Usted está aquí: jueves 27 de abril de 2006 Mundo Niños ucranianos afectados por Chernobyl agradecen a Cuba por la atención médica

Más de 18 mil menores han sido atendidos en la isla en los últimos 16 años

Niños ucranianos afectados por Chernobyl agradecen a Cuba por la atención médica

AFP

Ampliar la imagen La viuda de uno de los hombres que murieron en las operaciones de limpieza que siguieron a la explosión en el cuarto reactor de la planta nuclear de Chernobyl, arregló ayer las fotografías de las víctimas en el monumento a su memoria construido en Kiev Foto: Ap

Tarara, Cuba, 26 de abril. Decenas de niños afectados por la explosión de la central nuclear de Chernobyl, en Ucrania, agradecieron a Cuba la atención que reciben en el Hospital de Tarará, 20 kilómetros al este de La Habana, donde realizaron un emotivo acto para conmemorar el 20 aniversario de la catástrofe.

"Recordamos hoy todo el dolor del pueblo ucraniano por esta tragedia. Todo nuestro agradecimiento al pueblo y al gobierno de Cuba por ayudarnos", expresó Aliona Federiunka, de 14 años, en representación de los más de 18 mil 500 niños que han sido atendidos en la isla en los 16 años del programa en Tarará.

Durante el acto, realizado en los corredores de la escuela en que los niños estudian en su idioma materno mientras están en Tarará, el embajador de Ucrania, Olexandr Gneyedykh, leyó también un mensaje de agradecimiento del presidente de su país, Viktor Yushenko, enviado a su par cubano, Fidel Castro.

"El pueblo hermano de Cuba, que fue uno de los primeros en atender al sufrimiento y al dolor del pueblo ucraniano, determinó que el destino de su ayuda fuera la parte más sensible y menos protegida de la población afectada, los niños ucranianos", afirmó el embajador.

Tarará, un exclusivo balneario residencial al este de La Habana antes de 1959, acogió desde marzo de 1990 a unas 22 mil personas, 18 mil 546 de ellas niños, víctimas de la explosión del cuarto reactor de la planta nuclear de Chernobyl el 26 de abril de 1986.

En fotografías se podía ver la central nuclear y lugares arrasados por la nube radiactiva que se propagó por buena parte de Europa, en la mayor catástrofe nuclear civil de la historia.

Unos 800 niños llegan por año al hospital cubano, donde permanecen un mínimo de 45 días hasta un año, según sea la gravedad. Sufren cáncer de tiroides, leucemia, vitiligo, psoriasis, escoliosis, atrofia muscular o males neurológicos.

El programa, que en 16 años registra 15 muertos y seis trasplantes de médula a enfermos de leucemia, es financiado por el gobierno cubano y se mantuvo incluso durante la crisis económica en que cayó la isla en los años 90, tras el derrumbe del bloque socialista.

 
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