Usted está aquí: lunes 5 de junio de 2006 Estados Albur y ofensas, ganchos de radiodifusoras nuevoleonesas para incrementar audiencia

Falta de control en programas, por indiferencia de Gobernación, señala académico

Albur y ofensas, ganchos de radiodifusoras nuevoleonesas para incrementar audiencia

ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ

Ampliar la imagen Jorge Enrique González Treviño, director general de Frecuencia Tec 94.9 FM y Omero González, conductor de un programa musical en la misma estación radial, en Monterrey Foto: Alfredo Valadez

Ampliar la imagen Jorge Enrique González Treviño, director general de Frecuencia Tec 94.9 FM y Omero González, conductor de un programa musical en la misma estación radial, en Monterrey Foto: Alfredo Valadez

Monterrey, NL, 4 de junio. El teléfono sonó en plena transmisión en vivo de una de las radiodifusoras más escuchadas de esta capital y su zona metropolitana:

-¡Estás en Banda 93.3 FM, la que Manda! Y tú, ¿qué haces cuando la sientes? ¿Ríes, lloras, sufres, te gusta? -preguntó el locutor al ama de casa que se comunicó a la estación, mientras de fondo se escuchó la grabación de una voz femenina que emitía gemidos, como en una relación sexual.

La radioescucha guardó silencio.

-¿A poco no sientes nada? ¿Eh? ¡Dinos! -presionó el animador.

-¿Me complace con una canción para mi marido? -atinó a decir la mujer.

Durante la última década ésta ha sido la fórmula en decenas de radiodifusoras del norte de México, las cuales contrataron a locutores que levantaron los ratings y la comercialización de programas en estaciones de corte grupero.

Su público se compone principalmente de adolescentes del nivel socioeconómico bajo y medio bajo, habitantes de colonias populares, pero también lo integran choferes de autobuses y taxis, comerciantes, mecánicos, albañiles, carpinteros, herreros, así como amas de casa.

Los locutores aparentemente ignoran que la Ley Federal de Radio y Televisión vigente, publicada por el presidente Vicente Fox Quesada en el Diario Oficial de la Federación el pasado 11 de abril, establece en su artículo 10: "compete a la Secretaría de Gobernación" vigilar que "las transmisiones de radio y televisión se mantengan en los límites del respeto a la vida privada, la dignidad personal y la moral".

En su artículo 63 prohíbe "todas las transmisiones que corrompan el lenguaje y sean contrarias a las buenas costumbres, ya sea mediante expresiones maliciosas, palabras o imágenes soeces, frases y escenas de doble sentido, apología de la violencia o del crimen; se prohíbe también todo lo que sea denigrante u ofensivo para el culto cívico de los héroes y para las creencias religiosas, o discriminatorio de las razas; queda prohibido el empleo de recursos de baja comicidad y sonidos ofensivos".

"Este fenómeno ocurre porque ha existido una relajación en la calidad de la locución dentro de la radio, porque la Secretaría de Gobernación ha dejado de hacer su trabajo hace mucho tiempo" y en la radio, al igual que en la televisión, "muchos medios se han olvidado por completo de su responsabilidad social como concesionarios, al explotar las radiofrecuencias del espectro electromagnético asignado", propiedad de la nación, señaló en entrevista el académico Jorge Enrique González Treviño, director general de Frecuencia Tec 94.9 FM, emisora del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Sostuvo que una causa "es porque no se aplica la reglamentación y la poca exigencia del gobierno federal que regula estos temas".

Acotó que entre las 44 radiodifusoras de Nuevo León "hay estaciones excelentes, respetuosas del auditorio y de la parte ética y moral, difusores de buen entretenimiento, información, cultura y que sí cumplen con una función social". Pero las más escuchadas son las que González Treviño definió como radiocarpas.

"Es necesario transformar estas estaciones de radio, que aunque entretienen no educan, incumplen su función social", se quejó.

Las emisoras culturales y universitarias no han logrado romper "con el mito de que a nosotros nos escuchan sólo grupos de alto nivel cultural o educativo; se nos han encasillado, porque la gente piensa que es una radio que los va a aburrir.

"Lamentablemente, los concesionarios de estaciones comerciales presionan a las dependencias federales para que no se nos otorguen facilidades. No queremos generar ganancias, sólo hacer radio de calidad educativa, cultural y científica, amena y entretenida", dijo.

 
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