Usted está aquí: martes 9 de mayo de 2006 Economist Intelligence Unit Guangdong quiere más y mejores inversiones

Guangdong quiere más y mejores inversiones

Es ya la provincia más rica de China, y tiene planes para una mayor expansión. No deben subestimarse sus posibilidades de éxito

Economist Intelligence Unit /The Economist

Ampliar la imagen Obreros chinos levantan la estructura de lo que será un complejo residencial y comercial. La demanda de trabajadores en Guangdong es mucho más alta que en cualquier otra parte, e incluso los no especializados pueden tener empleos mejor pagados Foto: Ap

En el sur de China, enlazado a Hong Kong, se encuentra el delta del río Perla, centro industrial cuya fama y riqueza se debe a que manufactura de todo, desde juguetes hasta textiles para la exportación. Pero desde hace algún tiempo esta región ha estado reinventándose de manera silenciosa, en un intento por diversificar su producción dentro de sectores como automóviles y tecnología.

El delta del río Perla es parte de Guangdong, la cual debe su posición como la provincia más rica de China, sobre todo por el dinero extranjero que ha fluido en los últimos 25 años. A pesar de su riqueza, sigue siendo lo bastante comunista como para tener planes quinquenales. El más reciente, de 2006-10, enumera los objetivos característicos de estos documentos: metas ambiciosas de crecimiento, aspiraciones tecnológicas, proyectos de infraestructura y cosas por el estilo. El plan no debe tomarse demasiado en serio, excepto como una declaración de buenas intenciones. Pero ignorarlo por completo podría ser un error: muchas de las aspiraciones de esta provincia están en camino de convertirse en realidad, incluso de superarse. Como muestra está su crecimiento económico.

Según los comentarios que sobre el plan hizo Zhang Dejiang, secretario del artido de Guangdong al periódico pro comunista Wen Wei Po, de Hong Kong, la provincia de Guangdong, con un PIB de menos de 270 mil mdd en 2005, se halla detrás de Taiwán con sus 350 mil mdd. Pero Zhang Dejiang espera que la brecha se cierre a finales de la década. Para llegar a esta meta tendrá que crecer fuerte y de manera continuada, y Taiwán tendría que funcionar a la baja. Un 9% de promedio anual en términos nominales para Guangdong -como se pronostica en el más reciente plan quinquenal- sólo conduciría a que esta provincia se emparejara con Taiwán si el PIB anual nominal de éste promediara 3.5% o menos, lo cual es poco probable.

Pero, otra vez, Guangdong ha tenido un crecimiento de 13% en términos reales en los últimos cinco años. Los flujos de inversión extranjera, tras alcanzar una meseta y luego caer a principios de 2000, parecen estar de vuelta. La provincia tiene también números en su favor, en particular el de habitantes: incluyendo a trabajadores migrantes, la población es cuatro veces más grande que los 23 millones de Taiwán.

No hay razón para cuestionar la idea de Zhang de que Guangdong continuará creciendo mucho. La región del delta, que abarca las ciudades de Shenzhen, en la frontera con Hong Kong, y Guangzhou, la capital, así como las tierras que se extienden entre ellas, continúa atrayendo capital foráneo y compañías como ninguna otra región de China. En 2005 la inversión extranjera directa de 12 mil 700 mdd fue la más alta jamás registrada en dicha provincia, que tiene más empresas extranjeras que ninguna otra región: poco menos de 59 mil a fines de 2005.

Al mismo tiempo, Guangdong expande su repertorio productivo, sumándolo a la industria ligera de exportación, que ha impulsado su crecimiento. El más importante, y también uno de los más sorprendentes, es el sector automotriz: en los últimos años Guanzhou se ha transformado en una de las principales bases de fabricación de autos.

Su producción de alta tecnología también se ha vuelto cada vez más impresionante, en buena medida porque ya nadie duda, como hace algunos años, en comprar un reproductor dvd o una laptop con el sello ''hecho en China''.

No se puede negar que la supremacía de Guangdong deriva de sus exportaciones: en 2005 la provincia mandó al exterior 230 mil mdd en bienes, sólo un tercio debajo del total de China. Más que manufacturarse allí, la mayor parte de estos bienes se procesaron para exportación en esa provincia: el negocio de procesamiento para exportación en Guangdong representa 70% del total del comercio chino, y 42% del procesamiento para exportación.

¿Podría Guangdong ascender en la cadena de valor? Por supuesto que quiere. Tanto en su plan quinquenal como en el de ciencia y tecnología para 2006-20 destacan las innovaciones tecnológicas como elemento clave de las ambiciones de la provincia. Y podría señalar varios triunfos tecnológicos: haber atraído fabricantes de alta tecnología, especialmente a Shenzhen, así como contar con sus propias estrellas, fabricantes de equipos de telecomunicación: Huawei Technologies y ZTE, ambos con sede en Shenzhen.

