Usted está aquí: jueves 22 de junio de 2006 Política No tengan miedo, pide AMLO a empresarios

El triunfo de la derecha, "moralmente imposible"

No tengan miedo, pide AMLO a empresarios

Miles de seguidores en el cierre de campaña en Querétaro

ANDREA BECERRIL ENVIADA

Ampliar la imagen El candidato perredista, luego del mitin en la ciudad de Querétaro Foto: Carlos Ramos Mamahua

Querétaro, Qro., 21 de junio. Con la plaza de armas llena, en esta entidad gobernada por el PAN, Andrés Manuel López Obrador parafraseó a Benito Juárez para advertir que un triunfo de la derecha "es moralmente imposible", y mandó otro mensaje a los empresarios, a quienes les pidió no tener miedo, ya que -aseguró- con su proyecto alterno de gobierno "les va a ir mejor".

Es el segundo guiño que el candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos formula a los integrantes del sector privado. El anterior fue el lunes pasado, en Monterrey, Nuevo León, pero ayer insistió y les pidió que no tengan temor, que si bien cambiará el rumbo de la política económica, será en beneficio de todos, ya que la estrategia aplicada en los últimos seis años ha sido "un fracaso".

Al cerrar campaña en Querétaro, ante miles de perredistas que no dejaron de aplaudir su discurso, el tabasqueño recalcó que "pese a la guerra sucia" y todo el dinero que sus contrincantes "han metido" en propaganda en medios electrónicos para descalificarlo, le ha ido "muy bien" y se enfila a una victoria el próximo 2 de julio.

Por la tarde, en San Luis Potosí, otra plaza panista también rebosante de partidarios, López Obrador se refirió al cuñado incómodo. Dijo que le puede recordar de memoria todos los contratos que obtuvo de dependencias gubernamentales, y acusó al gobernador del estado, Marcelo de los Santos, de lavar dinero.

En su primera jornada, en la capital queretana, expresó que "ya basta" de esa campaña de desprestigio que el candidato del PAN ha puesto en marcha. "Están dale y dale con sus espots de radio y televisión. ¡Ya chole!, como se dice. Acatarran con tanto anuncio; creen que así van a hacer cambiar a la gente".

¡Noooo!, respondieron al unísono las miles de personas congregadas en la plaza de armas de la capital queretana.

El ex jefe de Gobierno capitalino aprovechó para aclarar una de las versiones que han hecho circular el PAN y su candidato presidencial, Felipe Calderón, en el sentido de que el perredista "es enemigo de los empresarios", a quienes lesionará con sus proyectos económicos.

"A aquellos que sinceramente les preocupan nuestras propuestas, les digo que no se preocupen, sólo queremos que haya crecimiento de la economía y generar empleos". En los últimos 24 años -explicó- la economía no creció, y aunque se requieren un millón de empleos anuales, en este sexenio de Vicente Fox no sólo no se generaron trabajos, sino que se perdieron plazas.

"Eso es lo que ya no queremos que siga ocurriendo en el país, por eso sostenemos de manera sincera y franca que vamos a cambiar el rumbo económico, y no por razones de índole ideológica, sino sencillamente porque el modelo actual no ha funcionado."

El ejemplo "más fehaciente" del fracaso de la política económica seguida en los últimos seis años son los 4 millones de mexicanos que debieron emigrar a Estados Unidos: "¡Eso es lo que queremos que ya no siga ocurriendo en el país! ¡Vamos a impulsar las actividades productivas, a crear empleos!"

López Obrador se dirigió luego a los integrantes del sector privado, cuyos organismos cúpula recientemente sacaron anuncios en radio y televisión en los que piden no votar por una opción distinta.

"Que no tengan ningún temor los empresarios. Les va a ir mucho mejor que ahora, con un gobierno realmente democrático y con dimensión social".

¿Cómo no les va a ir mucho mejor? -insistió. "Nada más les digo que entre tantos problemas que tienen las empresas están los incrementos de los energéticos, y nosotros lo que proponemos es bajar los precios de gasolina, gas y electricidad". ¡Sí se puede! ¡Sí se puede!" -respondieron de nuevo sus simpatizantes.

"Que nadie tenga miedo -continuó el candidato- cuando decimos que por el bien de todos, primero los pobres. Eso conviene a todos, porque no se puede seguir gobernando el país en un océano de desigualdades. Nadie, con un poco de luz en la frente y con dignidad, se puede sentir bien en una nación donde unos pocos tienen todo y la mayoría carece de lo mínimo necesario."

Hay "una profunda y monstruosa desigualdad social, y no habrá seguridad ni gobernabilidad mientras no se solucione".

Los lemas de apoyo a su campaña se repitieron en mantas y pancartas. "En Querétaro, no se apendeje, vote por El Peje". En las primeras filas destacaba una cartulina portada por una muchacha que la alzaba y alzaba para que el candidato la leyera: "Peje, cuando llegues a la Presidencia, hazme primera dama".

En este estado López Obrador se lanzó contra los gobernantes blanquiazules. Mucha gente está desilusionada -dijo- "porque pensaron que a partir de 2000 iba a cambiar su situación económica, pero no fue así, porque los panistas salieron bien rateros".

En San Luis Potosí fustigó también a los de Acción Nacional. ¿Saben por qué repito lo del cuñado incómodo?, porque son muy mojigatos los de la derecha; se creen gente bien, con ética, pero son unos grandes hipócritas".

Diego Zavala, el cuñado de Felipe Calderón, "ya me metió una demanda, pero le puedo enunciar todas las dependencias que han otorgado contratos a sus empresas". El tabasqueño mencionó a Pemex, CFE y la Secretaría Hacienda, dependencia donde "está su alteza serenísima -Francisco Gil Díaz-, que es un alcahuete".

Luego, cuando preguntó si en San Luis no hay alguien así, como el cuñado incómodo, los potosinos reunidos en la Plaza del Carmen le respondieron que sí, que el gobernador Marcelo de los Santos.

"Sí, porque es contador público y se dedica a blanquear todas las cuentas corruptas de los gobiernos del PRI."

Así, el perredista dejó muy claro que los panistas "ahora van a recibir su castigo el 2 de julio, y va a ser una lección no sólo para ellos, sino para todos los políticos que incumplieron sus promesas de campaña.

En Querétaro, muy cerca del Cerro de las Campanas, donde fue fusilado Maximiliano, López Obrador recordó una frase de Benito Juárez, en momentos en que los conservadores decidieron traer un príncipe extranjero a gobernar México. "Juárez decía que el triunfo de la reacción es moralmente imposible. Podemos parafrasearlo ahora y decir: el triunfo de la derecha es moralmente imposible".

 
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