Usted está aquí: viernes 16 de junio de 2006 Opinión México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

Nepotismo blanquiazul

"Me urge fuero", nuevo lema de campaña

Empresas del software quieren más hildebrandos

Tanto que criticaron a López Portillo y resulta que el nepotismo blanquiazul campea en pleno sexenio del "cambio", aderezado con tráfico de influencias.

Parece vicio, y la relación de involucrados en tales enjuagues lejos de agotarse con los Bribiesca, Sahagún, Zavala y demás defensores doctrinarios de Acción Nacional, según se autodenominan, crece según avanzan las investigaciones, las cuales marcan una constante: evasión o elusión fiscales en parientes investigados y empresas asociadas.

Secreto a voces desde sus tiempos en la dirección general de Pemex Refinación, el nepotismo y tráfico de influencias de Juan Bueno Torio (hoy sonriente candidato panista al Senado de la República, cuyo lema de campaña es "me urge fuero") ha sido documentado por la comisión legislativa que revisa la legalidad de los contratos públicos con la empresa Construcciones Prácticas y asociadas (léase los negocios de los nenes Bribiesca Sahagún) y denunciada penalmente ante la Procuraduría General de la República.

Lo anterior, por su presunta responsabilidad en delitos cometidos por servidores públicos y tráfico de influencias, toda vez que durante su gestión como director general de Pemex-Refinación otorgó convenios de servicio a una empresa (Transportadora y Distribuidora Isabel) propiedad de sus familiares, entre ellos su padre Juan Bueno Lázaro.

La comisión legislativa, que encabeza el diputado José González Schmal, refiere que entre 2001 y 2005 a dicha empresa se asignaron, por adjudicación directa, 12 convenios de prestación de servicios por parte de Pemex Refinación. Bueno Torio fue designado por el presidente Fox como director general de la paraestatal en enero de 2003, cargo que dejó en diciembre de 2005 para sumarse a los no pocos panistas en busca de fuero, "habiéndose desempeñado antes de esa fecha como subsecretario para la Pequeña y Mediana Empresa de la Secretaría de Economía, teniendo participación como consejero directivo en Pemex-Refinación. Dichos convenios de servicios de transporte terrestre de productos derivados del petróleo son por un monto de 162.26 millones de pesos, y se descubrió que en la mencionada empresa participa como accionista Juan Bueno Lázaro, padre de Juan Bueno Torio; así como Emilio Bueno Lázaro, tío del ex funcionario, quien funge como socio y presidente del consejo de administración, entre otros familiares". Además, benefició a la empresa Fletera Continental de Líquidos, propiedad de su cuñado Luis Ortiz Ríos.

En junio de 2005 la Secretaría de la Función Pública inhabilitó como proveedor del gobierno federal a Transportadora y Distribuidora Isabel, con sede en la ciudad de Córdoba, Veracruz, por la misma razón que en su momento procedió en contra de las empresas Hildebrando y Meta Data (del cuñado incómodo Diego Zavala), es decir, "por no encontrarse al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales".

Aún así, la "justicia" veracruzana (concretamente el juzgado decimoprimero de distrito en dicha entidad) decidió amparar a la empresa del papá de Bueno Torio para evitar la sanción de la SFP y mantenerlo habilitado como proveedor del gobierno federal, de manera específica en Pemex-Refinación.

Semanas atrás, la comisión legislativa denunció que Bueno Torio benefició a la Compañía Saint Martín Construcciones, vinculada a los Bribiesca Sahagún, y al consorcio Autotanques de México, propiedad de su cuñado, que en 2004 obtuvo un contrato de la paraestatal por 22 millones 800 mil pesos.

González Schmal precisó que el mayor contrato autorizado por Bueno Torio a favor de la empresa familiar suma casi 72 millones de pesos, pero como el candidato panista al Senado de la República es por demás generosos decidió concederlo de manera transexenal, es decir, del primero de junio de 2005 (unos cuantos meses antes de renunciar a la dirección general de Pemex-Refinación) al 31 de diciembre de 2008.

Ahora el balón está en la cancha de la PGR. Sin embargo, el procurador Cabeza de Vaca parecer estar demasiado ocupado en "limpiarle" la ley Televisa al Presidente de la República como para dedicarse a otras cosas.

La propia Malú Mícher, ex presidenta de la citada comisión legislativa, describió el panorama: "esta es la quinta denuncia que interponemos ante la PGR. Vamos a ver a cuántas llegamos; está jugando a las venciditas el procurador general de la República, el presidente Fox jugando a ni te veo ni te oigo, pues entonces vamos a ver cómo le hacen para seguir incumpliendo toda esa situación en relación con las diversas pruebas que estamos entregando en contra de este tráfico de influencias, de esta información privilegiada, de estos procedimientos absolutamente ilegales por parte de quienes han sido beneficiados de manera irregular por los organismos descentralizados o por las empresas estatales de participación mayoritaria".

Las rebanadas del pastel:

Los empresarios del software en el país sacaron sus matracas y echaron porras: "el sector requiere de más empresas como Hildebrando", la de Diego Zavala, el cuñado de Calderón. Vale, pero si para ello se necesitan más Felipes.

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