Usted está aquí: lunes 10 de julio de 2006 Política Expulsión a militantes priístas que hayan traicionado al partido, advierte la directiva

El tricolor "requiere una restructuración absoluta, que nos devuelva la credibilidad"

Expulsión a militantes priístas que hayan traicionado al partido, advierte la directiva

CIRO PEREZ SILVA

Ampliar la imagen Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, con sus respectivos grupos, en la lucha por el liderazgo en el Revolucionario Institucional Foto: Francisco Olvera y Roberto García

Ampliar la imagen Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, con sus respectivos grupos, en la lucha por el liderazgo en el Revolucionario Institucional Foto: Francisco Olvera y Roberto García

De comprobarse cualquier intervención de los gobernadores o algún militante del PRI en una estrategia de apoyo al candidato panista Felipe Calderón, luego de que se hicieron públicas supuestas conversaciones entre el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, y la líder del sindicato magisterial, Elba Esther Gordillo, la directiva nacional del tricolor advirtió que serán despojados de todos sus derechos de militancia y expulsados.

Mientras tanto, tras la escandalosa derrota del PRI, la lucha por hacerse del partido marca dos bandos claros, el de Gordillo Morales y el del grupo que encabeza Roberto Madrazo, quien de acuerdo con los propios priístas tiene de su parte a la mayoría del Consejo Político Nacional, que decidirá el método para sustituir a Mariano Palacios Alcocer, y como primera condición establece la de no dejar llegar a Gordillo Morales, es decir, "a ningún personaje ligado a ella".

Uno de los delegados, el michoacano Agustín Trujillo, sostiene que el PRI requiere una restructuración a fondo, en la que el presidente del partido o el secretario general deben ser parte de una generación distinta de la que ha perdido las elecciones en los dos más recientes procesos federales, es decir, sacar de la escena política a todo actor que tenga que ver con los ex presidentes Ernesto Zedillo, Carlos Salinas, Luis Echeverría y Miguel de la Madrid. "Necesitamos una renovación absoluta, una limpieza total, una restructuración que nos devuelva la credibilidad como partido político y como opción de gobierno", afirmó.

Sobre las versiones de que Gordillo, militante que tiene suspendidos sus derechos partidistas, y gobernadores priístas, concretamente el de Tamaulipas, Eugenio Hernández, hubiesen actuado en favor de Felipe Calderón, Agustín Trujillo sostuvo que resultan poco creíbles, en tanto que "perdieron, salvo cuatro estados, la posibilidad de colocar a sus recomendados en el Senado y en la Cámara de Diputados".

En tanto, la directiva de la Alianza por México emitió ayer un comunicado en torno a las grabaciones que dieron a conocer los medios de comunicación esta mañana, donde supuestamente se escucha a gobernadores del PRI comprometiéndose a operar políticamente en contra del PRI el pasado 2 julio, en el que precisó:

"El proceso electoral no ha concluido, no se deben adelantar vísperas, y sólo el tribunal electoral cuenta con las facultades legales necesarias para calificar los procesos electorales presidenciales; resulta inaudito pensar que algún militante distinguido de nuestro partido haya participado, o piense participar, de manera activa o pasiva, en una traición contra nuestro instituto político, contra la Alianza por México y contra nuestros candidatos.

"En el PRI no caben traidores; hasta ahora quienes han traicionado a nuestro partido se han ido de manera voluntaria a ocupar cargos predominantes en los demás partidos; de confirmarse esta grave traición, exhortaremos a la Comisión de Justicia Partidaria a allegarse de los elementos suficientes para reaccionar de manera inmediata para despojarlos de todos sus derechos de militancia y expulsarlos del partido.

"En consecuencia, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales deberá tomar cartas en el asunto, para establecer responsabilidades legales que correspondan", indicó.

En este contexto, la alianza reiteró su reconocimiento a las autoridades electorales, refrendó su apego a la ley y convocó a los actores políticos a asumir con responsabilidad sus funciones y tareas.

En tanto, la directiva priísta manifestó que, más que señalar culpables de la debacle electoral, llevará a cambio un profundo proceso de reflexión para saber las causas que lo llevaron a perder casi 3 millones del llamado "voto duro" el 2 de julio.

Enfatizó que "el PRI no está liquidado", pero admite que es necesaria una revisión de lo que sucedió, y "aprender de la lección" del domingo 2 de julio.

 
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