El artista ruso comienza hoy temporada con su Snowshow en el teatro San Rafael

El payaso contemporáneo sabe superar las fronteras de la tradición; es libre: Slava

Es una pieza ingenua en la que junto tecnología y arte, y pongo a la gente a jugar, dice

ARTURO CRUZ BARCENAS

"En Snowshow desarrollo la idea de un payaso anarquista y libre; la idea de mi personaje está más allá de la política, porque el arte está más allá de la política. Este es un espectáculo naif, ingenuo, en el que junto tecnología y arte, y pongo al público a jugar con pelotas de cinco metros de diámetro para que recuerden su niñez", expresó ayer en conferencia de prensa el artífice ruso Slava Polunin.

A partir de hoy y hasta el 11 de junio, en el teatro San Rafael, un alud de nieve descenderá sobre la audiencia desde el escenario y soplará el viento de una tormenta estremecedora mientras la música de Carmina Burana, irrumpirá acompañada de una luz enceguecedora.

Snowshow, creado por el payaso Slava Polunin, es una oda a la belleza del invierno, a la plasticidad y al capricho absurdo del clima y sus estaciones. Es un teatro físico motorizado por mimos, que entran en contacto con el público.

La poesía de Snowshow genera felicidad, igualando el espíritu de los niños, jóvenes, adultos y ancianos. Durante dos horas no hay quien defienda la fría seriedad.

Infancia entre bosques y ríos

Slava pasó su infancia en bosques, campos y ríos. Vivió en un mundo de fantasías, disfrutó de inventar objetos y de contar historias. Construía casas en los árboles, trazaba aldeas de nieve y organizaba fiestas cómicas para sus amigos. A través de la televisión y el cine se enamoró de los grandes payasos.

A los 17 años se marchó a Leningrado con la intención de estudiar ingeniería, pero en vez de ello entró a un estudio de mimos y empezó su prolongada búsqueda de restablecer el arte de la risa. Influido por Chaplin, Marceau y Engibarov, sacó a los payasos a las calles, y de ahí a los teatros de renombre.

La gente comenzó a viajar largas distancias para aprender del "payaso alternativo" y del "teatro visual". Llevó su teatro a Inglaterra, por primera vez, en 1988. Después de su éxito realizó una gira por Estados Unidos con la producción Alegría, del Cirque du Soleil, que aún presenta pasajes de su Snowshow, pero el suyo, el original, sigue en Nueva York. Hasta el momento ha tenido representaciones en 25 países con más de un millón de espectadores. Ahora llega a México.

En su idea, dijo ayer, un payaso no puede ser como en los tiempos antiguos. "No estamos en el siglo XVIII, sino en el XXI. Además, porque ya tenemos a Stanislavski y otros, y la cultura ya cambió. Para mí, el payaso contemporáneo es alguien que sabe superar las fronteras de la tradición; es una persona libre", precisó.

Añadió que en la actualidad se ha perdido la palabra ternura. "Para mis trabajos sólo espío el mundo de los niños. El mío ha sido considerado por alguna prensa como un espectáculo lento, muy lento. No tiene el ritmo de la televisión, que tiene mucha velocidad, y lo que trato es de regresarlos a otro ritmo, pero con sencillez."

Espía de la república infantil

Sin magia no hay eternidad, agregó. "Los regreso a la esencia, a la naturaleza. Tengo diferentes fórmulas para atraer a los grandes. Soy un espía de la república infantil, dentro de este mundo de los adultos. En la antigüedad lo mágico y lo estético estaban unidos, pero se perdió.

"Apenas ayer noche llegué a México y ya no tengo un segundo de tiempo libre. Quiero conocer este país. Me encanta. Un cuarto de mi casa, el más grande, se llama México", dijo.

Todo lo que hace, indicó, busca los contrastes, como unir lo trágico y lo cómico. "El público ruso llora y los ingleses se ríen, con la misma obra."

Sobre la música de su espectáculo, señaló, que juntó y grabó sus melodías preferidas de una década. "Todo lo que me gusta musicalmente en esta vida lo tomo y lo meto en mi espectáculo para escucharlo diario. Cuando me aburro quito una canción y busco una nueva idea.

"Para mi el espectáculo es mi espacio preferido; es mi casa. Lo hago para disfrutarlo tanto yo como ustedes. Sólo eso. La vida es bella y no quiero que se congele."

Slava's Snowshow, creado y montado por Slava. Le acompañan otros siete payasos. Temporada del 24 de mayo al 11 de junio, en el teatro San Rafael (Calle Virginia Fábregas 40, colonia San Rafael), teléfono 5592-2142. Boletos de 250, 350, 450 y 550 pesos, en taquillas del foro y Ticketmaster, 5325-9000.