Usted está aquí: martes 2 de mayo de 2006 Ciencias Lista para su despegue, la estación europea Columbus

Será puesta en órbita por EU a mediados de 2007

Lista para su despegue, la estación europea Columbus

DPA

Bremen, 1º de mayo. Para todo ingeniero es una visión de horror "desarrollar algo y construirlo para que después termine sólo en un museo". El ingeniero astronáutico alemán Guenther Brandt tenía este temido escenario en la mente. Como "padre" del laboratorio espacial europeo Columbus, pasó varios periodos de inquietud por la supervivencia del proyecto, que tuvo un costo de 880 millones de euros (unos mil 100 millones de dólares).

El próximo martes 2 de mayo el Columbus será entregado en la ciudad alemana de Bremen a la Agencia Espacial Europea (EEA), pero todavía está lejos de su objetivo final: ser puesto en órbita a 400 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre, en la Estación Espacial Internacional (EEI).

Con un acto en presencia de la actual canciller alemana, Angela Merkel, Europa festeja la conclusión del trabajo del Columbus, el laboratorio construido en su mayor parte por la empresa astronáutica EADS Space Transportation (ST), en la ciudad de Bremen.

A fines de mayo será transportado al centro espacial de Cabo Cañaveral, Florida, donde será lanzado al espacio a mediados de 2007, siempre que no se presenten nuevos problemas. "Dependemos de los transbordadores estadunidenses", dijo el presidente de EADS, Evert Dudok.

Su acoplamiento con la EEI estaba previsto para octubre de 2004, pero el plan quedó frenado por la tragedia del 1º de febrero de 2003, cuando explotó el transbordador Columbia, durante su reingreso a la atmósfera. A este accidente siguieron otros problemas en el transbordador Discovery.

Expertos lanzaron duras críticas contra la NASA. Su director, Michael Griffin, argumentó que se trataba de un error del programa de transbordadores de Estados Unidos, así como de la EEI. La estación espacial es demasiado costosa y riesgosa, señaló.

Reticencias de la NASA

Los socios del otro lado del Atlántico estaban preocupados. No sólo se trastocaban los planes propios de la NASA sobre los vuelos de transbordadores; también se perturbaban totalmente los objetivos de construcción de la EEI y las previsiones de los europeos.

"La colaboración con Estados Unidos se hizo más difícil", criticaron representantes industriales y científicos la dependencia de Europa.

Los retrasos también perjudicaron al astronauta alemán Thomas Reiter. Después de un año de espera, está previsto que viaje en julio a la EEI, donde se sumará a los dos tripulantes permanentes. Por primera vez desde la tragedia del Columbia, la estación orbital tendrá nuevamente tres habitantes, como está previsto.

"Siempre creí firmemente en el éxito", dijo el director del proyecto Brandt, quien está convencido de las cualidades del Columbus.

Este laboratorio de ocho metros de largo, con un diámetro de 4.5 metros, es más semejante a un caño que a una compleja plataforma de investigaciones. Tres astronautas pueden realizar allí investigación básica en los campos de biotecnología, medicina, ciencias de los materiales y líquidos y humanística.

Los científicos están ansiosos por los datos que se puedan obtener en condiciones de ingravidez. Tanto sólidos como líquidos tienen un comportamiento diferente en el espacio que en la Tierra. Asimismo, es de interés de los investigadores la fusión de aleaciones metálicas y la mezcla de sustancias líquidas.

El laboratorio es el boleto de entrada de Europa a la estación orbital concebida internacionalmente y debe permanecer en servicio al menos 10 años, el mismo tiempo que llevó desarrollar el Columbus.

 
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