Usted está aquí: lunes 10 de julio de 2006 Sociedad y Justicia Aprender a morir

Aprender a morir

Hernán González G.

Cuestionario necesario

A RESERVA DE que un día la empresa Industrial Minera México pueda ofrecer a la opinión pública un informe oficial de las indemnizaciones -no de las interminables operaciones de rescate de los cuerpos- otorgadas a los familiares de las víctimas; de que el inefable sindicato minero acabe de resolver sus querellas internas y diga cómo ha protegido a los deudos de sus agremiados; de que la Secretaría del Trabajo cumpla y haga cumplir la ley, y de que el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, dé a conocer el "ofrecimiento terrible" que le hizo el presidente Fox a cambio de no apoyar a los mineros.

LA TANATOLOGA MARIA del Carmen Contreras envía el siguiente cuestionario a Mario Guerra Rojano, presidente en México de la Sociedad Española e Internacional de Tanatología SEIT, contratada por Industrial Minera México para dar apoyo tanatológico a las familias de los trabajadores fallecidos en Pasta de Conchos.

DICHO CUESTIONARIO, EN palabras de la maestra Contreras, "tiene la finalidad de poder darnos una idea del crecimiento recíproco entre los siete apoyadores de la SEIT-México y los numerosos apoyados, ya que la sociedad mexicana, informada del desastre y de las serias diferencias surgidas entre empresa, sindicato y autoridades, ya no supo de tan importante proceso de ayuda a los familiares". Y pregunta:

"1) ¿ESE APOYO TANATOLOGICO se está dando o dio en forma individual, familiar o en grupo? 2) El apoyo, ¿de cuántas sesiones constó y qué duración tuvo cada una? 3) Antes de iniciar su trabajo, ¿con qué información contaban los tanatólogos sobre los deudos? 4) ¿Se llevó a cabo un cuestionario previo de evaluación del duelo entre los familiares de las víctimas?

5) SI ASI FUE, ¿se les hicieron preguntas sobre calidad de la relación con el fallecido, su tristeza, llanto, enojo, ansiedad, miedo, odio, depresión, instintos suicidas, si han recurrido a medicinas, alcohol, drogas, terapeutas o ministros religiosos; pérdidas similares, impotencia, reacciones de los hijos, los padres y las esposas y comunicación de sus sentimientos entre ellos, imágenes del fallecido muriendo, alguna explicación técnica de su breve o prolongada agonía?

6) ¿FUE PLANTEADA LA "arbitrariedad" de la muerte y nuestra condición de mortales a niños, adolescentes y adultos? 7) ¿Se logró que cada deudo empezara a hablar con su duelo, a tener un diálogo interno con su pérdida? 8) ¿Cómo se trabajó el sentimiento de culpa o idea de que la tierra se lo tragó, porque el difunto iba a laborar a sus entrañas para sostenerlos? 9) ¿Se ignoraron, respetaron, reforzaron o cuestionaron creencias religiosas o percepción espiritual de los deudos? 10) ¿Hubo una evaluación de los apoyadores por parte de los participantes después del apoyo recibido?

"OJALA QUE ADEMAS de haber contribuido a la aceptación de la azarosa realidad de la muerte en los desconsolados deudos, a recuperar su estabilidad emocional y sentido de vida, SEIT-México quisiera compartir algo de su invaluable experiencia", concluye María del Carmen.

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