Usted está aquí: miércoles 26 de abril de 2006 Sociedad y Justicia Ex trabajadores del INEGI cierran Patriotismo para exigir su reinstalación

Acusan a Gilberto Calvillo de incumplir acuerdos y favorecer a sus incondicionales

Ex trabajadores del INEGI cierran Patriotismo para exigir su reinstalación

Consideran una burla que Felipe Calderón se proclame el candidato del empleo

CAROLINA GOMEZ MENA

Ampliar la imagen Ex trabajadores del INEGI rompieron los cristales de la puerta principal de la sede del instituto, ubicada en Patriotismo Foto: José Antonio López

En demanda de su reinstalación, ex trabajadores del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) se manifestaron a las afueras de la sede de dicho organismo para expresar que pese a existir un punto de acuerdo aprobado por la Cámara de Diputados en octubre de 2004 para crear 2 mil 300 plazas de base y evitar despidos, hasta la fecha, Gilberto Calvillo Vives, director del instituto, ha hecho caso omiso del pacto, así como de los cinco laudos que han ganado los afectados.

Luego de manifestarse por más de tres horas, los inconformes se trasladaron por la tarde al World Trade Center, lugar en donde se realizó el debate de los aspirantes presidenciales. Allí, Francisco Farina Tamez, coordinador de la Coalición Nacional de Trabajadores del INEGI (CNT-INEGI) fustigo que durante el actual gobierno "se estén perdiendo a diario 2 mil 500 plazas, y a cambio sólo se hayan generado 250 mil", y agregó que es una burla que el candidato del Partido Acción Nacional, Felipe Calderón, se denomine como el futuro presidente del empleo.

En la manifestación, la cual fue convocada por el Frente Sindical Mexicano (FSM), del cual forma parte la CNT-INEGI, se detalló que el INEGI experimenta una "crisis interna desde 1997, cuando por problemas de corrupción y abuso de autoridad que se venían acumulando de años anteriores, y por la violación de los derechos laborales de sus trabajadores, éstos decidieron interponer demandas y denuncias ante tribunales, las que hemos ganado".

Cuestionaron que en el INEGI haya dos tipos de trabajadores, los eventuales y los denominados por el instituto como tradicionales, los que "no se sabe en realidad si son de base o de confianza, pues las labores encomendadas a los eventuales y a los tradicionales son las mismas, pero los derechos que se reciben no son iguales. Además, cada año los trabajadores eventuales son despedidos por decisiones unilaterales del titular del instituto, ello pese a que los programas que se realizan son permanentes".

Al respecto, Martín Esparza Flores, secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas, gremio que encabeza el FSM, manifestó en entrevista que el conflicto ya tiene más de tres años, sin que se vislumbre una solución, pese a las acciones de la Cámara de Diputados, por lo que las protestas no cesarán hasta lograr una respuesta.

Denunciaron que mientras se escatiman las plazas, durante este gobierno el salario de los directivos se ha incrementado ostensiblemente, por ejemplo, dijeron, el director del INEGI "gana más de 180 mil pesos, más bonos y viáticos, se crearon puestos de dirección que perciben entre 120 mil y 140 mil pesos al mes, pero los trabajadores comunes obtienen entre 3 mil 200 y 5 mil 500 pesos mensuales".

Según los inconformes, los cuales cerraron, avenida Patriotismo, desde noviembre de 2000 a la fecha el INEGI ha destinado "más de 310 millones de pesos para liquidar trabajadores cuyas plazas son cubiertas por personal de nuevo ingreso", y desde esa fecha ha acumulado en su contra más de 100 demandas laborales.

 
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