Usted está aquí: lunes 3 de julio de 2006 Opinión Ballenas:entre votos y hamburguesas

Iván Restrepo

Ballenas:entre votos y hamburguesas

Recientemente se celebró en Saint Kitts y Nevis (islas cercanas a Puerto Rico) la 58 reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI). Es histórica porque mostró sin tapujos las estrategias que siguen los países poderosos para obtener sus fines, como es el caso de Japón, que lleva años en campaña para invalidar el acuerdo que hace dos décadas prohibió la caza comercial de ballenas o con pretextos científicos. Inclusive se ha denunciado que ofrece "ayuda" a ciertos países miembros de la comisión a cambio de que lo apoyen en su intento. En cambio, cientos de organizaciones científicas y ambientales de todo el planeta, especialmente las que tienen aguas marinas en las que viven las ballenas, alertan periódicamente a los gobiernos sobre la compra de votos y exigen que continúe la prohibición.

Gracias a las medidas acordadas en 1986 se ha evitado poner en peligro de extinción a los enormes cetáceos, ya que en el pasado, la caza indiscriminada que llevaban a cabo Japón, Noruega, Finlandia y Rusia, por ejemplo, los diezmaron enormemente. Hace 40 años, en México estuvo a punto de desaparecer la ballena gris, debido a las flotas que se desplazan por las aguas internacionales del Pacífico norte y el Artico. Hubo un momento en que, según los expertos, había menos de 300 ejemplares.

A principios de los años noventa, nuestro gobierno tomó medidas para proteger dicha ballena y estableció santuarios en las bahías adonde llega a dar a luz, en la costa de Baja California. Para fortuna, la gris goza ahora de cabal salud.

Antes de que comenzara la reunión en las islas caribeñas, grupos científicos y ambientales alertaron sobre el peligro de que Japón impusiera allí una mayoría y, a la vez, se convirtiera en el primer país en controlar un organismo internacional a través de dádivas, lo cual además significaría un retroceso histórico, pues en el futuro podrían eliminarse de la agenda de la comisión los temas vinculados a la conservación y uso sustentable de la fauna marina, al tiempo que borraría un importante logro internacional: el Santuario Ballenero Austral y desataría en las aguas marinas del sur del planeta la competencia entre las flotas balleneras por la caza indiscriminada de cetáceos.

Aunque al inicio de la reunión 58 de la CBI Japón no logró la mayoría para llevar adelante su plan de poner fin a la moratoria ni que las votaciones fueran secretas, al final obtuvo, con un solo voto, la aprobación de una resolución que, en pocas palabras, acusa a las ballenas de ser las responsables de la crisis pesquera en varios países, argumentando que los cetáceos comen tal cantidad de peces que no dejan suficientes para las poblaciones costeras. A pesar de que la resolución no tiene validez legal ni sustento científico alguno, Japón la ha explotado para hacer creer que ya hay vía libre para reanudar la caza de ballenas, incluso en el Santuario Austral.

Como dijimos, el llamado país del sol naciente compra los votos de naciones pobres y de poco peso internacional a cambio de ayuda financiera y donaciones como es el caso de Togo, Samoa, Palau, Granada, Barbados, San Cristóbal o Gambia, a los que luego se suman Noruega, Dinamarca, Islandia, Corea y Rusia. México, en cambio, se opone a sus designios, al igual que todos los integrantes de la Unión Europea, Estados Unidos, Australia, Argentina, Chile, Panamá, Inglaterra y Brasil, entre los más importantes.

Además de mostrar una de las peores formas de sumar apoyos (la compra de votos), la última reunión de la CBI reveló la crueldad en la cacería de ballenas, que generalmente son arponeadas, pues los cazadores no logran pegarles en el cerebro, sitio idóneo para quitarles la vida. Por eso su agonía suele prolongarse durante horas.

Sumemos el desdén de algunos países hacia los acuerdos internacionales: alegando "interés científico", mataron más de 2 mil ballenas en el último año y Japón ya planea "cazar" pronto 50 jorobadas, pese a que se trata de una especie en peligro de extinción.

El verdadero interés "científico" de Japón por los cetáceos radica en la venta de hamburguesas con carne de ballena que va en aumento. Cuestan en promedio siete dólares.

Nota breve: En pleno día de elecciones seguí recibiendo mensajes electrónicos en los que me advirtieron que de ganar López Obrador la Guadalupana pedirá asilo en la embajada del Vaticano, cerrarán los templos católicos y habrá persecución religiosa.

 
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