Ojarasca 111 julio 2006


Los encuentros
 
 

El poeta Arysteide Turpana,

nacido en la sabiduría

de las comarcas kunas,

en esa isla del caribe

donde danzan las palmeras,

cantaba: "seamos fieles

a nuestros pies descalzos".

Con los brazos abiertos,

rodeado por aguas

esmeraldas,

mirando a los peces saltar

a la boca del hombre,

repetía:

"mi hogar queda

entre la infancia y el sueño",

y aún podía oler

el perfume de la leña quemada

en el fogón casero,

y despertaba con las señales

del humo,

tocando el pan, con reverencia,

y cantando "esta es la hora

de las violencias radiantes".


 

Stella Calloni
 
 


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