Número 120 | Jueves 6 de julio de 2006
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus

Enriquézcase con el sida II  

Por Joaquín Hurtado

1. Abra una oficina de apoyo para gente con sida.

2.
Deje bien claro que su organización será no lucrativa, no religiosa y sobre todo apolítica. No hable ni bien ni mal del condón, no se complique la vida.

3. Anuncie la creación de un banco de medicamentos.

4. Envíe correos electrónicos ofreciendo sus servicios. Coloque carteles en las clínicas donde consultan los enfermos: “Servicios de Atención Integral XYZ, AC. Consulta médica, apoyo moral y psicológico gratis.”

5. Espere pacientemente. Llegarán algunos con receta en mano y una queja en los labios: “En el Seguro no me los han surtido desde hace tres meses”. Atienda a esos menesterosos a cambio de una cooperación voluntaria.

6. Explore y explote las debilidades de funcionarios y encargados de almacén de algunos hospitales para que surtan con prontitud los pedidos que usted les hace llegar debajito del agua.

7. Llóreles. Pero también muéstrese espléndido con las gratificaciones por los servicios prestados a la causa humanitaria que Ud., buen samaritano, se ha echado a cuestas.

8. Sea precavido: no maneje inventarios ni deje rastros. No se resista: quien gobierna esta obra es la inexorable ley de la oferta y la demanda. Mejor no toque dinero en efectivo, pida que lo depositen en una cuenta bancaria.

9. ¿Mercado negro? ¿Corrupción? ¿Generación de resistencias virales? ¡Para nada! Es importante que su discurso combata escrúpulos abstractos y se empareje con palabras como compasión, misericordia, piedad, altruismo, desinterés, caridad, ética humanista. Vea y estudie los gestos de la Primera Dama, siga su ejemplo.

10. Prepárese. Su cartera de clientes seguro se incrementará por el desabasto en el Sistema de Salud Pública y las lagunas en el programa de Cobertura Universal. No subestime los alcances de una familia desesperada que es capaz de vender hasta el último clavo de su patrimonio por salvar al hijo enfermo.

11. Colóquese en la vanguardia tecnológica anunciando exóticas combinaciones antivirales a través de mensajes de texto vía teléfono celular o una página en Internet. No menosprecie la eficacia de las revistas para gays.

12. Ya convertido en ángel intermediario, si alguien le vende su propio esquema antiviral, hágase del rogar con algo que suene a cosa solemne; no dude en regatear, luego páguele la décima parte de su costo comercial y así todos ganamos: el seropositivo muertodehambre que ya sacó para el taco, el enfermo medroso que rehuye de los hospitales para protegerse de habladurías; y sobre todo Ud., que ya se dio cuenta lo fácil, productivo, útil y satisfactorio que resulta hacer el bien sin mirar a quién.