Usted está aquí: miércoles 28 de junio de 2006 Política Pierde la PGR en definitiva juicio contra Raúl Salinas por peculado

Los presuntos delitos del hermano incómodo prescribieron en 2001, señala tribunal

Pierde la PGR en definitiva juicio contra Raúl Salinas por peculado

ALFREDO MENDEZ ORTIZ

La Procuraduría General de la República (PGR) perdió ayer en definitiva el juicio penal que inició en 2002 contra Raúl Salinas de Gortari por el cargo de peculado por más de 207 millones de pesos, relativo a la partida secreta de la Presidencia de la República, informaron fuentes gubernamentales de primer nivel.

Un tribunal unitario penal de la ciudad de México determinó que los presuntos delitos imputados al llamado hermano incómodo del ex presidente Carlos Salinas (1988-1994) prescribieron en 2001.

Raúl Salinas ya fue notificado del tercer fallo judicial en su favor que ha recibido en los últimos 12 meses: la primera noticia la tuvo hace un año, cuando otro tribunal federal lo absolvió de cualquier cargo por el homicidio de su ex cuñado José Francisco Ruiz Massieu. La segunda, el pasado 2 de mayo, cuando la justicia francesa lo exoneró del cargo de lavado de dinero proveniente del tráfico de drogas. La tercera la recibió ayer, tras la decisión del magistrado José Angel Mattar Oliva, del segundo tribunal unitario, quien consideró prescrito el supuesto peculado.

A un paso de la libertad total

Con la determinación del magistrado, el Ministerio Público Federal quedó sin posibilidades de volver a consignar a Raúl Salinas por el delito de peculado.

Ahora sólo enfrentará un proceso por presunto enriquecimiento ilícito, juicio que el pasado 16 de abril cumplió una década de mantenerse vigente y en espera de sentencia de primera instancia. Esta es una acusación que se refiere a 174 millones de pesos en cuentas y propiedades que Salinas que no habría declarado cuando era servidor público.

Fuentes cercanas al caso revelaron que a finales de este año podría dictarse también sentencia absolutoria en ese proceso, lo que significaría el fin de todas las acusaciones penales que la PGR comenzó a fincar al ingeniero Salinas desde hace más de 10 años.

Respecto del juicio por peculado, esta es la historia: el 8 de octubre de 2004, el segundo tribunal colegiado con sede en Toluca, estado de México, amparó a Salinas tras considerar que no había elementos para demostrar que existió peculado, pues la partida secreta era manejada de manera discrecional para gastos "contingentes", por lo cual no se podía hablar de desvío, ya que no existía un fin claramente asignado para el uso de esos recursos.

Dos meses después, cuando la juez federal Silvia Estrever otorgó la libertad a Raúl Salinas respecto del cargo de peculado -en cumplimiento de la ejecutoria del amparo-, lo hizo bajo las reservas de ley, lo que permitía a la PGR la posibilidad de replantear las pruebas acusatorias por ese delito.

En respuesta, Salinas solicitó a Estrever que decretara la prescripción del delito, pero la juez federal consideró que el peculado no había prescrito, y volvió a dejar al Ministerio Público en posibilidades de continuar la investigación y pedir una nueva orden de aprehensión contra el llamado hermano incómodo. En enero pasado la juez dijo que el supuesto peculado prescribía hasta noviembre de 2011.

La insistencia de Raúl Salinas sobre la prescripción del delito llegó al segundo tribunal unitario, mediante un recurso de apelación.

Finalmente, el acusado demostró que el delito de peculado prescribió en 2001, siete años después de concluido el sexenio de Carlos Salinas, de acuerdo con la media aritmética (siete años) establecida para la prescripción de ese delito. El peculado se castiga con una pena corporal de dos a 14 años de prisión.

Según la acusación de la PGR, el ingeniero estuvo enterado o auxilió para concretar las operaciones del ya fallecido Ernesto Sentíes Hoyos, ex director de Administración de la Presidencia durante el sexenio de Carlos Salinas. Este ex funcionario, entre 1988 y 1994 recibió de la Tesorería de la Federación un total de 2 mil 700 millones de pesos, de los cuales 207 millones fueron depositados en una cuenta de su secretaria, Araceli Vázquez, quien a su vez habría desviado recursos a tres cuentas de alias de Raúl Salinas.

En esa lógica, la conducta delictiva atribuida al ingeniero concluyó en 1994, al final de la administración salinista, por lo que de acuerdo con el plazo de prescripción, el delito de peculado se extinguió en 2001.

 
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