Usted está aquí: sábado 15 de julio de 2006 Opinión Las consecuencias económicas de la incertidumbre

Editorial

Las consecuencias económicas de la incertidumbre

Esta semana, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ha experimentado una sostenida caída en su principal indicador, ello como consecuencia de graves acontecimientos en la escena internacional. Sin embargo, esta tendencia a la baja podría profundizarse debido al clima de incertidumbre derivado del conflicto poselectoral que actualmente se vive en el país.

Al cierre de la jornada del jueves, la BMV registró un desplome por quinto día consecutivo, en esta ocasión de 3.57 por ciento en su principal indicador, para sumar una pérdida total acumulada de 7.57 por ciento a lo largo de la semana. Este movimiento negativo, presente también en las principales bolsas del mundo, ha perjudicado a varios sectores de la economía, como la industria de la construcción, con una baja de 2.68 por ciento; el comercio, con una caída de 2.63 por ciento; las comunicaciones y transportes, con un descenso de 2.16 por ciento; la industria de transformación, con un desplome de 1.43 por ciento; los servicios, con un retroceso de 0.80 por ciento, y el sector de varios, con una merma de 0.74 por ciento.

De hecho, esta caída generalizada se explica, en parte, por una menor demanda de acciones de las más importantes corporaciones con domicilio en México, que sufrieron un proceso de abaratamiento: los títulos de Grupo Sanborns, Grupo Carso, Grupo Financiero Inbursa, América Telecom, Carso Global Telecom, América Móvil y Teléfonos de México ­todas ellas integrantes del conglomerado de negocios de Carlos Slim Helú­, retrocedieron 9.89, 5.22, 5.01, 4.80, 4.61, 3.48 y 2.99 por ciento, respectivamente. Asimismo, las acciones de Grupo Modelo, Wal-Mart, Televisa y Grupo México descendieron 3.42, 3.61, 4.42 y 2.16 por ciento, en ese orden.

De acuerdo con los analistas, esta tendencia global a la baja se origina también en un aumento de la tensión internacional provocada por la incursión armada de Israel en la franja de Gaza y en Líbano ­confrontación que amenaza con extenderse a otros países­; los conflictos internos en Nigeria ­un importante productor de petróleo­; los frecuentes actos de violencia en Irak y la determinación de Irán de seguir adelante con su programa nuclear, cuyo caso ha sido enviado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Además, China mantiene una fuerte demanda de crudo, los inventarios de gasolinas y carburantes de Estados Unidos disminuyeron y la Organización de Países Exportadores de Petróleo sigue sin tener la capacidad de suplir, en caso necesario, el faltante de una importante fuente de suministro, lo que ha avivado los temores sobre el abasto estadunidense de hidrocarburos.

Este negro panorama que aqueja al mundo entero podría ser aún peor para el caso de México, en donde la desconfianza de una parte considerable de la ciudadanía hacia los resultados de la elección presidencial y las movilizaciones populares a favor del candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, se han constituido en peligrosos factores de incertidumbre. Y es de sobra conocido que los mercados son muy susceptibles ante contextos de posible inestabilidad política, minando la confianza de inversionistas nacionales y extranjeros.

Esta situación debería ser un incentivo más para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación falle a favor de un recuento voto por voto de los comicios del 2 de julio, lo que permitiría dirimir cualquier duda sobre la jornada electoral y acabar así con la incertidumbre, ya que lo que está en juego no es sólo la gobernabilidad y estabilidad del país sino hasta los logros macroeconómicos de los que tanto se ufana la administración del presidente Vicente Fox.

 
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