Usted está aquí: lunes 8 de mayo de 2006 Opinión CIUDAD PERDIDA

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Calderón: indicios de una elección de Estado

Derroche panista que no cesa

Perpetuar a la derecha, objetivo

AUNQUE EL derroche de recursos económicos y la ceguera voluntaria del Instituto Federal Electoral se combinen para propiciar una de las campañas políticas a la Presidencia de la República más caras de la historia del país, Felipe Calderón no levanta, por más favores que le quieran hacer sus simpatizantes.

EL GASTO excesivo ha llevado a un atosigamiento, a una fatiga total de quienes ven y escuchan, sin dar credibilidad, a Felipe Calderón, a quien, dentro de poco le descubrirán, seguramente, algún grupo parecido, o igual, al que financió a Vicente Fox.

PERO PARECE que eso no le preocupa al candidato panista michoacano. Total, si Fox logró llegar a la Presidencia, no obstante los manejos ilícitos en su campaña, ¿por qué él, Felipe, no habría de hacer los mismo, ahora que, además, tiene un juez calificador de elecciones un poco más a modo?

UNA VEZ más la gente, en todas partes del país, es testigo del gasto escandaloso del PAN en su campaña. Otra vez los videopanfletos llenan horas y horas en la televisión y en la radio; mientras, en las calles los pendones, con la cara de ese panista que no le dice nada a la gente y que pretende venderse como cualquier producto para baño, se incrementan y los gastos siguen y siguen en una espiral que no termina.

SERA POR eso que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por primera vez en el sexenio, halla soltado el gasto que tanto reprimió. Será ese el motivo por el cual el llamado corto, que no es otra cosa que la restricción del circulante, no hubiera aumentado.

DE MUCHAS maneras se ha dicho que esta elección se ha ido perfilando como una elección de Estado. Hasta ahora sólo se manejó como único elemento para denunciar tal cosa, el trabajo sucio de Fox a favor del candidato de su partido, que hasta hace un rato no pasaba de los discursos y las amenazas, pero ahora la cosa parece señalar nuevos elementos para dar razón a la denuncia.

AUNQUE LOS muy delicados oídos de algunos medios de comunicación se llenaron de oprobio porque se comparó a Fox y su diatriba con el escándalo que producen las chachalacas, a nadie ofendió que desde Washington se ordenara a Fox rechazar una ley -la que permitía el uso de drogas para consumo personal- y una buena parte de esos medios, o guardó silencio o aplaudió el puntual cumplimiento de la orden impuesta por Bush.

PERO ADEMAS nadie quiso entender que el silencio que se pretendía era para un panista que desde la Presidencia de la República decidió hacer campaña a favor de su partido, es decir, no para el presidente de todos los mexicanos, sino a un militante que dejó al lado sus tareas en bien de todo el país, para ejecutar otra campaña a favor de perpetuar a la derecha en el poder.

ES DECIR, no es lo mismo decirle a un panista rijoso "chachalaca", que decírselo al Presidente de México, y Fox hace rato que renunció, por la vía de los hechos, a ese cargo, y se colocó al nivel de un panista que al atacar sabe, perfectamente, que en respuesta sólo recibirá ataques, aunque se considere impune.

AHORA, EL escandaloso y humillante manejo de los recursos para apuntalar la campaña de Calderón -hay que recordar, también, el inmenso acarreo que hizo el PAN para tratar de llenar la Plaza México hace algunos días- y la liberación de los dineros del Estado en plena campaña, nos hacen pensar en que la elección de Estado, ya denunciada, está en marcha.

AUN ASI el triunfo de Calderón parece una utopía, y ellos lo saben, por eso es necesario estar muy pendientes de las acciones que tome el gobierno panista para, incluso, robar la elección, como forma desesperada de seguir en el poder.

POR ESO hoy más que nunca urge el silencio de la chachalaca y la certeza de que habrá un juez que impida que otra vez el dinero venido de quién sabe dónde compre voluntades y dejen a México en la postración que padece. Ya veremos.

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