Usted está aquí: viernes 16 de junio de 2006 Espectáculos El Holocausto pudo ser el "crimen perfecto", pero fracasó: Lanzmann

El cineasta francés presenta en México Shoah y Sobibor, 14 de octubre de 1943

El Holocausto pudo ser el "crimen perfecto", pero fracasó: Lanzmann

La primera se proyectará mañana en la Sala Julio Bracho de la UNAM en dos sesiones

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen El realizador francés rechaza que Shoah sea un documental; es la creación de una realidad Foto: Barry Domínguez

Luego de nueve años de ausencia, el director francés Claude Lanzmann visita México para presentar Shoah, una película que escapa a toda clasificación por su duración (9.5 horas), y Sobibor, 14 de octubre de 1943, una cinta más breve, que abordan de manera original el tema del Holocausto.

Filmada entre la realidad y la ficción, Shoah (que en hebreo significa hecatombe) narra el exterminio -"destrucción industrial"- de 6 millones de judíos en las cámaras de gas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, a partir de testimonios de sobrevivientes, victimarios y testigos incidentales .

En tanto, Sobibor... es un relato de la exitosa rebelión de los presos en el campo de concentración del mismo nombre en 1943.

Estas dos obras, dice Lanzmann, tienen que ver con esa parte de la historia, pero también con el presente y el futuro de la humanidad. Su presentación mundial ocurre justamente a 60 años de la liberación de Auschwitz, el infausto campo de exterminio donde fueron asesinados 1.5 millones de judíos.

Claude Lanzmann nació en París en 1925 y fue uno de los organizadores de la resistencia francesa. Tras la Segunda Guerra Mundial, fue distinguido con la Medalla de Resistencia con Rosetón, como comandante de la Legión de Honor y comandante de la Orden Nacional al Mérito.

En 1949, luego de obtener la licenciatura en literatura y una maestría en filosofía, fue catedrático en la Universidad Libre de Berlín.

En 1952 conoció a Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, con quienes fundó más tarde la revista Les Temps Modernes. En los años 70 inició su trayectoria como cineasta con la película Por qué Israel (1973), considera da como la más importante hasta entonces sobre el tema.

Ayer, en conferencia de prensa en la Casa de Francia, expuso algunas ideas sobre sus dos obras recientes.

"Shoah son nueve horas y media de cine; no de otra cosa. Es un gran cine. En todo caso, Shoah es una película bastante complicada, compleja, pero sutil. Requirió de 12 años de trabajo cotidiano, sin vacaciones.

"Shoah no es un documental"

"Cuando se dice que Shoah es un documental, me rebelo (...) Es la creación de una realidad; se construye en contra de su propia imposibilidad, en contra de la ausencia de huellas; su tema central es la sobrevivencia.

"Trata sobre la muerte, de la muerte radical en los campos de exterminio, en las cámaras de gas. El proyecto de los nazis no era sólo destruir a los judíos, sino destruir al ser humano. Era destruir la destrucción misma, suprimir toda huella. Era el crimen perfecto.

"El crimen no tuvo lugar, por eso Shoah no es la filmación de una realidad que ya estaba. Lo que hice nunca se había hecho. Es la primera y única que cuenta la historia desde el punto de vista de los judíos, no desde otros. Sabíamos que 6 millones de judíos habían sido asesinados, ¿pero qué quería decir eso?

"Había que mostrar el significado profundo. A partir de Shoah la verdad se vuelve verdadera. La mejor prueba es que el ministerio francés de Educación decidió incluir seis fragmentos en el programa respectivo.

"Lo que se ve no tiene ninguna relación con lo que se puede leer en los libros de historia, aunque estén muy bien hechos (...) Quien ve la película sale cambiado, modificado. La cinta crea su propia actualidad; hay una universalidad de lo humano. Estoy convencido de que todas las víctimas se parecen; todos los verdugos se parecen".

Lanzmann recordó también que el tema del Holocausto ha sido abordado con amplitud en los años recientes. "Hay algunas cintas muy bellas. Hacer una película es hacer una guerra, y hacer una como Shoah es hacer una guerra total".

Sobre la razón de los nazis para exterminar a los judíos, contestó: "Vean la película. Mataban a todos de manera estúpida. Cuando les dolían las muelas a los soldados alemanes no había quién los curara, porque los únicos dentistas eran judíos, y ya los habían matado a todos.

"Lo cierto es que 6 millones de judíos no murieron para que viviera Israel", aseguró.

Shoah se proyectará el sábado 17 de junio en la Sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario de la UNAM, de 10 a 15 horas y de 16:30 a 21:30.

En los mismos horarios, pero con la presencia del director, se exhibirá el domingo 18 de junio.

Por su parte, Sobibor... se proyectará el 20 de junio a las 20 horas en Cinemex Polanco.

A esta función también asistirá el director. Los días 19, 21 y 23 de junio se impartirá el seminario Conversaciones con Claude Lanzmann, en la Capilla del Instituto Cultural Helénico.

 
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