Usted está aquí: domingo 4 de junio de 2006 Política Imágenes inéditas constatan ataque planeado el 10 de junio de 1971

El documental Halcones da cuenta de la estrategia paramilitar contra estudiantes

Imágenes inéditas constatan ataque planeado el 10 de junio de 1971

Con apoyo de EU, Echeverría planeó la represión que dejó como saldo 120 jóvenes muertos

ROBERTO GARDUÑO

Ampliar la imagen Grupos policiacos observan el paso de la marcha de estudiantes (al fondo) Foto: Archivo de Alfredo Sánchez Ariza

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El grupo paramilitar halcones, entrenado en Estados Unidos a instancias del gobierno de Luis Echeverría Alvarez, formó parte de una estrategia oficial para desarticular el movimiento estudiantil en 1971. Imágenes inéditas y documentos desclasificados que integran el documental Halcones, producido por el canalseisdejulio, confirman la participación de los hombres más cercanos al presidente de la República en la emboscada contra la marcha del 10 de junio, donde murieron 120 alumnos.

Hermenegildo Cuenca Díaz, entonces titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, y el canciller Emilio O. Rabasa son descubiertos, junto con el embajador de Estados Unidos en México en ese tiempo, Robert Henry McBride, como responsables del adiestramiento a los halcones, y posteriormente partícipes en la organización del ataque a los manifestantes, el jueves de Corpus.

Jesús Martín del Campo, quien rastreó las imágenes inéditas en Estados Unidos y en Londres, Inglaterra; Severiano Sánchez; Francisco Ohem; Rosa María Garza Marcué; Dalid Moncada y Alfredo Sánchez Ariza ofrecen en el documental testimonios clave en torno al movimiento envolvente que articularon las fuerzas policiacas, militares y paramilitares contra los universitarios.

A lo largo del documental, producido por Carlos Mendoza y Mario Viveros, las evidencias halladas en los telegramas que envió el embajador McBride al Departamento de Estado de su país, descubiertos por la académica Kate Doyle, de la Universidad de Washington; las comunicaciones firmadas por el general Cuenca Díaz, publicadas el año pasado, y ahora 15 minutos de imágenes nunca antes vistas y que habían sido archivadas por la televisora estadunidense NBC dan fin al rompecabezas histórico en el que se ubica a Luis Echeverría como principal responsable de aquel acto contra los ciudadanos.

Avatares por la verdad histórica

Francisco Ohem fue quien recordó el hilo conductor de las nuevas evidencias documentales: antes de iniciar la marcha de estudiantes -del Casco de Santo Tomás al Zócalo- "me di cuenta de que había un corresponsal extranjero que hablaba español, pero nos pedía que habláramos en inglés".

Al correr la imagen inédita se observa a los estudiantes respondiendo en aquel idioma:

-¿Cree usted que son libres en México?

-¡No! (el joven sonríe). No lo creemos, la mejor prueba de esto es la existencia de presos políticos en las cárceles de la ciudad de México y en otras ciudades del país.

En una toma posterior, otro manifestante explica su participación en el movimiento estudiantil. "Estamos luchando por un país realmente democrático, y tenemos que mostrar que el gobierno no es democrático. Estamos intentando demostrar que el sistema represivo no lo hace legalmente ni respeta la Constitución. Y estamos tratando de desarrollar un movimiento revolucionario".

Al discurrir los minutos se observa un grupo de halcones emprendiendo el primer ataque con varas de bambú, y posteriormente, algunos de ellos disparando con armas largas contra los manifestantes. Al disolverse la imagen aparecen titulares de diversos diarios que circulaban en aquellas fechas.

Excélsior: "Marcha estudiantil frenada por grupos de choque, 6 muertos; los estudiantes iban armados, declara la procuraduría". La Prensa: "Fracaso de agitadores". El Heraldo de México: "Trágico saldo de la manifestación estudiantil en el DF". La Prensa: "Agresión, lo de junio 10; fue contra el gobierno, declaró el presidente Echeverría". Excélsior: "Las manifestaciones no deben ser reprimidas, dijo Echeverría".

