Usted está aquí: martes 23 de mayo de 2006 Economist Intelligence Unit Su majestad el cobre

Su majestad el cobre

Los precios continúan al alza, pero los inversionistas cambian de tácticas

Economist Intelligence Unit /The Economist

Ampliar la imagen Un trabajador mueve piezas de cobre fabricadas en Tullahoma, Tennessee. El cobre ha alcanzado el récord de 8 mil dólares por tonelada Foto: Ap

Semana tras semana se descubren nuevos hitos en el mercado de materias primas. Los últimos en romper los récords han sido el cobre, que ha alcanzado un precio de 8 mil dólares por tonelada, y el platino, ahora a mil 200 dólares la onza troy. El oro ha rebasado los 700 dólares la onza, el precio más alto en los últimos 25 años. Mientras tanto, la especulación continúa en productos desde la plata hasta el frijol de soya. Los inversionistas siguen inyectando mucho dinero en diversas mercancías, pero no todo el mundo apuesta al simple aumento de precios.

En años recientes el volumen de cobre para compras futuras comercializado en el Intercambio Mercantil de Nueva York (Nymex, por sus siglas en inglés) se ha elevado a la mitad, y el del petróleo se ha ido casi al doble. Mucho del incremento parte del fenomenal crecimiento de los fondos mutuos que rastrean el precio de las mercancías. Michael Lewis, funcionario del Deutsche Bank, estima que el valor de dichos fondos se ha elevado de cerca de 20 mil mdd en 2002 a 90 mil mdd hoy.

Normalmente, los fondos que rastrean índices se benefician mucho del auge de ciertas mercancías, ya que se benefician no sólo del aumento de precios en general, sino también de la diferencia entre el precio por entrega inmediato y a plazo. Los precios al contado con frecuencia exceden los futuros, porque los compradores pagan una prima para asegurar sus necesidades inmediatas. Eso permite a los inversionistas comprar contratos para entregas diferidas y aferrarse a ellos hasta poco antes de que venzan, pues entonces valen mucho más.

Desde el año pasado, sin embargo, el petróleo para entrega futura ha costado más que el de entrega inmediata, eliminando esta ''ganancia de rebote". Los fondos indexados pierden dinero cada vez que intercambian sus contratos antiguos por futuros. También pierden dinero cuando las ganancias provenientes de otros metales caen y ellos entregan sus contratos de oro. Así que los inversionistas están a la búsqueda de estrategias más complicadas para reproducir sus ganancias recientes.

Una táctica consiste en invertir más mercancía de entrega futura, lo cual aún genera ganancias de rebote, o invertir en otros instrumentos, más exóticos. Roger Diwan, de la consultora PFCEnergy, señala que los contratos para entregas a más de un año de distancia suman ahora casi la mitad de todos los contratos futuros de petróleo, cerca de 20% en 2002. Las opciones de compra en pagos parciales crecen aún más rápido que las de entregas futuras. Por su parte, la Nymex descubre cada mes ocho nuevos contratos accesorios.

De acuerdo con Gary Vasey, de la firma de investigación Energy Hedge Fund Centre, tales intercambios misteriosos han ayudado a atraer, en los últimos tres años, más de 50 mil mdd en inversión en fondos con cobertura de riesgo (hedge funds). A diferencia de los fondos indexados, señala, tales inversiones normalmente no se fundan en el aumento de los precios, sino en la volatilidad. Aun cuando los especuladores apuesten sobre qué camino tomarán los precios, muchas veces fracasan, como pasó cuando bajaron el del petróleo justo antes de que el huracán Katrina golpeara Estados Unidos.

Con esta misma idea, los especuladores de cobre, la estrella más brillante en el firmamento de las materias primas, parecen divididos en sus perspectivas. Ingrid Sternby, analista de Capital Barclays, señala que los negociantes no comerciales (quiere decir: ni consumidores ni productores de cobre) apostaban casi en la misma proporción a favor o en contra del reciente repunte de los precios. En su opinión, el flujo de dinero nuevo hacia las mercancías podría haber magnificado el movimiento de precios, pero no lo ha determinado.

FUENTE: EIU/INFO-E

 
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