Usted está aquí: domingo 16 de julio de 2006 Espectáculos Revive Springsteen el folk clásico estadunidense con We shall overcome

Retomó las viejas canciones de Pete Seeger y grabó un disco en la sala de su casa

Revive Springsteen el folk clásico estadunidense con We shall overcome

El álbum se realizó sin ensayos previos ni trucos tecnológicos; sólo utilizó instrumentos propios de la música popular

Sentí que ciertas cosas necesitan ser transmitidas, expresó a The New Yorker

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ampliar la imagen Al lado de Springsteen, participaron en el álbum tributo Sam Bardfeld, Jeremy Chatzky, Lisa Lowell, Frank Bruno y Soozie Tyrell, entre otros músicos

We shall overcome: The Seeger sessions (Columbia) nació del asombro de Bruce Springsteen al descubrir al cantante y compositor Pete Seeger.

En 1997, le pidieron al rockero estadunidense que participara en un disco tributo a Seeger, de 84 años.

Si bien Seeger ha influido enormemente en la música folk y rock de las pasadas décadas en Estados Unidos, muchos rockeros conocen poco su obra, inclusive Springsteen. Así que se metió a una tienda de discos y compró todos los que había de Seeger. Durante días escuchó aquella música. Fue una experiencia "muy transformadora. Escuché 100 voces en aquellas viejas canciones folk", narraciones que abarcaban toda la historia de Estados Unidos. "Sentí la conexión casi intuitivamente y que ciertas cosas necesitan ser transmitidas", le contó a Alec Wilkinson, de la revista The New Yorker.

Springsteen conoció a un grupo de músicos con un espíritu más de fiesta de la calle que de sala de conciertos, y los invitó a grabar el disco.

Además de lo que compuso, Seeger cantaba canciones de antaño, las interpretaba a su manera, añadía alguna estrofa aquí y allá; hacía lo que cada generación ha hecho con las canciones desde siempre: transformarlas.

Un disco crudo

Springsteen se inspiró en Seeger y seleccionó canciones tradicionales que han acompañado a la gente en sus amores y desamores, en su resistencia contra la guerra, en sus luchas sindicales y por los derechos civiles o por derechos tan básicos como ser pagado por una jornada laboral. Es el caso de Pay me my money down, canción de protesta de los estibadores negros en los puertos de Georgia y Carolina del Sur.

Durante tres días, en la sala de su casa, Springsteen y los músicos revivieron aquellas viejas canciones. No hubo ensayos. Lo grabaron tal cual salió, en vivo (en cierto momento se escucha a los músicos hablar entre sí).

El resultado es música viva, auténtica, cargada de energía; cruda, no cocinada. Aquí no hay trucos tecnológicos. Ni afanes mercadológicos. Es lo que es.

Aunque claro, esto no es una bola de chamacos en su patio trasero haciendo lo que pueden con lo que tienen, sino el viejo lobo de mar Springsteen con toda su maestría, invitándonos a una gozosa fiesta en la sala de su casa. Y hasta el más tímido termina siguiendo el ritmo con los pies, sintiéndose parte del gozoso festejo. Dice Springsteen: "¡Tráiganme un trago y llévenme a ese lugar: quiero un sonido de cerveza-ron-whisky!"

Tocaron, como cuenta Springsteen en el dvd que acompaña el disco, con instrumentos folk (mandolina, banjo, guitarra, armónica, violín, percusiones, tuba, acordeón, saxofón, trompeta y contrabajo, además de piano, órgano y tambores), "de los que no se enchufan, de los que están hechos para tocarse en casa, en los bares; que reviven en esos ambientes".

En Oh, Mary don't you weep, un negro spiritual, que llegó a ser una canción del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, cantan del sufrimiento con gozo, así como lo han hecho generaciones de afroamericanos en aquel país, porque mientras haya vida habrá lucha.

Springsteen canta con voz rasposa y transmite la historia como si fuera suya, como si dijera 'yo estuve ahí, sé de qué estoy hablando, lo siento, lo he vivido'.

Springsteen trajo a los jóvenes las canciones de generaciones pasadas. Es el mensajero, el transmisor de otros tiempos, así como lo ha sido Pete Seeger.

A través de él, sus seguidores que no eran adeptos a canciones tradicionales descubrieron que les encantaban. Uno en un foro electrónico confiesa que el concierto de promoción de este disco es el que más le ha gustado.

Springsteen revive canciones de antaño, de aquellas que mientras el ser humano lo siga siendo y continúe luchando por la justicia, lo seguirán acompañando.

We shall overcome: The Seeger Sessions, Bruce Springsteen. Precio de lista: 231 pesos. Formato cd. Columbia, 2006. Género: folk

 
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