Usted está aquí: lunes 22 de mayo de 2006 Opinión El poder y la razón

José Murat

El poder y la razón

El poder ha sometido a la razón. Esta es la primera definición de lo que actualmente acontece en México al encontrarnos inmersos en un proceso prelectoral absolutamente irregular, debido a la franca, abierta y descarada intromisión del gobierno federal en favor de la campaña presidencial del candidato de El Yunque, Felipe Calderón Hinojosa.

La razón, la moralidad y la virtud son otras tres víctimas de la derecha en su irracional intento por mantenerse en el poder. Porque desde la Presidencia de la República se maniobra para continuar los intentos de allanar el camino a quien vergonzosamente fue despedido de la Secretaría de Energía, y que ahora se ha convertido en el personero de la pareja presidencial.

La honestidad de quienes en este sexenio "administran" México está en duda. Y es que no se puede hablar de honestidad cuando ayer se dijeron imparciales y hoy son arbitrarios; no se puede hablar de honestidad cuando hoy -desde la Presidencia- se enfatiza acerca de una democracia electoral sin precedentes y mañana atacarán a quienes consideran enemigos personales y no adversarios políticos. Hay ausencia de honestidad cuando se afirma que los comicios de mañana serán mejor que los de ayer y, al mismo tiempo, la estructura del Estado se encuentra al servicio del candidato del foxismo.

Para nadie es un secreto que los encargados de las secretarías de Economía, Desarrollo Social y Agricultura y el Fonden, entre otras, están al servicio del partido de estado, Acción Nacional. Ante estos señalamientos, mañana exigirán, se desgarrarán las vestiduras pidiendo pruebas. En este caso, les decimos que hay deshonestidad, mas no ingenuidad. Sin embargo, en unos hechos hay pruebas documentadas, en otros, desafortunadamente, no.

El cinismo, la burla y la soberbia a estas alturas de las campañas electorales son acciones inherentes y constantes de quienes hoy se encuentran en la cúpula del poder. Estos gestos han sido la respuesta sistemática a peticiones y reclamos válidos para que la máxima autoridad del país y sus más cercanos colaboradores se mantengan al margen de esta lucha político-electoral.

La trampa de la derecha se prepara para el 2 de julio. Los recientes hechos así lo confirman, porque todas las irregularidades que hasta ahora han atestiguado sociedad y partidos políticos -manejo de millones de pesos en el pago de espots radiofónicos y televisivos en favor de Felipe Calderón, así como el uso discrecional e irracional de programas sociales del gobierno para favorecer al PAN- representan la punta del iceberg de lo que realmente se ambiciona en Los Pinos: no dejar el poder a cualquier costo.

Para ello, se deja entrever el plan A y el plan B. El primero estriba en un golpe de estado mediático, la especialidad de Vicente Fox Quesada. No hay que olvidar que su "manejo" de medios (bombardeo de espots en radio y TV, del cual es víctima la población nacional), lo ha llevado a justificar errores y fracasos durante su administración, así como también se ha "librado" de críticas por hacer el papel de jefe de campaña de Felipe Calderón.

El escenario está puesto: el 2 de julio, antes de las 20 horas, saldría a vociferar que el ganador es el PAN. Quién o quiénes lo frenarían. El plan B es el que en Los Pinos apuestan por la nulidad de la elección si es que fructificaran, en cualquier de las instancias electorales, las quejas por el gasto excesivo de sumas millonarias en favor del ex director de Banobras.

Para llevar a cabo el primero de los casos, hoy se están creando las condiciones a través de espots de Acción Nacional, para hacer creer que Felipe Calderón, lleva una ventaja lo suficientemente cómoda para triunfar sin problemas el 2 de julio.

La política del Estado, en manos de la derecha, está desvirtuada. Las acciones del Estado, generadas por El Yunque, han sido denigradas. El objetivo del Estado, que encabezan los conservadores, se perdió.

Por ello, no es aventurado afirmar que este día, esta semana o este mes, pero antes de la elección presidencial, se puedan dar reuniones clandestinas al más alto nivel de las esferas políticas del país, para buscar cualquier medio que "ayude" a mantener el poder.

Las pruebas de las ambiciones desatadas por continuar detentando el poder presidencial, no hacen dudar de los mecanismos de coerción y/o captación que se puedan poner en práctica en lo que falta para los comicios.

La guerra sucia, el juego sucio, puesto en práctica desde la Presidencia confirman que la derecha no entregará con facilidad el poder.

La violencia, la venganza del Estado en contra de grupos sociales nos da la certeza de que la prioridad es ensuciar antes, durante o después el proceso electoral.

El fomento del odio entre la sociedad, especialmente entre la ciudadanía, es el otro objetivo. La propaganda, en el sentido de piensa como yo o mejor no pienses, es un instrumento hitleriano y fascista que se gestó en las filas del foxismo.

Nadie tiene el derecho de abusar del poder político; pudimos llevar a cabo la alternancia, pero fuimos incapaces de lograr la transición, de ahí que el abuso del poder presidencial no tenga límites.

El miedo, el odio y la guerra sucia son elementos indispensables para dar un golpe que a todos los mexicanos perjudicaría. No nos equivoquemos. No se trata de una elección de Estado. Se trata de un golpe de Estado mediático, virtual, o la nulidad de la elección presidencial.

 
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