Usted está aquí: miércoles 28 de junio de 2006 Opinión El Correo Ilustrado

El Correo Ilustrado

Aclaración de la Semarnat

Señora directora: En relación con el artículo de Iván Restrepo publicado este lunes 26 de junio, quisiera hacer las siguientes precisiones.

El citado columnista se refiere a mi persona como un ejemplo de que los servidores públicos perdemos el tiempo ayudando a escribir libros contra López Obrador. En mi caso particular, vale la pena decirle al señor Restrepo que el libro El mesías mexicano, escrito por George Grayson, ya estaba concluido cuando fue nombrado coordinador de asesores del titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, el 15 de julio de 2005. Que el periodista desconozca los tiempos que lleva a una editorial la publicación de una investigación documentada no lo autoriza a realizar afirmaciones con ligereza. Y que no lo encuentre "informado y útil", quizá se deba a que Iván Restrepo sólo lee y entiende libros que tratan sobre el medio ambiente.

Mucho agradeceré la publicación de la presente.

Atentamente.

Oscar Aguilar Ascencio, coordinador de asesores del secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales


Respuesta de Iván Restrepo

Señora directora: Sobre la "investigación documentada" a que se refiere el señor Aguilar Ascencio (el libro Mesías mexicano, biografía crítica de Andrés Manuel López Obrador) ya dio cuenta el jueves pasado don Miguel Angel Granados Chapa en el diario Reforma.

Por mi parte, lamento que la academia del odio dirigido pierda a un apóstol del antimesianismo que ahora concentrará sus diatribas contra los problemas del medio ambiente, esos precisamente que no ha podido resolver su nuevo jefe, al que llaman en los corrillos de su secretaría El mesías ecológico, que puede convertir el cuidado del agua en misión imposible. En cuanto a mi concentración en la lectura de temas ambientales, tiene razón: cuando escribí el artículo donde me refiero al señor Aguilar Ascencio pensaba en la contaminación informativa y verbal que ocasionan productos tan lamentables de la mercadotecnia sucia.

Atentamente,

Iván Restrepo


Precisiones de la Secretaría de la Función Pública

Señora directora: En relación con la nota titulada "Hallan evidencias de más delitos de Bueno Torio" publicada el día de ayer en la página principal y 12 del diario que usted dirige, me permito aclarar lo siguiente:

En la Secretaría de la Función Pública (SFP) nunca se ha permitido o participado en el ocultamiento de información, tráfico de influencias o protección a funcionarios en Petróleos Mexicanos (Pemex) ni en ninguna otra dependencia. El secretario Eduardo Romero Ramos niega tajantemente los señalamientos hechos a su persona por el diputado Jesús González Schmal, descritos en la nota de referencia.

Es necesario precisar que el contralor interno de la SFP es designado por el Presidente de la República. Por lo anterior, el titular de la SFP carece de facultades para nombrar esta posición o disponer de ella.

Eduardo Romero Ramos fue nombrado por el Presidente secretario de la Función Pública el 3 de abril de 2003. Cabe recordar que su anterior titular renunció a este cargo para aceptar una candidatura de su partido a la Cámara de Diputados.

Es falso que el secretario Eduardo Romero Ramos haya "llevado a cabo el traslado" de Rosendo Villareal de la SFP a Pemex. La contratación de los funcionarios de ese nivel en la paraestatal es atribución exclusiva de su director general y de su consejo de administración.

La SFP trabaja con transparencia y en estricto apego a derecho dentro del ámbito de sus competencias.

Atentamente.

Víctor Avilés, director general de Comunicación Social (SFP)

 
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