El organismo promueve el "trabajo decente"
Precarios e informales, seis de cada 10 empleos en Latinoamérica: OIT
El trabajo decente es descrito por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como productivo, con remuneración justa, seguridad, protección social y que permite el desarrollo personal y la integración social. No obstante, este tipo de empleo no es la constante en América Latina ni para parte de quienes se desplazan a los países desarrollados de América.
Según la OIT, de cada 10 empleos que se crean en América Latina, "seis son precarios e informales"; por tanto, "no contribuyen a la paz social y la democracia".
Por esa razón, en la decimosexta Reunión Regional Americana, que este año se realizará en Brasilia, Brasil, del 2 al 5 de mayo, el director general de la OIT, el chileno Juan Somavia, expondrá un informe sobre la promoción del trabajo decente -considerado fundamental para el desarrollo- en América y las perspectivas de que se instaure en la región.
Hace casi siete años la OIT acuñó el término de trabajo decente, pero en general, en los países pobres de la región y del resto del mundo, lo que prolifera es el desempleo, el subempleo, los puestos de baja calidad e improductivos, inseguros, de ingresos inestables, con denegación de derechos, desigualdad de género, explotación de los migrantes y falta de representación y participación, señala el organismo.
América Latina y el Caribe no sólo es la región con la distribución del ingreso más desigual del planeta, sino también es la zona en la que el empleo es "cada vez de menor calidad", lo que impacta principalmente a las mujeres, los indígenas y a la población joven.
En el mundo, 12.3 millones de personas trabajan en condición de esclavitud, y de ellos poco más de 10 por ciento (1.3 millones) están en América Latina y el Caribe. En países como Bolivia, Perú y Paraguay este tipo de labores está asociado a la servidumbre por deudas.
Según la OIT, durante la década pasada el empleo mundial ha crecido cerca de 25 por ciento; sin embargo, la mitad de los trabajadores son pobres, pues viven con menos de dos dólares diarios, no tienen acceso a los sistemas de protección social o sobreviven en la economía informal.
Para este organismo, aunque no existen "recetas mundiales" contra el problema, los gobiernos irían por buen camino si el verdadero objetivo de sus políticas laborales fuera la "creación de empleo digno y de calidad".
Durante la reunión en Brasilia, a cuya inauguración asistirá el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se debatirán los principales desafíos que enfrenta la región para generar trabajo decente, las políticas de intervención, la economía informal, el sector rural, los servicios de empleo, los salarios y la remuneración, los migrantes y la seguridad y salud en el empleo, entre otros tópicos.