Usted está aquí: lunes 26 de junio de 2006 Deportes Alemania dice adiós a la afición mexicana

Deja la imagen de un país que practica un nacionalismo sano

Alemania dice adiós a la afición mexicana

ALIA LIRA HARTMANN CORRESPONSAL

Leipzig, 25 de junio. De acuerdo con cifras oficiales, alrededor de 50 mil aficionados mexicanos viajaron a Alemania para apoyar a la selección mexicana de futbol.

Jóvenes en su mayoría, sin temor a equivocarnos 80 por ciento, no pasaba de los 30 años, y el sexo masculino imperaba en lo que parecía encajar dentro del prototipo del niño bien, que puede pagarse en México un viaje a Europa.

Sin embargo, también había otro tipo de aficionado, aquel que durante años ahorró para pagarse este paseo, el que vendió su coche, el que dio tarjetazo tras haber recibido entradas de patrocinadores para los partidos. Todo con el fin de acompañar a su selección, de vivir el ambiente del Mundial.

Tuvieran o no boletos para los juegos, todos tenían la certeza de que tarde o temprano la reventa se destaparía, y así fue. Se llegaron a pagar sumas exorbitantes superiores a los mil euros por una entrada para cualquiera de los cotejos disputados por México.

Para quien no tuviera acceso, quedaba el consuelo de ver el encuentro y compartir el ambiente festivo entre compatriotas afuera de los estadios, en torno a pantallas instaladas para tal efecto. Las camisetas verdes del uniforme del Tri se podían contar por miles.

Ahora buena parte de ellos se despide de Alemania y deja la imagen de un país que practica un nacionalismo sano, cuya capacidad de entrega a la causa del futbol ha recibido la admiración del pueblo alemán, que lucha en esta Copa del Mundo no sólo por el título de la FIFA, sino también por reconciliarse consigo mismo de las culpas de un pasado de guerra que todavía pesa en el día a día.

Para un germano mostrarse patriota es una especie de tabú, pero el balompié, por lo menos momentáneamente, parece estar gestando una especie de milagro. En tiempos del Mundial las banderas alemanas inundan el país.

Volviendo a México, de acuerdo con la visión de los analistas teutones, ningún grupo de aficionados de los 32 países que se disputan el campeonato cantaría con tal emoción el Himno Nacional en los estadios.

La pequeña ciudad de Goettingen, donde se concentraba el equipo mexicano, se desbordaba en muestras de hospitalidad.

El aficionado alemán que apoyaba al Tri se vestía de verde si no portaba la camiseta del equipo. Un fan llegó inclusive a pintar su auto con los colores y el escudo de la bandera mexicana.

En las ciudades donde se disputaban los partidos, los mexicanos siempre inundaban las calles, cargaban con sus banderas, sus sombreros, su música, sus máscaras de luchadores, sus botellas de tequila, con su alegría de vivir.

Hoy Alemania despide a México, a su selección y a sus aficionados no con un adiós, sino con un auf Wiedersehen Mexiko!, ¡Hasta luego México!

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.