Usted está aquí: lunes 29 de mayo de 2006 Deportes El arbitraje mexicano no pasa por buen momento: Mario Rubio

Los silbantes no son "aguafiestas", aunque muchas veces lo parezcan, asegura

El arbitraje mexicano no pasa por buen momento: Mario Rubio

FIFA exigirá a los nazarenos aprender inglés y ampliar su cultura universal

JORGE SEPULVEDA MARIN

El arbitraje en el futbol mexicano no pasa por un buen momento, consideró el ex internacionalista Mario Rubio, y agregó que los silbantes no son los "aguafiestas" de los partidos, como lo considera la gente, sino simplemente los conductores que hacen respetar el reglamento en el terreno de juego.

Con 22 años de experiencia en competencias nacionales e internacionales, incluidos mundiales, el ex árbitro expuso que los silbantes deben tener todos los apoyos con que cuentan los jugadores profesionales, no sólo en lo físico, sino en lo táctico y sicológico, además de ser capacitados por especialistas para que realicen bien su trabajo.

Añadió también que deben tener un comportamiento intachable dentro y fuera de la cancha. "En una palabra, debe ser un soldado las 24 horas del día."

El árbitro debe hacer del encuentro un espectáculo, no ser protagonista, y para "lograrlo debe contar con el apoyo incondicional del jugador, llevar la fiesta en paz y que la gente no lo identifiqe como el infractor del juego. El silbante debe enfrentarse con todos quienes se aparten de las reglas", señaló.

Actual instructor de silbantes en la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), consideró que en ocasiones el nombre de un jugador o la camiseta que viste llega a pesar, pero negó que algún silbante mexicano se preste a arreglar, por cualquier medio, un encuentro, como ha sucedido en países europeos.

"A veces la actuación de un árbitro se puede interpretar de esa forma, cuando no es coherente con sus decisiones, porque la regla es la regla y por muy dura que sea debe aplicarse en el momento que se requiere", porque de otra manera se pone en duda su legitimidad.

La aplicación del reglamento debe ser pareja, igual para todos, porque "si una tarjeta roja se cambia por una amarilla, y en una jugada similar se aplica la primera, el silbante va perdiendo respeto y credibilidad ante los jugadores, y por eso puede complicarse el partido", dijo.

Indicó que FIFA está exigiendo a los silbantes internacionales que aprendan inglés, que es el idioma oficial de la organización rectora del futbol mundial, y ampliar su cultura universal para entender mejor a los jugadores en cualquier parte del orbe.

De las cuartetas arbitrales que formó el organismo para dirigir los encuentros del Mundial Alemania 2006, dijo que es un proyecto que iba a aplicarse desde el campeonato anterior. Ahora debe tener mejores resultados, porque el equipo que se encargue de cada partido se conoce y, de alguna forma, "habla el mismo idioma".

 
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