Usted está aquí: jueves 6 de julio de 2006 Deportes El escándalo en el calcio ayudó al equipo a avanzar: Lippi

La rabia por esa situación la trasladamos al juego: Cannavaro

El escándalo en el calcio ayudó al equipo a avanzar: Lippi

AGENCIAS

Ampliar la imagen Fabio Cannavaro, capitán de la selección italiana, aseguró que el catenaccio ahora lo jugaron otros equipos Foto: Ap

Ampliar la imagen El técnico Marcello Lippi, dispuesto a hacer historia Foto: Ap

Duisburgo, 5 de julio. Sólo la selección italiana, finalista del Mundial de Alemania, pudo devolver al aficionado italiano un poco de alegría y esperanza de que existe la belleza en el futbol. Al menos por unos días los tifosi olvidarán al escándalo que sacó a la luz lo más podrido del calcio y soñarán con el cuarto título de campeón del mundo.

"Nunca pensé que íbamos a llegar tan lejos, pero ahora tenemos la oportunidad para realizar el sueño de los italianos", dijo el goleador Luca Toni.

La temperatura del apoyo al futbol pasó del frío, por estar aún recientes las heridas del escándalo de corrupción, al calor más afectuoso, como se demostró cuando cientos de miles de personas salieron a la calle de todas las ciudades italianas para celebrar hasta altas horas de la madrugada el pase a la final, tras ganar y eliminar a Alemania.

La selección, en principio, resultaba antipática a una gran mayoría de hinchas. El capitán Fabio Cannavaro defendía al ex director de Juventus y principal acusado en el arreglo de partidos, Luciano Moggi.

El portero Gigi Buffon era acusado de apuestas ilegales y sobre el técnico Marcello Lippi pesaba la sospecha de haberse dejado influir para llevar a la escuadra azzurra a jugadores representados por la empresa donde trabaja su hijo.

Pero los triunfos y, sobre todo, la actitud del conjunto hicieron poco a poco ganarse a los aficionados. La selección, según se lee hoy en la prensa italiana, "supo dar la vuelta al escándalo y las acusaciones y transformar todo en unión y orgullo".

El técnico dijo que esa situación en realidad ayudó a los jugadores. "Inicialmente, toda la confusión que se produjo hace dos o tres meses creó el deseo y la decisión de responder a lo ocurrido y mostrar que el futbol italiano es efectivo, verdadero y fuerte en el ámbito técnico y moral; ayudó a crear un grupo unido", explicó.

Sin embargo, aunque el escándalo ayudó al equipo a superar la adversidad, no tuvo impacto duradero y "ahora no tiene efecto alguno sobre nosotros; nuestra convicción proviene de los resultados que obtuvimos acá", indicó.

Cannavaro sostuvo que "la rabia" por el escándalo lo trasladaron al campo de juego, hasta llegar a la disputa del título. "Mejor que eso (imposible)... Estamos en la final", respondió a una pregunta sobre si esta es una buena o mala semana para Italia.

Y mientras en ese país la prensa local saludó a una selección "histórica, más fuerte que todo y capaz de derrotar a los marcianos", el técnico Lippi confesó que estaba "cansado. Sólo dormí dos horas porque quería ver el partido entero nuevamente, incluí el tiempo suplementario.

"Me acosté a las 5 de la mañana (continuó) y me levanté a las 7, como hago habitualmente, pero me gustó lo que vi, confirmó la impresión que tuve al final del partido.

"Derrotamos a un equipo de calidad y tuvo todo lo que uno quiere en un juego de ese nivel. Fue una victoria muy importante, probablemente la más destacada de mi carrera, sin contar la del domingo (próximo), por supuesto".

En el periodo suplementario el equipo de Lippi tenía cuatro delanteros en el terreno de juego, audacia con escasos antecedentes en la selección azzurra.

"El catenaccio esta vez lo jugaron otros. (Italia) parecía un equipo de los años 30 en el choque contra Alemania", dijo Cannavaro en una conferencia de prensa en la casa de los italianos en Duisburgo.

"Nunca sufrimos el partido. Siempre tuvimos el control del juego y la pelota. Los suplentes hicieron la diferencia; eso habla de un grupo fantástico", subrayó el capitán.

Y concluyó: "estamos en una muy buena condición física. Hemos jugado un suplementario, pero el entusiasmo de una final te hace olvidar todo".

El encuentro del domingo podría ser el último de Francesco Totti con la selección. "Por lo que tengo entendido, hay 90 por ciento de posibilidades de que renuncie", dijo Lippi.

"Pero antes de hacer un comentario tiene que entender lo que sucede en su corazón y en su cabeza", añadió, sugiriendo que hay una remota posibilidad de que el jugador de 29 años de edad siga con el equipo azzurro.

En Roma, el proceso disciplinario por los partidos amañados se reanudó este miércoles en el estadio Olímpico de esa ciudad.

Por el momento, el único equipo que admitió sus culpas fue Juventus -pero dijo que la pena justa sería descender a la serie B y no la C como pidió el fiscal-, mientras el resto de los clubes y los 25 acusados se mostraron completamente ajenos a cualquier tipo de arreglos de juegos y presentaron sus argumentos para intentar evitar duras condenas.

 
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