Usted está aquí: martes 25 de abril de 2006 Espectáculos La música alivia y activa la conciencia, afirma Salif Keita

Rompió con la tradición y eso ayudó a difundir las creaciones africanas en Occidente

La música alivia y activa la conciencia, afirma Salif Keita

El artista de Malí tocará el 27 de abril en Monterrey y el 7 de mayo en la sala Nezahualcóyotl, entre otros puntos del país

Promueve su disco M'Bemba, que habla de sus ancestros nobles

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ampliar la imagen Mis canciones son del amor que permite filtrar el pasado para no estorbar el presente, dice en entrevista

Salif Keita es descendiente de Sundiata Keita, el rey guerrero que fundó el imperio de Malí en el siglo XIII. Esta condición social le hubiera impedido ser músico, ya que la música era creada por las castas inferiores. Sin embargo, lo que la condición social le impedía se lo permitió dios (diría Keita) o la naturaleza (dirían otros). En 1949, Salif Keita nació albino (y, por ende, con vista pobre) y con una voz deslumbrante y encantadora.

Los albinos suelen mantener una vida aislada, excluidos de la vida comunitaria, tanto porque necesitan cuidarse del inclemente sol de Africa occidental, como porque se considera que tienen una fuerte carga energética, muchas veces con capacidad de comunicarse con el más allá, cuenta el senegalés Ery Camara, curador y residente en nuestro país desde hace muchos años, quien tradujo la entrevista de La Jornada con el músico maliense.

Así que Dios le dio la libertad de elegir con el corazón a qué se quería dedicar. Y, desde joven, no tuvo duda: la música.

En los años 70, formó parte de la internacionalmente conocida banda Les Ambassadeurs (posteriormente llamada Les Ambassadeurs Internationales).

Hace más de dos décadas, Salif Keita, junto con otros músicos, como Ali Farka Touré, abrió la puerta a la música de Malí y de Africa occidental en general.

La gran riqueza cultural de Malí es fruto de haber sido un imperio sin acceso al mar, con pocas influencias externas, y fue alimentada por muchos grupos étnicos con distintas maneras de tocar música.

Hoy la música de esta nación, una de las más pobres del planeta, es considerada entre las más bellas del continente.

Además, después de siglos, Keita liberó a la nobleza. Ahora los de apellido noble comienzan a mostrar su talento musical, cuenta en entrevista telefónica desde París, donde reside.

Tras experimentar en los años 90 con fusiones de música tradicional africana y jazz, funk, rock y soul, en los últimos dos discos (Moffou, 2002, y M'Bemba, 2005) regresa a las raíces, a los cantos de su pueblo, con una hermosa combinación de instrumentos tradicionales (n'goni, tama, marimba, calabaza, djembé, congas) con electrónicos.

Esta semana, Salif Keita se presentará por primera vez en América Latina, y lo hará en seis ciudades de nuestra república. Esta visita se logró en buena medida gracias al empeño de Discos Corasón, que busca difundir la música auténtica de los pueblos; la música, pues, que surge del corazón, como la de Salif Keita.

Unos lugares con excesos y otros con carencias

"La música despierta conciencias", dice Salif Keita. Es una "medicina" que, así como "alivia los problemas cotidianos", también "activa la conciencia" y permite que la gente tome conciencia de los problemas que aquejan al mundo, como el sida y la hambruna en Africa, o el deterioro ambiental, que se ha acelerado por las confrontaciones provocadas por el desequilibrio entre "los lugares con excesos y lugares con carencias" y porque "hemos confiado demasiado en la tecnología". Esta situación "nos puede costar la existencia y el artista tiene que concientizar a la comunidad para que vayamos recordando episodios de buena convivencia entre la gente y reiterarlo tanto como sea necesario para que las comunidades regresen sobre sus pasos y puedan rencontrar ese equilibrio".

El nombre de su más reciente disco es M'Bemba, que significa "ancestro". "Habla de mis ancestros de manera que transmite que el pasado, aunque es importante, no debe ensombrecer el presente. Eso significa que en la mayoría de mis canciones predomina el amor. Son canciones de amor para poder retornar al equilibrio entre seres humanos, entre comunidades; un amor que permita filtrar el pasado para no estorbar el presente."

Keita definitivamente ha logrado "filtrar el pasado" para toda su comunidad. "Para mí es muy gratificante el hecho de ser un Keita y haber abierto la puerta para que otros nobles puedan mostrar su talento en el campo de la cultura, porque en el pasado, aunque fueran grandes talentos, por su apellido se reprimían. Rompí con la tradición; la tradición es un punto de partida para los cambios y si hablamos de cambios también hablamos de evolución".

Keita fue punta de lanza en que se diera a conocer en Occidente a los músicos africanos.

Al respecto, considera que "es una misión muy importante que los artistas se han sumado en dar a conocer la cultura africana, porque de alguna manera cuando te das a conocer la gente se entera de cuáles son tus problemas y ya no eres el único en buscar la solución. Gracias a esa divulgación del patrimonio musical maliense ha habido mucho más interés turístico, la gente viene a Malí, se acerca a nuestros valores y poco a poco se van entretejiendo nuevas relaciones que pueden ir mucho más allá del problema inicial".

"Antes no era un oficio"

A escala local, el hecho de que la música maliense se haya revitalizado trajo cambios. "Antes la música no era un oficio. Era parte de una tradición familiar que simplemente permitía dar a conocer las tradiciones. Hoy hay una nueva generación que se profesionaliza en el campo de la música y le ha dado mayor respeto a este oficio, y un mayor interés de los investigadores y de los políticos. Las instituciones toman mucho más en cuenta a los músicos."

Acerca de ésta, su primera visita a América Latina, Keita dice: "México y yo estamos iguales: México espera descubrirme, así como yo espero descubrir México. Cada quien dará lo mejor de sí mismo en este encuentro, no tengo duda de eso. Tengo mucha curiosidad por conocer lo que se hace de música en México y me quiero impregnar de la cultura mexicana".

Keita, pues, invita a que los mexicanos lo descubran y a que juntos se "curen" por medio de la medicina de la música en sus conciertos, en los que "me entrego de corazón".

Salif Keita se presentará el 27 de abril en el Fórum Universal de las Culturas, en Monterrey; el 28 de abril en el Festival Internacional de San Luis Potosí; el 29 de abril en el Festival del Desierto, en Matehuala; el primero de mayo en la Feria de San Marcos, en Aguascalientes; el 2 de mayo en el teatro Diana, de Guadalajara; el 4 de mayo en el teatro Morelos, de Morelia, y el 7 de mayo en la sala Nezahualcóyotl de la UNAM, en el Distrito Federal.

 
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