

 
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