Usted está aquí: viernes 23 de junio de 2006 Sociedad y Justicia Dos millones, en riesgo por el arsénico

Población de seis estados consume agua contaminada con el elemento: funcionario de la CNA

Dos millones, en riesgo por el arsénico

En México la población expuesta a beber agua con niveles de arsénico que ponen en riesgo su salud asciende a más de 2 millones de habitantes, localizados en los estados de Chihuahua, Coahuila, Durango, Hidalgo, Nuevo León y Puebla, afirmó en la UNAM Jesús García Cabrera, subgerente de laboratorios y monitoreo de la Comisión Nacional del Agua (CNA).

Al participar en el Congreso Internacional Arsénico Natural en Aguas Subterráneas de América Latina, organizado por el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que en varios países de Latinoamérica, como Argentina, Chile, México y El Salvador, por lo menos 4 millones de personas están expuestas a líquido contaminado.

Algunos de los efectos de ese elemento en el organismo humano, subrayó el funcionario, son alteraciones de la piel, efectos secundarios en el sistema nervioso, irritación de órganos de los sistemas respiratorio, gastrointestinal y hematopoyético; y acumulación en huesos y músculos y, en menor grado, hígado y riñones.

En particular, indicó, provoca gangrena, cáncer cutáneo, cirrosis, problemas renales, daños al intestino, afectación de glóbulos blancos, parálisis y pérdida de visión, por mencionar algunos. Es decir, "modifica todo el metabolismo". Por tanto, "es un enemigo potencial que se debe vigilar de manera permanente".

Las fuentes de contaminación del agua por ese elemento son las superficies de terreno, depósitos y derrames de sustancias tóxicas, así como acumulación de desechos sólidos o líquidos. La cuestión, recalcó, es que el líquido se utiliza para abastecimiento público, agrícola, pecuario e industrial, así como para la generación de energía eléctrica, recreación y acuacultura; "en todos ellos afecta la presencia del arsénico".

Cabe agregar que se presenta en forma natural en rocas sedimentarias volcánicas, aguas geotermales, con mayor frecuencia en depósitos mineros; en las aguas superficiales y subterráneas, ya sea como sulfuro de arsénico, arsenato o arsenita, entre otros, añadió.

Dicho elemento, dijo, se utiliza en la manufactura de transistores, láseres, semiconductores, vidrio, textiles, papel, pigmentos, adhesivo de metal, procesos de bronceado, plaguicidas y productos farmacéuticos, entre otros. La tendencia en la legislación nacional, comentó, es disminuir los límites permisibles de arsénico en agua, sobre todo para consumo humano; la actual Norma Oficial Mexicana 127-SSA1-1994 señala que es de 0.025 miligramos por litro.

José Galán

 
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