Usted está aquí: domingo 2 de julio de 2006 Economía Suma un nuevo fracaso la OMC

Los 149 países se han dividido; buscan mantener mercados a salvo de la competencia

Suma un nuevo fracaso la OMC

La mayoría de delegados culpa a Estados Unidos por rechazar recorte a subsidios agrícolas

AFP, DPA Y REUTERS

Ginebra, 1º de julio. La nueva ronda de negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) finalizó hoy en Ginebra sin un acuerdo, dos días antes de la fecha de cierre prevista, al tiempo que los 149 países que la integran se han dividido en un impresionante conjunto de pequeños grupos que buscan sumar fuerzas para incrementar sus exportaciones mientras mantienen sus mercados domésticos a salvo de demasiada competencia extranjera.

El director general de la OMC, Pascal Lamy, no pudo ocultar esta madrugada su decepción por el escaso avance de las negociaciones. Los ministros habían acudido a Ginebra para "negociaciones verdaderas", dijo, y agregó: "lamento tener que decir que hasta este momento no tenemos indicios de que están teniendo lugar negociaciones verdaderas". Pero aún así no renuncian al plazo de finales de julio que se dieron para terminar prácticamente todos los temas y cerrar la ronda de Doha a finales de año, tras cinco años de negociación.

La mayoría de los delegados responsabilizó a Estados Unidos de la falta de progreso en la reunión de Ginebra, al afirmar que no será posible lograr un avance en el sector agrícola hasta que Washington acepte reducir los multimillonarios subsidios que entrega anualmente a sus granjeros.

La Unión Europea (UE) y los países en desarrollo insisten en que los subsidios agrícolas estadunidenses -que sumaron más de 150 mil millones de dólares entre 1995 y 2005- distorsionan los flujos comerciales globales, otorgando a los productores agrícolas estadunidenses una ventaja competitiva sobre los granjeros de naciones más pobres.

Pero las autoridades estadunidenses, bajo presión de los lobbies agrícolas domésticos y poderosos miembros del Congreso, apuntaron contra la UE y algunos países en desarrollo, incluidos Brasil e India, por obstruir el acceso a sus mercados agrícolas.

El secretario de Agricultura estadunidense, Mike Johanns, insistió en que Washington sólo reduciría sus subsidios agrícolas si obtiene garantías de mejores oportunidades para vender a mercados europeos y otras naciones.

La representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Susan Schwab, reforzó el mensaje: "a menos que haya un mayor acceso a los mercados sobre la mesa, es difícil de imaginar tener un mayor diálogo sobre subsidios".

Otra de las partes, los representantes europeos, manifestaron su disposición a realizar un mayor recorte a los aranceles a la importación, pero lo condicionaron a la decisión de Washington de reducir los subsidios a su agricultura.

La Unión Europea y los países emergentes forjaron con ello una alianza contra Estados Unidos después de que el canciller de Brasil, Celso Amorim, y el ministro de Comercio de India, Kamal Nath, alabaron al comisario de la Unión Europea, Peter Mandelson, por decir que estaba dispuesto a moverse "sustancialmente más cerca" de las demandas de los países más pobres con el fin de que las tarifas de importación se reduzcan en 54 por ciento, en vez de la actual oferta de la UE de 39 por ciento, si es que los demás realizan concesiones similares.

Brasil e India, en nombre de las naciones en desarrollo, saludaron la propuesta europea, pero ambos acusaron a Estados Unidos de exigir demandas excesivas para acceder a los mercados de los países más pobres.

Amorim, que lidera el influyente Grupo de los 20 -que reúne a naciones en desarrollo-, consideró que la postura estadunidense es "políticamente errónea y moralmente falsa". "Si esta rondas fracasa es a causa de que los países ricos no resuelven sus defectos en la agricultura", denunció el canciller brasileño.

Es vital "elevar el nivel de las conversaciones para involucrar a los líderes políticos de todo el mundo", subrayó Mandelson. La reunión -en la que participarían jefes de Estado y de gobierno de la UE, Estados Unidos, Japón, India, Brasil y Australia- podría realizarse al margen de la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) programada para mediados de julio en Rusia, propuso el comisario.

Mandelson declaró que Lamy tendrá que "jugar un papel más activo para facilitar una convergencia en temas clave" en debate en los cinco años de negociaciones de la Ronda de Doha. Se solicitará que Lamy realice "consultas urgentes y use sus buenos oficios" para concretar compromisos, agregó el comisario de Comercio europeo. El jefe de la OMC actuaría como un "catalizador pero no como autor" de un acuerdo futuro, precisó. De repente, Mandelson estaba bien sentado y era la nueva representante de Comercio Exterior de Estados Unidos la que estaba en entredicho por rechazar las demandas para eliminar sus subsidios a los agricultores norteamericanos.

Divide y vencerás

Los 149 países que integran la OMC se han dividido, empezando por las naciones en desarrollo, que suman la gran mayoría entre los socios de la OMC, defensoras especialmente ávidas de grupos con intereses especiales. Al tope de la lista está el poderoso grupo G-20 de países emergentes, liderado por Brasil e India.

Con su desafiante determinación de no ser arrollado por los más grandes, los ministros del G-20 continuaron siendo los de mejor rendimiento en todas las reuniones de la OMC

Pero otros grupos también han aparecido como importantes convocadores de multitudes. Entre los que estuvieron activos en Ginebra figura el G-33, que se armó con el liderazgo de Indonesia para defender un rango especial de productos y a sus granjeros pobres de una apertura demasiado rápida de sus mercados agrícolas.

Crucial para asegurar un acuerdo en la OMC es el G-6, integrado por Estados Unidos, la UE, Japón, Australia, India y Brasil.

Sin un consenso dentro de este grupo clave, los socios de la OMC saben que la actual Ronda de Doha nunca llevará a un acuerdo final para finales de este año.

Se agudiza crisis de la organización: Oxfam

La organización no gubernamental británica Oxfam International denunció que el fracaso de la OMC agudiza la crisis de esa institución, lo que supone un revés a los objetivos de desarrollo de la Ronda de Doha. De acuerdo con un despacho informativo de la agencia Prensa Latina, la vocera de esa ONG, Celina Charveriat, consideró contraproducente el encuentro y aseguró que la atmósfera está ahora más cargada que antes. Los ministros se están yendo sin una guía para julio y es imposible vislumbrar cómo se puede resucitar un acuerdo decente de todo este caos, sostuvo. Afirmó que las naciones ricas gastan toda su energía en intentar ganar el juego de las culpas en vez de buscar soluciones a esta ronda de desarrollo. Cualquier acusación a los países pobres por la falta de avances es un nuevo golpe bajo, añadió.

La OMC comenzó estos intentos para la liberalización en 2001 buscando un acuerdo de rebaja de ayudas internas agrícolas y aranceles y desregular así el comercio. En 2005 abandonó el plazo fijado para terminarlas y se dio un año más, aunque si no hay avances en el próximo mes, este límite no se cumpliría.

 
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