Remata con video y fotografías de la manifestación en el Zócalo de la ciudad de México en respaldo al presidente Echeverría. Imágenes de las mantas con las siglas de la Confederación Obrera Revolucionaria (COR): "Echeverría, presidente de la concordia"; "Los fósiles de la Universidad, lacra nacional"; "Los estudiantes drogadictos (cáncer para México)".

Los 15 minutos de película -hasta ahora desconocida- ubican a los halcones y ponen en duda la versión gubernamental de un enfrentamiento entre grupos de estudiantes, además de que revelan la coordinación del grupo de choque y la policía. El texto y la imagen avanzan paralelamente.

"Este niño -se observa a un menor vestido con camisola roja- es un elemento infiltrado que está atento a la labor de los periodistas; más tarde se le ve informando a dos hombres que minutos después actúan coordinadamente con la policía. En el interior de este vehículo antimotines hay elementos que no visten el uniforme policiaco, en las manos de uno de ellos hay un arma larga.

"Más evidencias: de la estación del Metro Normal, que había permanecido cerrada, sale un contingente de agresores que ahí se ocultaba. Un halcón, el símbolo más conocido durante décadas, resulta herido durante el ataque; sus compañeros lo conducen a una patrulla, y minutos después es trasladado a una ambulancia -se observa la secuencia-: coordinación plena; un grupo de halcones saluda al paso de un camión de granaderos; la complicidad que deja hacer al grupo atacante".

En los documentos desclasificados se establece que entre enero y agosto de 1971, el embajador de Estados Unidos en México, Robert McBride, envió 40 telegramas al Departamento de Estado informándole de los sucesos más relevantes en el país.

El historiador Carlos Montemayor se refiere así a tales evidencias: "En los primeros días de su administración, Luis Echeverría, a través de su canciller Emilio O. Rabasa, particularmente por medio del coronel Manuel Díaz Escobar, pidió oficialmente apoyo para el entrenamiento del grupo paramilitar conocido como halcones".

Aparece el texto donde se lee que Díaz Escobar y el teniente Fernando Ugalde Uribe solicitan entrenamiento para los halcones. Y continúa Montemayor:

"El entrenamiento era a elementos muy jóvenes, fundamentalmente pertenecientes al Ejército Mexicano, y en segundo lugar, a una minoría de diferentes cuerpos policiacos de la ciudad de México y del país; la capacitación se dirigía sobre todo al manejo de tumultos o manifestaciones. En este sentido, es muy importante cómo la participación oficial de Luis Echeverría era ya clarísima en los primeros días de su administración".

En ese entorno también se leen los nombres de los militares que fueron entrenados, y como elemento clave aparece el memorando firmado -el 9 de junio de 1971- por el secretario de la Defensa Nacional, general de división diplomado del Estado Mayor, Hermenegildo Cuenca Díaz, matricula 121834.

Por medio de esa comunicación instruía al director de Sanidad Militar para proporcionar atención médica al personal de diversos cuerpos policiacos del Departamento del Distrito Federal que fueran presentados heridos el 10 de junio.

Carlos Montemayor argumenta que el acto de represión del día siguiente ya estaba previsto en el ámbito más elevado del poder. "Por si fuera poco -dice-, también documentalmente podemos integrar otro dato importante de la organización de los halcones: no solamente está enterado e interesado el presidente de la República, sino también las fuerzas armadas, porque el general Cuenca Díaz está ya adelantándose en los sucesos represivos del jueves de Corpus y está pidiendo apoyo logístico para los posibles heridos de las fuerzas armadas, es decir, del grupo de choque de los halcones".

