Usted está aquí: sábado 1 de julio de 2006 Política ¿Seguro Popular: "garantía" para los pacientes?

Gustavo Leal F.*

¿Seguro Popular: "garantía" para los pacientes?

El actuario Juan Antonio Fernández, comisionado de Protección Social en Salud e íntimo Amigo de Fox, estima que uno de cada cinco centros de salud de la red del Seguro Popular -575, incluyendo clínicas, hospitales generales y de especialidades- no cuenta con las condiciones para dar el servicio a los pacientes, por lo que podrían ser retirados del programa. Con el "debido respeto", afirmó, los "chocheros y homeópatas, no están; los similares y los símiles, tampoco. Porque la afiliación va muy de la mano con la capacidad".

Su "reconocimiento" es muy "valiente": patentiza el hondo compromiso del foxismo por "democratizar" la salud. Según Fernández, hay muchos hospitales que no cumplen, y los "autorizamos condicionadamente" a que "tengan un médico y un farmacobiólogo, surtan las recetas, abran todos los turnos, cuenten con guardias durante los fines de semana y dispongan de servicio de urgencias". Si el centro quiere registrarse, debe contar con características de "higiene, personal y horario".

Aunque su valentía se queda bien corta. Porque el fraudulento programita -que ni es "seguro", ni mucho menos "popular"- "opera" en otra realidad. Sólo en los pasados meses, se han hecho públicas las siguientes "garantías para los pacientes".

Aguascalientes. Al decir de la Contaduría Mayor de Hacienda, mientras que el IMSS de la entidad carece de lo más indispensable, el Instituto de Salud del Estado (ISEA) mantuvo en bodegas -de 1999 hasta junio de 2005- 12 millones de pesos en medicamentos. El titular del instituto, Ventura Vilchis, aceptó que "hubo material que caducó, pero... el monto fue de la mitad". El ISEA es una joyita: de sus 99 centros de salud, 85 no tienen escrituras; los registros contables sólo reconocen tres; ha autorizado préstamos por 2.6 millones de pesos al hospital Hidalgo sin consultar al Consejo Interno, y ha perdido 12 demandas laborales con daños de cuatro MP.

Chiapas. El hospital regional Rafael Pascacio Gamboa de Tuxtla, enfrenta un severo desabasto: anestesia, medicamentos, sábanas, jeringas, gasas, guantes, alcohol, bolsas, los cuales deben ser adquiridos por los pacientes. A sus quejas se suman las del personal médico: la insuficiencia de insumos se agrava día con día, lo que "demerita nuestra labor". No sorprenden sus frecuentes protestas contra el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía. Pero Jamez Gómez Mont, director de Atención y Calidad de la Atención del Instituto de Salud Estatal, tiene su propia opinión: "no hay recurso que alcance a cubrir los requerimientos ciento por ciento en los servicios. A la familia que pueda le pedimos que traiga los insumos que son más baratos".

Guanajuato. Mientras el gobierno panista -vía el ex secretario de salud, Ector Jaime Ramírez- emprendía una campaña masiva de afiliación con centros de salud todavía en obras, no hay suficientes hospitales para que "funcione" el Seguro Popular, mientras medicamentos, material quirúrgico, mobiliario, frigoríficos y equipos de cómputo y video se echan a perder a la intemperie desde enero de 2005.

Jalisco. Una encuesta de salida a 250 jefes de familia de 13 centros de salud inscritos mostró que más de la mitad, 62 por ciento, de las afiliadas siguen costeando los medicamentos prescritos además de que, a 32 por ciento, no los protege de gastos mayores. Según el Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la U de G, "al incrementarse 90 por ciento la carga de trabajo", las consultas médicas "se escasean" y seis de cada 10 médicos "refieren carecer de los materiales de curación".

Yucatán. Trabajadores de intendencia del Hospital Siquiátrico Yucatán (Mérida) denunciaron estar expuestos a todo tipo de agresiones de los pacientes pues las autoridades -encabezadas por José Antonio Dorantes- los obligan a cuidarlos, a pesar de que su única obligación es hacer la limpieza por 3 mil 500 pesitos mensuales.

Y en condiciones igualmente "garantizantes" laboran los hospitales de Culiacán, Querétaro, el hospital mixto de Jesús María, en el Nayar, Puerto Vallarta (ISSSTE, aunque con pacientes del Seguro Popular), Juárez-Centro (Ssa), Incan (Ssa), Infantil de México (Ssa), INER (Ssa), General de Veracruz, General de Huixtla (Chiapas) entre muchos otros.

Por algo -y tan "valiente" como el actuario Fernández- hasta el padre de este consumado fraude "popular", Julio Frenk, reconoció que él "creó expectativas sin cumplir" y falta que las acciones "lleguen a los escenarios de la atención" (sic). Y por algo, también, hasta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo se preocupó de analizar su "vulnerabilidad político-electoral".

Como tanto gusta repetir Frenk: el presupuesto en salud pasó de 35 mil 400 millones de pesos en 2000, a 81 mil 300 en 2006, y 40 por ciento de los recursos frescos, es decir 17 mil millones de pesos, se destinan a medicamentos.

¿Cuándo y cómo empezará a auditar el nuevo gobierno el uso foxista de esos recursos operados como "garantía" para los pacientes?

*Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco

 
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