Usted está aquí: domingo 2 de julio de 2006 Espectáculos Bajo Juárez emplaza a la sociedad a actuar contra la impunidad

El documental desmiente y evidencia la negligencia del gobierno ante los feminicidios

Bajo Juárez emplaza a la sociedad a actuar contra la impunidad

No se había hecho una denuncia tan precisa y valiente de lo que pasa en la frontera norte: Jesusa Rodríguez

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ampliar la imagen Fotograma del documental realizado por Alejandra Sánchez y José Antonio Cordero

La emotiva presentación del documental Bajo Juárez. La ciudad devorando a sus hijas reunió a cientos de personas, muchas comprometidas con el país desde distintas trincheras (el arte, el activismo social, la academia o el periodismo), quienes mostraron su repudio (las rechiflas no dejaban lugar a dudas) hacia la actuación de Vicente Fox en los casos de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. "Por comisión u omisión está involucrado", dijo Alejandra Sánchez Orozco, codirectora del largometraje, en entrevista previa a la función del pasado jueves, en el Teatro Bar El Vicio.

Ahora "estamos peor que en 2001; hay más impunidad, más muertes de mujeres", coincidió en entrevista Marilú García Andrade, hermana de Lilia Alejandra García Andrade, desaparecida y asesinada en febrero de 2001, con 17 años de edad.

"Vamos para atrás a pasos agigantados", siguió, "hasta (reprimen) frente a las cámaras, como en Atenco."

Pero, según Marilú, el retroceso no sólo se nota en la actuación gubernamental: "La gente está más dispersa".

Si bien entre el público parecía haber una clara preferencia de voto por Andrés Manuel López Obrador, Marilú se mostró escéptica: "¿Qué podemos esperar de un nuevo partido?" Ella no va a votar.

Además de Marilú, también estuvieron presentes otras mujeres que salen en la cinta: Norma Andrade, madre de Marilú y Lilia, y Marisela Ortiz, de la agrupación Nuestras hijas de regreso a casa, quien fue maestra de Lilia.

"Nos interesa generar un vínculo entre ellas (los familiares de las muertas), los intelectuales, los periodistas...", dijeron ambos directores, Sánchez y José Antonio Cordero.

Tras la función, Josefina Mena, del Grupo de Tecnología Alternativa, recalcó la importancia de que "la gente se dé cuenta de las relaciones" entre distintos temas: las investigaciones de Lydia Cacho, las mujeres asesinadas, Atenco, las muertes de Pavel González y Alexis Behumea, los transgénicos. Hay que "entender que se trata de una misma lucha contra el terrorismo de Estado", dijo.

"El escándalo son la verdad y la justicia"

La actriz Jesusa Rodríguez fue la encargada de presentar el largometraje. Y habló claro y fuerte: el escándalo en México no es que maten a una mujer o a un homosexual... "El escándalo en México es que alguien se atreva a decir la verdad y a exigir justicia. Estamos a cuatro días de las elecciones, frente a un gobierno abyecto y corrupto, que afortunadamente ya se va. Pero que sabemos que no se irá impune. Estoy segura que el pueblo de México logrará, en muy breve tiempo, desterrar la tortura a la que ha sido sometido históricamente, y esto no será un logro de ningún gobierno, será de cada una de las personas que no han dado ni un paso atrás en la exigencia de los derechos humanos."

Y siguió: "Creo que no se ha hecho una denuncia tan clara, tan precisa y tan valiente de lo que está pasando en Ciudad Juárez. Qué bueno que está lleno también el patio, ojalá que se llene el país de gente informada".

La que fue "patrona" de este espacio de lucha desde el arte, cuando se llamaba El Hábito, dijo: "Nunca habíamos tenido en esta casa una proyección que llenara todo el espacio. Significa que mucha gente se está sumando, y que creo que este país ya está a punto de cambiar. Esperemos que así sea".

Desde el público, alguien gritó: "¡Vamos a ganar!" La gente aplaudió.

El documental presenta conclusiones de las investigaciones de los periodistas Diana Washington Valdez, autora de Cosecha de mujeres, y Sergio González Rodríguez, autor de Huesos en el desierto, trabajos que establecen que existe un vínculo entre el crimen organizado, las maquiladoras, grupos de hombres ricos y poderosos, el gobierno y las más de 400 mujeres asesinadas de 1993 a 2005. Presenta nombres de empresarios en cuyos terrenos se han encontrado cadáveres (Zaragoza, entre ellos), y a quienes no se ha investigado. Desmiente la versión oficial de que los casos están resueltos y los culpables en la cárcel.

La cinta presenta la negligencia de las autoridades en la investigación de los casos, la creación de chivos expiatorios y el patético papel de la fiscalía especial para la Atención de Delitos Relacionados con los Homicidios en Ciudad Juárez.

"Las autoridades mexicanas saben muy bien quién está detrás de los crímenes", dijo Washington. Y en otro momento señaló: "Sabemos que gente cercana a Vicente Fox está involucrada".

El documental deja al espectador con el peso de la responsabilidad de estar informado: ahora que lo está, ¿qué va a hacer?

"Queremos que el documental se dé a conocer entre quienes pudieran influir", cada uno desde su espacio, explicó el director.

Ni una más, el génesis

Bajo Juárez nació de un primer documental realizado por Alejandra Sánchez en 2001, Ni una más.

Durante dos años, la producción del largometraje fue independiente (Pepa Films). Después contó con el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía y del Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad.

El documental también se integró a un proyecto de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

Ahora, los cineastas buscan transferir la cinta a 35 milímetros y conseguir una distribución en salas comerciales. "Por su naturaleza de denuncia, es fundamental que los documentales tengan un estreno comercial (no sólo en festivales y ciclos)", así como lo han tenido otras obras de denuncia, como Masacre en Columbine (Bowling for Columbine), de Michael Moore, dijo José Antonio Cordero.

"¿En quién confiar?"

En cierto momento del documental, Marilú, hermana de Lilia Alejandra, pregunta: "¿En quiénes podemos confiar?"

Ella misma se respondió al final de la presentación, frente al público: "No creo en ningún político. Está en nuestras manos que siga habiendo impunidad, o decir 'Tú, presidente, no me sirves, lárgate'".

Lo vergonzoso, dijo, "es que nosotros permitamos que siga esa impunidad".

"¿Qué necesitamos? ¿que maten a uno de cada familia? ¡No hay que esperar eso para exigir!"

Si lo permitimos, dijo, más vale aguantarse: "Llora, grita y sigue enterrando a tus mujeres".

 
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