La elaboración de la estrategia inmiscuyó de forma directa al Ejército Mexicano. En otra comunicación firmada por Cuenca Díaz, dirigida al secretario de Comunicaciones y Transportes, Eugenio Méndez Docurro, le solicita lo siguiente:

"Mucho agradeceré a usted dictar sus apreciables instrucciones a fin de que la Policía Federal de Caminos, dependiente de esa secretaría a su digno cargo, a través de sus patrullas nos informen los desplazamientos de vehículos o transportes que conduzcan estudiantes procedentes de los distintos lugares circunvecinos a esta capital. Esta información es importante para conocer con oportunidad los movimientos y concentraciones de estudiantes".

Vínculos Ejército-halcones

Todos los altos mandos policiacos que participaron en el operativo del 10 de junio eran miembros de las fuerzas armadas: el coronel Rogelio Flores Curiel fue egresado y después director del Colegio Militar; el coronel Rodolfo Robles Dibella, quien era director de circulación de la Subdirección de Tránsito, egresó del Colegio Militar en 1954; el coronel Emmanuel Guevara Torres presidía la Academia de Policía; egresó del Colegio Militar en 1955.

En el video se destaca la movilización de las fuerzas armadas, policías y halcones: los contingentes fueron destacados en las calles que desembocan en la avenida de los Maestros y en el cruce de Melchor Ocampo y San Cosme; lo tanques antimotines aguardaban a lo largo de Melchor Ocampo mientras cinco contingentes de 200 halcones cada uno tomaron posiciones en la retaguardia de la policía, y varios transportes del Ejército permanecieron en las instalaciones del Colegio Militar.

Las imágenes inéditas también confirman la connivencia entre los conductores de los automóviles que circulaban con toda libertad en medio del ataque del grupo paramilitar. Los halcones recibieron armas de fuego desde los vehículos que les brindaban apoyo logístico. Sin embargo, el mayor número de muertos y heridos fue causado por los francotiradores que desde azoteas hicieron fuego. (Esos individuos pueden verse en fotografías).

Además, se escucha parte de la comunicación que establecieron los mandos con los atacantes:

-A pie fueron a atacar a los manifestantes, cambio.

-Se siguen escuchando disparos; sí, se siguen escuchando disparos, cambio.

-Se repliegan los manifestantes, ahora sobre la avenida de los Maestros, cambio.

-A qué altura, Jasso...

-A la altura de la avenida de los Maestros, cambio.

-A la México Tacuba y Melchor Ocampo acaba de llegar un camión con halcones.

-Aproximadamente 70 halcones acaban de llegar en el camión, cambio.

-A ver, infórmenme, se está replegando la columna de los estudiantes, ¿a qué altura de la avenida de los Maestros?

-Se continúan escuchando disparos en forma más persistente, cambio.

-Y las personas heridas...

-Se las llevaron de inmediato.

-¿No se las llevaron al Rubén Leñero?

-No le sabría decir, señor.

-Pero se notó que eran de sangre o... eran de madera.

-De golpes señor, de golpes de vara, de golpes.

-En combate X3, ya ha entrado en combate, ya tenemos un herido por ahí.

-Ya los están dejando pasar, todos ya están en combate, ya están en combate, ya tenemos algunos heridos...de bala, en el estómago, cambio.

Había 105 halcones bajo el mando de los militares, que los adiestraban y les llamaban profesores o paisanos, y eran conocidos con apodos para encubrir su identidad. Por ejemplo, el conocido como El Ratón era el subteniente Marco Antonio Jacques, egresado del Colegio Militar en 1967, en el área de administración; otro jefe de grupo, conocido como El Cuco, era el subteniente José Mercado Domínguez, egresado del Colegio Militar en el área de artillería. Un hermano de éste, conocido como La Piedra, era el subteniente Antonio Mercado Domínguez, egresado del Colegio Militar y uno de los soldados adiestrados en Estados Unidos a petición del gobierno mexicano.

 
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