Balance de la Jornada
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Con la misma rapidez que un castillo de naipes se derrumbaron las ilusiones de Costa Rica, Polonia y Paraguay en la justa mundialista de Alemania.
Y lo mismo ocurrió con la esperanza de tener una fiesta en paz al hacer su aparición los temibles hooligans. Al mediodía de ayer la policía de Dortmund reportó que había 429 detenidos por provocar disturbios.
El sicólogo francés Alan Ehereberg los calificó como "un universo de masas informes y peligrosas, pero no porque se funden en ellas es que son peligrosos, sino porque buscan salirse para ser parte del espectáculo. Por este movimiento ellos violan la regla de oro del deporte, que exige que los espectadores no sean los actores".
Para los holandeses, sus fanáticos se han organizado como un ejército. "A este respecto se puede hablar de oficiales, camuflados como aficionados normales, que conocen al detalle su misión y envían a sus soldados al combate", se establecía en un informe del equipo investigador de Crisis de la Universidad de Leiden, previo a la Eurocopa del año 2000, a disputarse en su país.
Mucho se ha escrito sobre el fenómeno de los hooligans, pero no se han puesto de acuerdo sobre el origen de la palabra.
Durante algunos años se pensó, según una misiva de la Afp de junio de 2000, que derivaba del patronímico de un tal Patrick Hooligan, encargado de mantener el orden en uno de los clásicos pubs de Londres, el llamado Irish Court, y quien tenía una reputación de hombre de pocas palabras y mucha acción.
Para Geoffrey Pearson, en su libro Hooligan: historia de un respetable temor, eso es una leyenda y establece otras posibilidades. Por ejemplo, una familia irlandesa que actuaba en los escenarios de music-hall de la época y su canción We are the hoolickin boys, era muy popular entre los que seguían la letra al ritmo creciente de la cerveza.
El Oxford English Dictionary adoptó esta teoría y fecha la canción en 1890.
De ser así los hooligans surgieron primero que el mismísimo penal, porque éste nació el 15 de septiembre de 1891.
Aunque no por eso los mexicanos damos ese día el Grito de Dolores.