Igualar a Taiwán en estas áreas, sin embargo, resulta mucho más difícil que sólo emparejar su masa económica. Una de las claves fundacionales de las industrias tecnológicas de Taiwán fue el regreso de un grupo de ingenieros capacitados en EU en las décadas de 1970 y 1980; Guangdong carece de un cuadro similar, y tampoco tiene el capital de apoyo ni otra infraestructura de inversión, sin mencionar el problema que representa proteger la propiedad intelectual de los nuevos productos que se desarrollen.

De manera similar, mientras su industria automotriz tuvo un acierto espectacular al establecerse desde finales de la década de 1980, la razón ha sido la inversión, primero, de Honda, y más recientemente, de Toyota y (en menor cuantía) Nissan. El compromiso de estas firmas con Guangzhou, -que pasará de 2.5 mil mdd para 2010-, está convirtiendo a la zona en una base japonesa de producción de autos, más que china. Este hecho se vuelve más evidente por el éxito que tuvo Honda al establecer una planta armadora en la cual es dueña del mayor porcentaje de acciones -65%- y de Honda Automobile (China), la cual produce el modelo Jazz para exportación.

Esto hará las cosas más difíciles en algunos aspectos para Guangdong, o al menos más inclinadas a posponer cambios necesarios para su prosperidad a largo plazo. Mientras a Taiwán y a los otros dragones de Asia se les forzó a cambiar su estructura industrial en bien de su desarrollo, en Guangdong la ilimitada provisión de mano de obra barata de las provincias más pobres significa que podría continuar con el mismo modelo por años, incluso décadas. En resumen, no está aún en una posición en la cual no tenga otra opción que adaptarse.

Inquietud sobre la mano de obra...

Durante los dos años pasados ha habido informes y quejas de escasez de mano de obra en la provincia. Sin embargo, las quejas provienen principalmente de empresas en los últimos grados de la industria, que pagan salarios de cerca de 500 renminbis (62 dólares) mensuales. Al parecer, los administradores y propietarios de muchas de esas plantas tienen la idea fija de que el precio de la mano de obra no debe moverse a pesar de la creciente riqueza de la provincia.

Guangdong emplea casi una tercera parte del total de los trabajadores inmigrantes chinos; la provincia de Zhejiang, segundo destino, sólo da empleo a cerca de 6%. La demanda de trabajadores en Guangdong es mucho más alta que en cualquier otra parte, e incluso los no especializados pueden aspirar a empleos mejor pagados. A esto hay que agregar que Guangdong no atrae el total de trabajadores de China por su mano de obra de bajo costo, pero sí a muchos de las provincias de Hunan y Sichuan. La combinación de una caída en la oferta de esas provincias y un aumento en la demanda de las industrias o del sector de servicios empresariales que no están en el fondo de la escala de pagos creó la muy publicitada escasez de 2004 y 2005.

Esos informes han disminuido, porque la escasez fue temporal y porque fue satisfecha mediante incrementos salariales: grandes montos en términos porcentuales, pero pequeñas cifras en dólares. En 2005 la ciudad de Dongguan, una de las que emplean mayor cantidad de mano de obra migrante, con más de 6 millones de personas trabajando en sus fábricas, incrementó su salario mínimo en 25%, de 450 renminbis a 565. Un dolor de cabeza más serio para la provincia será encontrar personas con mayor capacitación en vez de trabajadores más baratos.

... y la energía

De manera similar, los déficit en el suministro de energía a las provincias que provocaron cortes de electricidad en 2004 y 2005 han sido mitigados en gran parte poniendo en operación nueva capacidad de generación y aumentando los suministros del exterior, incluso de Hong Kong. La inversión tiene que continuar si se pretende satisfacer la demanda de los próximos años, pero Pekín ha otorgado a Guangdong el derecho a desarrollar su propia capacidad generadora, el cual le había sido negado como parte de una estrategia para que las provincias se abastecieran de energía de las plantas hidroeléctricas del rico oeste del país.

Un problema a largo plazo será el medio ambiente. La calidad del aire se ha convertido en un asunto público de importancia en Hong Kong, y el delta del río Perla ha estado luchando para vencer una serie de corrientes de agua salada que han amenazado los recursos acuíferos de la provincia. Los gobiernos de ambos lados de la frontera han comenzado las pláticas sobre el control de emisiones contaminantes. Pero dada la preocupación oficial por el crecimiento económico -y la permanente falta de democracia tanto en Guangdong como en Honk Kong-, no parece haber razón por la que los gobiernos de cualquier lado hagan algo que pueda retardar el desarrollo, aun si eso provoca que el aire siga siendo insalubre.

FUENTE: EIU/INFO-E

Traducción de textos: Jorge Anaya

 
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