Número 118 | Jueves 4 de mayo de 2006
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus

Convivir, la mejor manera de aprender sobre el sida

 
Rocío Sánchez | Ángel es uno de los casos, cada vez más frecuentes, de niños nacidos con VIH que alcanzan la adolescencia, situación que plantea un reto en cuanto a su calidad de vida pues ésta comienza a tomar nuevos rumbos. Ángel es el mayor de los niños y niñas que viven en Villa Sarita, albergue situado en Acapulco en el que el Grupo de Amigos con VIH se hace cargo de menores que viven con el virus.

“Tengo 13 años y tengo VIH/sida, mi mamá me lo pegó cuando nací. Llegué aquí hace un año y medio, antes vivía en Torreón, Coahuila, con mis hermanos, pero ellos se quedaron allá.

“Las primeras veces que fui al psicólogo me sentía mal, le echaba la culpa de la infección a mis padres, pero el doctor me dijo que ellos no tuvieron la culpa, que el que tuvo la culpa fue el que los infectó, que no pensara en eso porque no me ayudaba en nada y que siguiera adelante con mi vida. Cuando llegué a Villa Sarita me sentía solo, pero ya no.

“Aquí me han enseñado lo que tengo que hacer para estar bien: no debo desvelarme, no debo comer cosas de la calle porque me puedo provocar enfermedades, eso hace que mis defensas bajen y me tienen que poner inyecciones y suero. Afortunadamente ahorita estoy bien.

“Ya voy en primero de secundaria. En la escuela sólo mi mejor amigo sabe de mi condición y me trata bien. Los demás compañeros no lo saben, pero igual me tratan bien. En el albergue me han dicho que debo tener algunos cuidados en la escuela. Por ejemplo, cuando me quieran hacer algo, tengo que alejarme porque si me peleo y sangro no puedo dejar que el otro toque mi sangre ni yo la de él, porque su sangre es diferente a la mía y me puede dar alguna enfermedad. O si me sale sangre de la nariz tengo que conseguir papel o hasta con mi propia camisa limpiarme.

“En el albergue también nos dan clases especiales sobre cómo usar el condón, porque si no nos dan esa información puede ser que tengamos relaciones sexuales y no sepamos cómo ponérnoslo, y así podemos infectar a nuestra pareja.

“Ya no me siento mal por tener el VIH. Nosotros jugamos como todos, vivimos como cualquier niño. De grande quisiera ser actor. Me gustaría salir en la televisión, a lo mejor en telenovelas.

“Ahorita sí tengo novia. Ella no sabe de mi condición. Me dicen que no se lo diga, no es necesario que se lo diga a todo el mundo. De todos modos el VIH no te puede dar con besos, solamente teniendo relaciones y nosotros sí podemos tener relaciones pero con condón.”