Usted está aquí: viernes 12 de mayo de 2006 Estados Un establo, escuela para estudiantes de Hidalgo

El edil no ha cumplido promesa de darles un terreno

Un establo, escuela para estudiantes de Hidalgo

Amenazan con quitarles las aulas y dar predio a la Iglesia

CARLOS CAMACHO CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Debido al insoportable calor en sus improvisados salones con techo de lámina de asbesto, los estudiantes de la secundaria técnica número 33 tienen que salir entre las diez de la mañana y la una de la tarde a tomar clases a la intemperie Foto: Armando Loaiza

Progreso de Obregón, Hgo., 11 de mayo. Desde hace cuatro años 200 alumnos y 10 maestros de la escuela secundaria técnica número 33 de esta comunidad han tenido que estudiar en un viejo establo con goteras y un calor insoportable.

Los salones fueron acondicionados en vetustas galeras donde antes se almacenaba la paja y dormían las vacas. Los techos son de lámina de asbesto y se encuentran tan deteriorados que cuando llueve pasa el agua. En temporada de calor el bochorno de las 10 a las 13 horas obliga a los alumnos a salir al patio con sus pupitres para tomar clases bajo la sombra de un árbol. En general, las aulas carecen de las herramientas básicas para el buen aprendizaje de los jóvenes, que comienzan sus clases a las siete de la mañana.

Hace cuatro años el entonces alcalde Juan Manuel Alamilla respondió a una petición de padres de familia y maestros y donó un terreno de 10 mil metros cuadrados, y la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) autorizó el presupuesto para construir el plantel.

Sin embargo, ni las autoridades de la SEPH ni el Comité Administrador del Programa Estatal para la Construcción de Escuelas (Capece) ni la Secretaría de Planeación del gobierno estatal verificaron la existencia del predio y lo relacionado con la donación.

Aun así, se permitió que la escuela funcionara y, a falta de un espacio adecuado, maestros, padres de familia y alumnos pidieron prestado un viejo establo que ''medio acondicionamos'', dijo el director del plantel, Ismael Daniel Medina.

A las malas condiciones de las aulas se suma la amenaza de desalojo. Vecinos de la cabecera municipal se están organizando para recuperar el inmueble, propiedad de la Iglesia. Así, los jóvenes podrían quedarse sin escuela a partir del próximo ciclo escolar.

''En cualquier momento nos pueden correr porque no hay un convenio firmado, sólo un acuerdo de palabra. Incluso el ciclo (escolar) pasado ya nos habían pedido el terreno, pero logramos prorrogarlo un año más, que termina en las próximas semanas'', lamentó Medina.

La mayoría de los alumnos no son originarios de la cabecera municipal, sino que provienen de comunidades que se ubican a dos horas de camino.

Con tal de no perder la clave escolar ni las 10 plazas de maestros, los docentes ''laboran con entusiasmo y profesionalismo''. Tampoco quieren abandonar a sus alumnos ni perder su empleo.

Diana Rangel, secretaria general del gobierno municipal, hoy encabezado por el perredista Rosendo Gutiérrez, se comprometió a encontrar este mes un terreno para construir el plantel.

''Sólo nos falta firmar un acuerdo. Estamos comprometidos con la educación y uno de los casos que más nos interesa es esa secundaria'', agregó Rangel.

Sin embargo, está por cumplirse medio año de la presente administración municipal y, a pesar de que el tema fue promesa de campaña del ahora alcalde, éste ''ni siquiera se ha parado por el establo'', declararon los docentes. En tanto, las autoridades educativas se lavan las manos, pues sin terreno no se puede construir la escuela.

Por separado, el secretario de Educación Pública de Hidalgo, Jorge Romero Romero, reconoció que existe un déficit de infraestructura educativa y se necesitan aproximadamente 100 millones de pesos para construir las escuelas que faltan en el estado.

Explicó que en la capital de la entidad hay niños que toman clases en viviendas de interés social de los fraccionamientos Bosques del Peña, La Providencia y 20 de Noviembre.

De acuerdo con datos de la SEPH, 97 por ciento del presupuesto, que ronda 7 mil millones de pesos anuales, se destina al pago de nómina de los 40 mil trabajadores de la educación, y el restante 3 por ciento a gastos de operación.

 
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